Barinagua. Por Leandro Rodríguez

De la noche a la mañana, Barinas dejó de ser Barinas y se convirtió en nuestra Nicaragua, el régimen sin empacho alguno ni honorable estrategia recurre a su violencia institucionalizada en pleno, para subsanar un “error no previsto” el 21N.

Y es así, desde hace mucho tiempo el chavismo dejó de ser estratega, de sacar cuentas meticulosas, de prever cirujanamente escenarios de confrontación, hoy solo actúa a sabiendas es dueño absolutista de las instituciones, de los recursos y de las armas del Estado, mismos que usa a discreción. Dentro de nuestras fronteras ha demostrado ser amo y señor a pesar de ser el gobierno más repudiado en toda nuestra historia.

Como régimen autoritario, da mucha mayor relevancia a sus símbolos que a la sensatez política, que a la democracia, que a la constitucionalidad, en su obtuso imaginario sus autoengrandecidos líderes son la gasolina de sus obras y omisiones, un anclaje muy ortodoxo, típico del linaje de las dictaduras que hoy tienen más de 50 años.

¡No hay dudas! Qué le costaba entregar Barinas y darle mismo trato que aplica a los demás espacios que pierde, restándole competencias, facultades y recursos, ya para hoy (más de 2 semanas del 21N) los venezolanos hubiesen olvidado ese episodio y estuvieran encarando la navidad, con todo lo que ello implica en estos momentos.

Aún está a tiempo, la sala constitucional del TSJ puede corregir el desafuero de la sala electoral y devolverle a Freddy Superlano su triunfo, de esta manera no seguiría enturbiando su ya abultado expediente de delitos electorales. Pero tal como son las cosas con el chavismo, su especialidad es empeorar lo que está mal.

La inhabilitación de las segundas opciones MUD, la imposición de Jorge Arreaza como nuevo candidato PSUV y la burla de Claudio Fermín como candidato, nacido en esa entidad, pero caraqueño desde hace décadas, dan idea de lo que va ocurrir el 9 de enero. Sí el 21N el régimen tuvo que recurrir al absurdísmo para arrebatarle el triunfo a Superlano, en enero todo lo que hemos visto hasta el momento será poco.

El régimen nos demostró en el intento de “constituyente” de 2017 quien tiene las armas. El 21N nos recordó quién tiene los recursos, con los que compra candidatos, partidos y campañas electorales. Con Barinas nos restriega en la cara quién tiene las instituciones del Estado.

A todas estas, las próximas elecciones regionales en Barinas son una demostración de la política real, el chavismo hará todo cuanto sea posible para ganarlas, tratará de cumplir promesas incumplidas desde hace más de 22 años, dispondrá de todo “el lado oscuro de la ley” cuanto sabe hacer. Su arrogancia castrista hizo de una simple derrota en Barinas el 21N una gran derrota nacional y con implicaciones internacionales.

Las expectativas no son muchas, porque de llegar a triunfar el candidato MUD las instituciones rojas lo despojarán de competencias, facultades y recursos amén de una lista infinita de tropelías contra la decisión electoral de los ciudadanos.

Sin embargo ¡Ojo! Barinas, al igual que toda Venezuela, está harta del régimen, cualquier maniobra ilegal e ilegítima puede desatar un ciclo de protestas no solo en esa entidad, sino tener repercusiones nacionales y fuera del país, porque cuando se retiene el poder en la forma como lo retiene el chavismo, cualquier hecho sobrevenido puede ser apocalíptico. 

 

Leandro Rodríguez

@leandrotango 

 

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