Venezuela y Repsol se han asegurado un espacio tras intercambios de petróleo por deudas

Las expectativas de Repsol SA frente a la nueva dinámica petrolera que sostiene con Venezuela son positivas, y se encuentran abiertos a la posibilidad de sostenerla durante el año 2023, tras la recepción de cinco cargamentos de crudo venezolano.

“Se ha mantenido la situación política y económica, pero han mejorado las perspectivas para la operación, como consecuencia de la incipiente relajación de las medidas coercitivas del Gobierno de Estados Unidos a Venezuela”, se expuso en un balance de gestión presentado a mediados de febrero.

La agencia de noticias Bloomberg reseñó que con un total de 132 empleados en Venezuela y una mayor demanda de gas, la multinacional energética logró reanudar en el segundo trimestre del año pasado los intercambios de petróleo por deuda, tras la autorización de Estados Unidos, que buscaba compensar el mercado europeo, cortando la dependencia de Rusia, sancionada tras la guerra en Ucrania.

El CEO de Repsol, Josu Jon Imaz, explicó a la prensa que a partir de mayo de 2022 se inició la recepción de cargamentos «para pagar las facturas del gas que producimos». Sumó que hasta la fecha, la empresa ha recibido cinco cargamentos de crudo.

«Es un nuevo escenario y hay espacio para seguir durante todo el año con esta nueva dinámica. Más crudo pesado de Venezuela es una buena noticia para nuestro margen de refino”, manifestó el empresario.

Pese a que se evidenció una ralentización del proceso, con presiones para el mayor control en los campos venezolanos por parte de la italiana Eni SpA y Repsol, cada una con tres empresas conjuntas asociadas con la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), en el informe se reconoció la intención de continuar y aplicar la mejora de perspectivas para la operación.

“Estamos, de manera conjunta, viendo las oportunidades de negocio que tiene el gas ahora, y cómo podemos aprovechar esta coyuntura en beneficio de Eni y Repsol, y en beneficio de nuestra república”, dijo Tareck El Aissami, ministro de Petróleo de Venezuela, en agosto pasado, durante un encuentro con periodistas.

Con la designación de un nuevo presidente al frente de Pdvsa, Pedro Rafael Tellechea, en enero, se estableció una amplía auditoría que derivó en la paralización de contratos, la que llegó a su fin casi dos meses después, con la asignación de cargamentos, empezando por la petrolera italiana Eni, rumbo a Europa con 655.000 barriles de crudo pesado venezolano.

Tanto Eni como Repsol suminstran al mercado nacional más de 500 millones de pies cúbicos de gas, de acuerdo con El Aissami, quien ha insistido en las buenas y permanentes relaciones que sostienen, a propósito de las operaciones compartidas.

 

 

 

 

 

 

Con información de Banca y Negocios

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