Federico Gutiérrez, Ingrid Betancourt y Gustavo Petro. Por José Pons (@joseponsb)

Una Colombia que cambia y se transforma en base a un desarrollo que viene silenciosamente dándose y por la mezquindad de una oposición política, vana e irresponsable que igual al chavismo en Venezuela, colma con sus principios de un populismo absurdo, mentiras y cuentos de justicia social que se transformaron en una cuchilla para el propio cuello de los sectores pobres y humildes.

El engaño a Venezuela, ofrecido con “colores pasteles” ha sido evidente tras un país empobrecido, hambriento y con una inflación que va de la mano con un desempleo atroz y desalentador. El País, ha caminado los “cuentos de sirenas” de una izquierda que gusta jugar con cantos y melodías, para luego jugar con las expectativas de un pueblo que yace hoy, en las profundas garras de una dictadura de muerte en nombre de una supuesta revolución.

Sin pretender intervenir en un proceso electoral de Colombia; debemos asumir con mucho respeto el derecho de opinar, ya que su futuro inmediato posee un aval profundo que puede afectar notablemente las expectativas de cambios en Venezuela. Por lo cual, deberemos con suma sutileza ofrecer una nota que nos libera del pesar moral, de no haber dicho o actuado sobre tal tema. No deseamos que la historia nos lo demande.

Por otro lado, ya hemos entendido que cualquier cambio político en el continente afecta un equilibrio, que hasta la presente fecha es de muerte, pobreza y tiranía a lo largo de las Américas. Es entonces que son momentos de definición; en lo personal, acepto tal hecho y lucho contra el extremismo de una derecha perfectible y mucho más contra una izquierda comprometida desde Rusia, Corea del Norte, Irán, entre otros. Sembrado miseria y muerte por donde pasan, al mismo estilo de Atila, el rey de los hunos.

Gobernar a un país, tan complicado y con tantas responsabilidades internacionales tanto con sus compatriotas, como con la seguridad y estabilidad con el resto del continente. Lo hace verdaderamente interesante y en que manos de quien sea su “Director”; nos interesa a todos los vecinos de la comunidad latinoamericana,  y pensamos que  son momentos de afirmarlo. La transformación perfecta no la lograra el próximo presidente de Colombia, pero si debemos y estamos seguro que en manos de un líder joven, inteligente y capaz como Federico Andrés Gutiérrez Z. logrará con inteligencia  manejar el marasmo de un país, cuyas izquierdas sumadas a los intereses internacionales de estas, se tornan como un peligroso enemigo sobre la región.

Sentimos la necesidad de solicitar al pueblo colombiano una decisión inteligente y razonada en el marco de su propio futuro y de la seguridad de sus vecinos. El balance no es tan negativo como parece. Hoy Colombia, decide su futuro y vemos con simpatía este liderazgo atrevido, inspirador y capaz de  Federico Gutiérrez,  un profesional y político colombiano. Fue concejal y Alcalde de la ciudad de Medellín. Actualmente es candidato presidencial con una Hoja de Servicio Impecable.

Dr. José Ernesto Pons B

@joseponsb