Estados Unidos y Filipinas hunden un barco cerca de un atolón que China invadió en 2012

Los Ejércitos de Filipinas y EE. UU. hundieron este miércoles un barco en desuso en el mar de China Meridional como parte de sus ejercicios militares conjuntos, cercano a un atolón que China invadió en 2012 en aguas territoriales filipinas, en una maniobra que pretende disuadir a Pekín de su agresividad en estas disputadas aguas, según los expertos.

«Alrededor de 1.400 marines, soldados, y guardacostas de ambos países participaron en la maniobra, que consistió en detectar, identificar, apuntar y atacar un buque utilizando diversos sistemas de armas terrestres y aéreos», publicaron hoy los Ejércitos de EE. UU. y Filipinas en un comunicado conjunto.

En el simulacro de defensa territorial de Filipinas, parte los mayores ejercicios militares anuales conjuntos entre Washington y Manila desde que comenzaran hace 38 años, ambos Ejércitos dispararon misiles HIMARS para hundir un barco militar filipino abandonado, además de utilizar el sistema de defensa antiaérea Avenger, helicópteros y cazas de combate.

La maniobra se llevó a cabo en aguas de la provincia de Zambales -al noroeste del archipiélago filipino-, cerca del Bajo de Masinloc, un atolón que China invadió en 2012 en el mar de China Meridional y que intensificó desde entonces el conflicto territorial que Pekín y Manila mantienen por la soberanía de un puñado de islotes y arrecifes en estas aguas. El atolón se sitúa a unas 119 millas náuticas del litoral noroccidental filipino, dentro del límite de 200 millas que la ONU estableció para determinar la soberanía marítima de los Estados, según una convención a la que China se adhirió en 1996.

Sin embargo, China reclama por «razones históricas» casi la totalidad del mar de China Meridional, creando un contencioso soberanista con Filipinas, Vietnam, Brunéi y otros países de la región.

«El entrenamiento representó una demostración tangible del compromiso de ambos países de reforzar las capacidades militares y de interoperatividad para afrontar los retos comunes actuales de seguridad», añadieron los Ejércitos en el comunicado, en un claro mensaje disuasorio dirigido a China, según los expertos. El presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr., asistió al ejercicio en una rara aparición en este tipo de ensayos conjuntos, que no suele contar la presencia del jefe de Estado filipino.

Las maniobras militares entre Filipinas y EE. UU. en suelo filipino llegan en momento de crecientes tensiones entre Manila y Pekín: por una lado el conflicto territorial entre ambos países en el mar de China Meridional se ha agudizado, tras las recientes denuncias de Filipinas del empleo de láseres militares de barcos chinos contra sus guardacostas.

Por otro, Pekín se opone de forma tajante al nuevo acuerdo militar entre EE. UU. y Filipinas, anunciado el pasado 3 de abril y por el que las tropas estadounidenses tendrán acceso a cuatro nuevas bases en suelo filipino: una de ellas a unos 400 kilómetros de Taiwán, isla autogobernada que Pekín no descarta invadir y que Washington en principio defendería, y otra próxima a las islas disputadas en el archipiélago Spratly.

China ha considerado el acuerdo una «provocación», y el embajador de China en Manila, Huang Xilian, elevó la tensión el pasado viernes 14 de abril, sugiriendo que Filipinas «debería preocuparse por la seguridad» de los más de 150.000 filipinos que viven en Taiwán.

 

 

 

 

Con información de EFE

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