Primarias ¿Principio o fin?. Por Leandro Rodríguez (@leandrotango)

Maduro, el chavismo entero, se encuentra en campaña electoral desde hace semanas, sin empacho alguno, con miras a la trémula fecha 2024. El régimen anunció el 1X10 bajo la fachada del “buen gobierno”, pero nos preguntamos ¿Cómo este mecanismo puede solventar los principales problemas que padecen los venezolanos? Pues, éstos no provienen desde sus comunidades, sino de lo nacional, de la visión país que imponen sus conductores.

Nos explicamos: Muy difícilmente, a través de un 1X10, se pueda frenar la inflación o los venezolanos puedan reestablecer el sistema eléctrico nacional. Cómo podría el 1X10 solucionar la exigua producción de gasolina, de gas, equipar o modernizar los hospitales. De qué manera podrían devolverle el poder adquisitivo a nuestra moneda o enfrentar un hampa impune y mejor armada que los organismos de seguridad… señores, el 1X10 ni remotamente podría solucionar las necesidades sentidas de los habitantes de este maniatado país, no es más que una burda treta electoral con miras a las presidenciales 2024.

Este mecanismo culminará su existencia como todos los supuestos “programas sociales” del chavismo, en decepción y partidizadamente, sin embargo, resaltamos la capacidad del régimen para aplicar estrategias puntuales con fines específicos. Mientras, la oposición asombrosamente aún debate sí permitir o no al CNE como órgano garante de los venideros procesos de primarias, por supuesto, con los participantes ungidos por el propio chavismo ¡Dantesco!

Las primarias son un arma de doble filo, letalmente afilado, cuya mala praxis determinaría la muerte política de todo un sector político nacional, al menos, por un buen tiempo y, estimado lector, tiempo es lo que no tienen los venezolanos ante el recrudecimiento de todos sus padecimientos, los que no puede cambiar un 1X10.

Las primarias solo tendrían un desenlace propositivo, favorable al país, sí es realizado al margen de las instituciones psuvizadas, con la participación de los venezolanos en el exterior, con la participación de los políticos inhabilitados ilegalmente, con observación internacional como garante del proceso, con organizadores (probos) de la sociedad civil y sin fines electoreros, sino inmediatos, apegados las exigencias de la ciudadanía quien tiene ya una agenda propia, ajustada al país real.

Otro factor determinante resulta ser que quienes hoy detentan posiciones directivas no busquen reelección, no tendría ningún sentido que las organizaciones políticas resultasen dirigidas por los mismos “líderes” de hoy, totalmente inocuos ante el castrismo venezolano. Los aspirantes deben pertenecer a la anhelada generación de relevo, Juan Guaidó entraría en ese proceso de cambio, hecho que tuviera que aceptar la comunidad internacional.

Por otro lado, consumar un proceso de primarias, con el CNE, con los candidatos que el régimen permita, con miras a las “presidenciales 2024” no implicaría ningún cambio, pues el chavismo se ocuparía eficientemente de imponer su oposición de bolsillo, sus títeres electoreros, cómplices de procesos electorales ilegales e ilegítimos, los que (entre otros hechos) generan las sanciones internacionales. Venezuela continuaría su senda destructiva, cada vez más aceleradamente.

Es preciso que la conducción política, la orgánica, de partidos, logre reestablecer canales conductivos con los ciudadanos, hoy en niveles mínimos, de hecho, los venezolanos se encuentran huérfanos de liderazgo político, no se encuentran identificados por ninguna figura, ni por lado del chavismo ni de la oposición, Maduro surfea solo, eso sí, impositivamente. De este modo, las primarias opositoras, serán un evento que puede comenzar a salvar a Venezuela o hacerla sucumbir mucho más.

 

 

 

Leandro Rodríguez

@leandrotango

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