Padrino López: La llama encendida del 4F será inextinguible en el alma y la razón

El 4 de febrero de 1992 quedó grabado para siempre como el día del rescate de la dignidad nacional, así lo destacó el vicepresidente sectorial de Soberanía Política, Seguridad y Paz, Vladimir Padrino López.

«Esa llama encendida del 4 de febrero será inextinguible en nosotros, en el alma, en el corazón y en la razón», expresó durante su participación en el foro con motivo a la celebración del histórico 4F de 1992, actividad efectuada en la sede de la Academia Militar del Ejército, en Los Próceres, Fuerte Tiuna, Caracas.

Remarcó que hace 30 años el comandante Hugo Chávez decidió separarse de la podredumbre y la desmoralización para retomar la dignidad nacional.

«El motivo que mueve la historia de Venezuela es su dignidad, la dignidad originaria de Bolívar que ha venido resurgiendo de las cenizas, y uno de esos de fue hace 30 años por el comandante Chávez», aseveró Padrino López.

La madrugada del 4 de febrero de 1992, el país se levantó en medio de una rebelión de militares, quienes en su intento por dar un frenazo al colapso en el que las clases dominantes habían sumergido al país, revivieron la esperanza maltratada de un pueblo.

Los uniformados junto al Teniente Coronel Hugo Chávez se identificaron como el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200), movimiento político fundado a lo interno de las Fuerzas Armadas en 1983, bajo el pensamiento de Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora.

Frustrado el intento de toma de la ciudad capital, Caracas, los insurgentes se rindieron, luego de que las guarniciones del interior del país fueran recuperadas por las fuerzas leales al Gobierno de entonces.

Chávez y los oficiales rebeldes fueron arrestados y privados de su libertad por fuerzas de seguridad. La histórica alocución del comandante insurrecto fue transmitida ante los medios de comunicación, y el pueblo venezolano se maravilló de ver a un joven y desconocido militar asumir la responsabilidad del alzamiento, quien en forma firme y decidida ordenaba a los insurgentes que aún luchaban en Maracay, estado Aragua, y Valencia, estado Carabobo, que se rindieran, para evitar mayor derramamiento de sangre, a la vez que pedía a sus partidarios deponer las armas.

Con información de AVN / El Universal

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