Rayos X a la política venezolana hoy. Por Leandro Rodríguez

Para cambiar, estamos obligados a aceptar en Venezuela no hay democracia, por tal motivo, todas sus herramientas deben ser olvidadas hasta que se restituya, no creemos se requiera mucho esfuerzo para comprenderlo, basta mirar al pasado reciente donde elecciones absurdas y pantomimas de diálogos han sido solo útiles para el régimen y sus “colaboradores”, término muy sutil para lo que en realidad personifican.

No existe algo como “el chavismo democrático”, el expresidente Chávez fue muy claro en su obra, anulando el poder del voto, exacerbado el centralismo, idolatrando al castrismo, condenando detractores, imponiendo controles, por ende, nada que lleve pre o sufijo “chavista” podrá ser democrático, es una contradicción.

Por otro lado, debemos asimilar hasta el momento el chavismo es amo y señor dentro del país, anclando su hegemonía en el manejo absolutista de las instituciones, recursos y armas de la república, institucionalizando la violencia como mecanismo de control, por ello continúa imponiendo la agenda política de la nación.

Precisamente, es hora de alterar inteligentemente esta macabra correlación. Aprovechando el genocidio ruso en Ucrania, la energía venezolana es urgida por occidente, mientras al chavismo le urge reconocimiento, realiza maniobras para lograrlo y reingresar al espacio geopolítico al que Venezuela pertenece. Lastimosamente para el chavismo, la única manera de conseguirlo es por la vía electoral y ese es un escenario que el castrismo venezolano no controla, pues los actos gubernamentales que perpetra con ese calificativo están agotados, lo “electoral” bajo sus reglas no pueden generarle más dividendos.

En consecuencia, surge una posibilidad única para el liderazgo opositor venezolano, para el país: La comunidad internacional no reconocerá ninguna elección antidemocrática e inconstitucional, por el contrario, podría generar más sanciones. Así, debemos actuar en función a nuestras necesidades, es decir, apoyando al liderazgo requerido ¿Cómo eso?

Urge desideologizar la política, hacerla racional, devolverla a la realidad, veamos: Para comenzar, ningún político beneficiado por decisiones de las instituciones “profundamente chavistas” puede ser opositor, en pocas palabras, los denominados “alacranes” deben ser inequívocamente considerados aliados acérrimos del chavismo… el nuevo “polo patriótico”.

De la oposición orbitante al G4 (AD, UNT, PJ, VP y demás) tampoco hay que fiarse, no solo por las denuncias de corrupción que recaen sobre ellos, sino porque, a pesar de haber constituido la Plataforma Unitaria Democrática, no parece existan intenciones de concretar las primarias, la carencia de figuras con credibilidad/confianza pertenecientes a estas organizaciones les impide obtener el triunfo limpiamente, estiran intencionalmente los tiempos para forzar al consenso. Además, son solo garantía de participación en las presidenciales 2024 sin propiciar ninguna otra lucha de las innumerables que requiere el país, es decir, irían como dóciles corderos a otro proceso electoral en absurdas condiciones, de esos que destruyeron al país ¡Eso es colaboracionismo! Hablar de elecciones cuando hoy el voto no premia, no castiga ni genera cambios es ser servil al régimen.

Ahora bien, las primarias deben ser consideradas simplemente un mecanismo que permita superar las decaídas expectativas electorales, deben ser integrales, teniendo como principal norte la relegitimación y reorientación de la conducción opositora, comenzar de inmediato con la lucha por el rescate de nuestra constitucionalidad, de nuestra democracia. Solo así el venezolano podrá demostrar interés en lo electoral, pues en la actualidad ocupa el 100% de su tiempo a la sobrevivencia diaria, aborrece el tema político.

De este modo, las verdaderas opciones de cambio para el país no son pocas, pero muchas están inhabilitadas, algunas no han demostrado interés en prestar sus nombres para la lucha, otras valientes están dando la cara.

Atendiendo a la realidad, es decir, a la imposición de la agenda política por parte del régimen, a las primarias como mecanismo de selección del abanderado opositor, los venezolanos deberíamos avocar nuestra inteligencia; sí el régimen quiere elecciones pues exijámoslas apegadas a la ley, presionemos por todas las vías para que sean respetados los verdaderos preceptos democráticos. Sí las primarias son el mecanismo escogido, elijamos a la figura que realmente represente la ruptura con el oscurantismo reinante, por encima de desalmados cómplices… no aceptemos ser los tontos útiles de los destructores del país, que el tiro les salga por la culata.

En este orden de ideas, para cambiar las reglas del nefasto juego de hoy, poder propiciar las transformaciones anheladas, es perentorio escoger la figura adecuada. Bajo nuestra óptica profesional y ciudadana, la única que reúne estas características es María Corina Machado, por ser quien en todo este tiempo ha guardado coherencia, conexión con la realidad y ha demostrado ser poseedora del ímpetu que a todos los demás les ha faltado. Sépase, no se trata de recrear mesianismos, con ella están muchas otras personalidades capaces a las que el régimen teme… No hay otra alternativa en todo el país que encarne el cambio, por eso régimen y G4 tiemblan ante lo que representa María Corina Machado con los venezolanos detrás.

 

 

 

Leandro Rodríguez

@leandrotango

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