Una mirada a la crisis 2030. Por Albert Geovo

De arriba abajo, viene armándose aquel escenario que el rabí de galilea vilipendiado, traicionado, envidiado y odiado por muchos, pronunció, en palabras del apóstol Mateo: “Y oiréis de guerras y de rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es menester que todo esto acontezca; mas aún no es el fin.  Porque se levantará nación contra nación y reino contra reino; y habrá pestilencias, y hambres y terremotos en diferentes lugares”.

Alrededor, estas palabras de carácter eterno, resuenan en las mentes del mundo, mas no por eso se tienen presentes, ante todo el escenario apocalíptico que se desarrolla junto a una narrativa escatológica que cada vez toma más fuerza por los predicadores del desastre que pretenden levantar en todos los lugares, poblados de la tierra.

Querido lector,  si se hace insight desde cuando se viene predicando por los profetas del desastre sobre el fin de los tiempos con tanta intensidad y encaje tan perfecto, se puede deducir dos aspectos importantes de esa narrativa escandalosa:

En primer lugar, es que aún no es el fin y en segundo lugar, que las fuerzas opuestas a la realización de esos planes y proyectos, contrarios a la vida, no gobiernan solos; sino que tienen grandes motivos por los cuales no han podido vencer durante siglos el orden natural, espontáneo y perfecto controlado por el Creador del desarrollo de la humanidad.

Por tal razón, para sostener un matrimonio con la vida, el amor y la libertad, es necesario alejarse de toda idea, narrativa, difusión que pretenda limitar la realización y desarrollo de las potencialidades materiales, espirituales, contrarias a la vida. 

Si bien es cierto, que todas las sociedades han atravesado etapas de esclavitud y diásporas, denunciadas por cronistas de las distintas épocas; debido a costumbres, tradiciones, sistemas y formas de gobierno, deplorables con toda índole de defraudes, extorsiones fiscales, vilipendios y conductas anti humanas, impuestos por los totalitarismos con sus caracteres tiránicos, más todas estas razones, primero se hacen presente en la psicología humana para luego ejercer control sobre el individuo y la sociedad.

Tampoco es cierto que las hambrunas, e incluso las enfermedades aparezcan de forma espontánea, sino que todas son efectos de la gestión de políticas públicas y/o reglamentaciones antinaturales contrarias a los valores humanos como la vida, el amor y la libertad.

Desde otro ángulo, las diásporas observadas que tienen registros a través de los siglos, son las prueba contundente del daño que ejerce la gestión pública, al establecer variadas y fuertes instituciones legales por vías de impuestos de la mano al aumento de oficinas públicas con trámites burocráticos que, terminan recrudeciendo las restricción de las libertades civiles, económicas y políticas que se traducen en mayor control social, más estatismo con una escalada de tiranía a nivel global.

Encima sucede que, sin darse cuenta el común denominador de la masa social habita todo un mismo planeta en el que todos podrían ser capaces de romper las ideas contrarias a la naturaleza humana que afectan de forma directa a la sociedad mundial, sabiendo que, todo lo que oprime a un individuo en cualquier latitud, afecta todo el género humano, siendo esa, la razón de las diásporas en las naciones; los desajustes en la economía e incluso, la disfrazada esclavitud que somete a todas las naciones desarrolladas o no.

Actualmente el sistema de gobernanza mundial, está diseñado para esclavizar al ser humano, esa esclavitud comienza por el sistema de creencias junto a la avalancha de leyes y reglamentaciones de control poblacional. Es decir se gobierna a través de las ideas más que por la fuerza. 

Para completar, el sistema financiero, económico global, no deja de emitir papel moneda o lo que es igual fiducia, moneda inorgánica, sin ningún respaldo en oro que sustente las constante inflaciones de la moneda que se emite año tras año y que afecta a todas las naciones desencadenando las inflaciones que de manera sostenida presentan las naciones, devaluando la moneda, encareciendo los productos de primera necesidad y consumo de las poblaciones; además de las alzas en las tasas de interés que estas gestiones macroeconómicas generan se reflejan directamente en el crédito y cuentas en general a nivel mundial    

Así que, mientras la humanidad no esté consciente de esos hilos que inciden en la psicología de la conducta, que atan el desarrollo, no podrán ser libres; sino que cada día pesarán más las cadenas de la ignorancia que degradan la condición humana.

Además que, todos esos elementos sirven para reforzar las cadenas de las ideas anti humanas; tales razones no podrían  existir sin la presencia de los medios, en relación con la psicología de las masas que inciden de forma directa en el modelo perfilado de la conducta.

A lo largo del tiempo, se requiere cambiar el sistema, cuestión que, implica en primera dimensión, cambiar la forma de pensar, esto es posible desde el mismo momento que se hace consciencia de ello en todas las dimensiones, haciéndolo carne y sangre hasta la psiquis para luego repercuta tal trabajo en la psicología de la conducta.

Bastante se ha hablado con registros históricos en los últimos dos siglos, que, el desarrollo de los pueblos ha sido posible al libre comercio, la desregulación de los factores y medios de producción; sin embargo, hay intereses geopolíticos, geoestratégicos que durante siglos no desean que estas ideas se lleven a cabo en las naciones, en especial las clasificadas, como países no desarrollados, porque eso comprendería que las naciones se liberen del modelo tiránico que las gobierna. 

 

 

 

 

 

Por Albert Geovo

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