A efecto diáfano, infiero ante la plataforma científica que pondera lo racional, absolutamente que más allá del señalamiento psicoterapeuta y en otro particular liberal del manifiesto psicológico, ya que de forma concisa subrayo que no soy excéntrico; claro, a excepto de mostrar elocuencias por explorar espacios novedosos, al respecto de sacar
otras conclusiones tal vez acepte sin refutaciones la crítica moderada, pues tengo cualidades de ser bipolar más en el punto lineal que venti!o desde donde resido, incido contra las tertulias mediáticas, contrastes, desatinadas, manipuladoras, infames, calumniadoras, entre otras.
Aunque no venga en cuanto, considero que ahora bien o mal de manera consciente, diferir para quienes eclosionen criterios adversos al raciocinio, sino actúan por instinto. Qué voy a decir de mi vida privada en unión familiar, al tanto, cuando llegue el instante de hablar a calzón quitado toda la privacidad en cuanto a mis acciones, secretos, planes, proyectos, espectáculos, ideas, expresiones, obras, dilemas, intimidades, entre otros, lo manifestaré sin ofensas ni amenazas menos intimidación.
Al margen de lo divulgado señalo que prosigo ilustrando una sonrisa discreta al lente existencial, disfrutando en son afable cada escena que presenta la vida, (según sea su causa circunstancial) a lo máximo como si fuese el último día complemento el positivismo,
abierto a la esperanza, con fe en el Supremo y amor por lo que realizo, así despejo a fuerza de voluntad lo perplejo, expuesto a concebir ideas y paliar lo uno con lo otro gradualmente, atento de no caer en lo abstracto.
Del mismo modo, eclosiono en parlamentar tras el epicentro teatral que proyecta la vida, donde doy cabida al rol social, protagonizando una comedia, farsa, tragedia o drama, alejado de elogiar lo antagónico ni redundar con parlerías, a la vez converjo
paralelamente para no entrar en la zona de conflicto, optando por seleccionar vías alternas, lejos del conformismo bandeo la buena vibra sin ambigüedades sino rompiendo paradigmas, estoy latente al peligro disipando las tempestades, abriendo sendas para conquistar.
Prosa en Verso
Régulo José Santos