Concluye la campaña electoral en Túnez ajena a las calles y a la prensa

Los adornos navideños en vitrinas de comercios y los cafés y restaurantes decorados con decenas de banderas con motivo del mundial de fútbol contrastan con la casi ausencia de pancartas electorales en la última jornada de la campaña para las legislativas del próximo sábado en Túnez.

Los 1.055 candidatos que aspiran a ocupar los 161 escaños del Parlamento ya no cuentan, según la nueva ley electoral, con el apoyo de partidos políticos- excluidos del sufragio, ahora regido por listas uninominales a dos vueltas- ni de financiación pública.

Las redes sociales parecen haber reemplazado los tradicionales mítines y el reparto de octavillas mientras las paredes de los colegios- único emplazamiento autorizado para su publicidad- se mantienen en su mayoría intactas.

La apatía es uno de los grandes lastres de este proceso. Zina, empleada en una agencia de cooperación, descubrió su existencia hace apenas dos días. “Me extrañó que hubiera elecciones y nadie hablase de ellas, ni en la calle ni en la prensa. Habrá una gran abstención y será una oportunidad para desacreditar al presidente”, asegura optimista.

La Instancia Superior Independiente para las Elecciones (ISIE), encargada de supervisar la consulta y cuya directiva fue modificada meses antes por el mandatario Kais Said- que se arrogó plenos poderes en julio de 2021-, ha sido duramente criticada por sus decisiones unilaterales.

Sami Ben Slama, exmiembro del consejo de la ISIE, la califica de “anticonstitucional” y acusa a sus antiguos compañeros de falta de neutralidad y de irregularidades para ofrecer “pleitesía” a Said.

La prueba, insiste, el «error» en la publicación de los resultados del referéndum constitucional del pasado julio, que despertó dudas sobre un posible fraude, o la decisión de prolongar el plazo límite para presentar candidaturas sin respetar el calendario legal.

BAJO BLOQUEO MEDIÁTICO

En medio de un litigio entre la ISIE y el órgano regulador del sector audiovisual (HAICA) para fijar las reglas de la cobertura mediática, los periodistas denuncian su incapacidad para ejercer una labor informativa. Para el presidente del sindicato de periodistas, Mehdi Jlassi, esta es una situación insólita desde el inicio de la transición.

“La ISIE se ha apropiado de prerrogativas que no le corresponden, como es el control de los medios, para apartarles y controlar a la opinión pública. No es independiente, es incompetente y no ofrece ninguna garantía de elecciones libres y transparentes”, señala el responsable.

Por su parte, la Asociación de Corresponsales Extranjeros en el Norte de África (NAFCC), formada por medio centenar de profesionales, lamenta una normativa “confusa” que estipula que los candidatos no pueden “utilizar” a la prensa extranjera para su campaña a riesgo de ser sancionados e, incluso, atacados ante los tribunales. Por ello, las declaraciones recogidas por Efe serán presentadas bajo anonimato con el fin de proteger a los entrevistados.

CANDIDATOS BAJO ANONIMATO

La candidata anónima, una de las 121 mujeres que concurren, es originaria de uno los barrios más populares del extrarradio de la capital y asegura que su motivación es sacarlo del “olvido” del Estado. Aunque no cree en la distinción de derechos entre hombres y mujeres, admite las dificultades de éstas para presentarse a los comicios en igualdad de condiciones, principalmente en zonas rurales.

La empresaria promete priorizar la falta de infraestructuras públicas y la gestión de la basura pero también la prevención del consumo de drogas entre los jóvenes y su deseo de emigrar a bordo de pateras.

Acompañada de un discjockey y un payaso para entretener a los niños durante una sesión de juegos en uno de los terrenos vacíos de este suburbio, bajo la atenta mirada de los padres, ofrece un breve discurso sobre su candidatura y reparte bolsas de patatas antes de marcharse en su llamativo coche de lujo.

Para el segundo aspirante anónimo, la consulta se presenta menos complicada: será elegido automáticamente al ser uno de los diez candidatos únicos del territorio. A pesar de ello, ha decidido invertir sus ahorros, 7.000 dinares (equivalente a 2.000 euros), y cuenta con el apoyo de sus compañeros de trabajo.

La ausencia de candidatos, afirma, es la prueba de que la competencia no ha logrado la legitimidad de los ciudadanos para recolectar las 400 firmas necesarias, la mitad de ellas de mujeres y el 25% de jóvenes menores de 35 años. Junto a una decena de simpatizantes, recorre las calles de su ciudad, para invitar a sus vecinos a participar «masivamente».

Su paso por la política en un pequeño partido, relata, le convenció de su escasa utilidad en un país que carece de “madurez” suficiente. Convencido del cambio instaurado por el presidente, con la nueva constitución y la ley electoral pese a sus “lagunas”, defiende una futura Asamblea con miembros más “competentes” y confía en que la vida de los tunecinos prosperará una vez que la vida política mejore.

Con información de Agencia EFE

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