¿Ideologizados o idiotizados?. Por Leandro Rodríguez (@leandrotango)

Que extraordinario momento para que los venezolanos finalmente entren en juicio, para comprender la política, profundizar en nuestra cultura política a finde que deje ser embrionaria (tercermundista) y comience a formarse como es debido, a la luz del Siglo XXI, de todo lo que, sobre todo en nuestro país, ha acontecido… lo bueno y lo malo.

Las ideologías políticas son un veneno a la sociedad, son aplicables solo a “las bases”, al ciudadano común, mientras quienes la patrocinan se hacen inmunes a la predica, incluso, se sitúan por encima de ella, veamos.

Desde que el expresidente Hugo Chávez se encargó de ideologizar la nación, partidizar la sociedad, nuestro país aceleró vertiginosamente la senda de la pobreza, del caos. Los males de la llamada IV Republica se agudizaron terriblemente, para colmo, se han agregado males infinitamente peores, inimaginables hace más de 20 años.

La gran pregunta ¿Los patrocinantes del socialismo del Siglo XXI viven “socialistamente”? Obviamente no, no viven de bolsas Clap con comida de quinta categoría, no hacen colas para gasolina, no padecen las incomodidades de las fallas eléctricas, de la escasez de gas, la inseguridad, de sueldos miserables, ni nada de lo que usted sufre por culpa de ellos. Por eso es muy sencillo para ellos exigir paciencia, obediencia, “rodilla en tierra”, pues lejos de sufrir disfrutan de vidas privilegiadas, a la mejor manera de jeques occidentales.

Pero la maldad de las ideologías no es exclusiva de nuestro país, por ejemplo, mientras jefes de Estados despotrican, por ejemplo, el estilo de vida americano, “The american lifestyle”, concretan todo tipo de relaciones comerciales con sus supuestos enemigos. Tras la quiebra de Pdvsa por corrupción y desidia, fue el petróleo ruso quien sustituyó el petróleo venezolano en Estados Unidos. Mientras Chávez despotricaba de los gringos, crecían las importaciones de alimentos, enseres y (mientras Pdvsa pudo) de petróleo. Mientras que la cleptómana izquierda socialista de Lula, Correa, Evo, Kirshner, Bachelet y demás, criticaban los gobiernos de Clinton y Obama incrementaban los intercambios comerciales (y de todo tipo) con los Estados Unidos… y la Europa capitalista.

China, “archirrival” de los gringos, prácticamente depende económicamente de ese mercado y viceversa, en líneas generales, lo ideológico es un ardid cazabobos a lo interno de las naciones subdesarrolladas/tercermundistas en lo político, al final es lo económico lo que determina determina las decisiones de los gobiernos y el bienestar social. El mejor ejemplo son los nórdicos, quienes desecharon las ideologías políticas hace décadas y hoy son la región del planeta con mejor estilo de vida. A pesar de la existencia de la terminología “izquierda y derecha” es solo nominal, en la práctica la vida política se desarrolla atendiendo la realidad, por ejemplo: Al mejor manejo de los impuestos, la salud, la educación, la previsión del futuro, el ambiente, pensiones, entre otros aspectos de importancia palpable. Allá los presidentes (primeros ministros) si van en bus, usan hospitales públicos, dependen del sueldo, etc.

Nunca verá ni oirá a un finlandés, a un noruego, neerlandés, ni a un sueco decir que este año fueron más independientes que el anterior, ni que tienen más patria que hace dos años. Tampoco los verá midiendo cuánto ha crecido la soberanía en comparación al gobierno anterior ¿Por qué? Porque ello es inmedible, solo útil discursivamente en regímenes obtusos, creadores de mitos, de tiranos. Los ciudadanos de los países que hoy disfrutan calidad de vida alta se preocupan por mediciones como la inflación, el empleo, el PIB, la calidad de los servicios públicos, la corrupción, en fin, todo aquello que las ideologías ocultan.

Venezuela jamás saldrá de su caos premeditado hasta que se entienda los gobernantes son solo empleados públicos obligados a brindar resultados positivos, a quienes jamás se les deben perdonar errores ni dar segundas oportunidades, mucho menos alabar. Venezuela debe desideologizarse y aferrarse a la real realidad, al pragmatismo político, lo único bueno del chavismo es que nos ha enseñado a cómo no gobernar… al menos extraigamos esa enseñanza de estás luengas dos décadas.

 

 

 

 

Leandro Rodríguez

@leandrotango

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