Una nueva visión Política. Por José Leonardo Caldera

Actualmente vivimos tiempos muy peligrosos para quienes ejercemos la política.

Una sociedad que ha acumulado una cantidad importante de legítimas decepciones en su clase política exige hoy, soluciones inmediatas, para problemas de vieja data.

Esto puede provocar que la mayoría se sienta tentada por promesas corto-placistas. En psicología entendemos que existe una alteración de la percepción llamada sesgo de confirmación que hace que inconscientemente sintamos mayor empatía por quienes comparten nuestros valores o nuestra forma de pensar.

Por ello, desde el nuevo tiempo nos sentimos comprometidos con la construcción de un camino de encuentro para los venezolanos, pero siempre enmarcados en el respeto y el reconocimiento al otro, porque no es posible la reconstrucción de una nación desde la provocación y la división.

En el año 2022 nuestro partido político Un Nuevo Tiempo tomó una decisión un poco impopular, la de convocar al III Congreso Ideológico y Programático. Es legítimo cuestionarse, en medio de la compleja emergencia social y humanitaria que atraviesa Venezuela, que tan útil es dedicarle un año a un esfuerzo intelectual de pensar en la construcción de consensos alrededor de un programa político.

El Congreso ideológico es una respuesta política a ese justo reclamo de la sociedad que anhela un cambio, pero un cambio responsable y permanente; no cualquier promesa de cambio mágico. La sociedad esta hastiada de gran parte de la clase política y esto pasa por la irresponsabilidad con la que se han manejado las expectativas en torno a la construcción de una solución.

En el partido Un Nuevo Tiempo transitamos el camino de las ideas, porque estamos convencidos de que podemos llegar más hondo en el sentimiento nacional con persuasión que con gritos, más con la fuerza del ejemplo que con los discursos incendiarios y resentidos.

Sin dejar de tener consciencia del doloroso presente, ofrecemos una perspectiva de futuro. Desde esa convicción promovemos la discusión de problemas y soluciones, entendiendo el sentido de urgencia de las personas que sufren en la actualidad.

Nuestra propuesta coloca la acción política al servicio de la persona, y no a la inversa. Abrimos la participación a dirigentes, militantes y simpatizantes. Y como este partido sabe de sobra lo que es atreverse, nos atrevimos a invitar a actores de la academia ajenos a nuestra militancia partidista, invitamos a representantes de la sociedad civil, de gremios sindicatos y cámaras empresariales, porque a diferencia de la mayoría de la clase política queremos escuchar.

Nos atrevimos a integrar la tecnología al servicio de quienes quieren participar tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, porque nuestra visión es integradora.

Por ello y dando ejemplo de federalismo convocamos a la acción al instalar las mesas de discusión en 267 municipios del país y construimos colectivamente un programa para la modernización de Venezuela. Teniendo muy claro que la solidaridad es de nuestros principales valores y obteniendo en línea general que la mayor parte de nuestra militancia refiere a la necesidad de generar un cambio en paz, lejos de las mentiras e insultos de quienes nos adversa.

Nada positivo se ha construido jamás desde el odio; ningún avance, ninguna conquista social duradera se basa en la mentira.

Nos atrevimos a decir verdades incómodas. Queremos una sociedad que promueva una vida serena y fecunda, no una sociedad que se alimente de la angustia de la gente sino de la esperanza de todos los venezolanos.

Un proyecto moderno y ambicioso comprometido con la democracia social en Venezuela, necesitamos deslastrarnos del perverso vínculo mercantilista entre el votante y el partido, e impulsar redes que promuevan un programa destinado a garantizar el acceso a las políticas públicas sin que el requisito indispensable sea un carné de militancia. Tenemos muy claro el modelo del que queremos distanciarnos.

Preparamos un programa, trabajamos en crear consensos de apoyo y lo estamos presentando al país, para que lo acepte o lo rechace.

Estamos convencidos que Venezuela no va a superar esta crisis de la mano de un partido populista que gira alrededor de la retórica y el carisma de un líder. Tampoco vamos a apoyar propuestas de quienes desprecian la política y a los políticos, pero quieren el poder, un poder sin democracia.

Un Nuevo Tiempo está comprometido con modernizar nuestra sociedad. Nos retamos a civilizar la política y hacerla útil para nuestros ciudadanos, a proponer un modelo económico que deje atrás el mero extractivismo, a reconocer los derechos en igualdad a quienes se sienten diferentes, a impulsar los valores del feminismo, a tomar acción frente al cambio climático y la necesidad de proteger el ambiente, a trabajar por recuperar la cohesión social y el ideal federal y hemos cumplido.

Sabemos que el reto que viene, es el más importante. Cumplir con la palabra empeñada, y al final del largo camino de la recuperación de la nación poder afirmar, tal como lo hace el fundador de este partido: Dicho y Hecho.

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