Elecciones sin compromiso político. Por Eneida Valerio Rodríguez

Las elecciones regionales pautadas para  el venidero  21 constituyen incerteza para el ciudadano, clara derivación del desgano marcada por la inconsistencia verbal y moral de los aspirantes  y dentro de esa precariedad,la falta de oferta  electoral, que  complicó el panorama nacional en este proceso, próximo a expirar. 

 Los servicios  públicos decadentes, salud  en cuidados intensivos, seguridad social inexistente, inseguridad y corrupción inacabadas, no fueron temas de enamorados candidatos con sus  electores. Lució claramente, el compromiso de los  candidatos  con el régimen y en muchos casos, una  puja  de contradictorias conductas. Por eso, cuidaron el discurso con sumo interés  y celo. Se olvidaron los opositores que el discurso es una herramienta determinante en la propaganda de campañas políticas, para enganchar al elector.

La corrupción, no tiene límites. Es un tema tratado de muchas maneras por analistas y entendidos en la materia. Ha sacudido su impunidad como nunca en nuestra historia, la conciencia nacional. 

La corrupción, enraizada en cada estamento social, se ha tragado miles de millones de dólares en infinidad de casos sin sanciones y deja sumida consecuencialmente, a grandes capas de la población  en la pobreza extrema, ubicada por encima  del 50%. Tragedia, que cuesta entender. 

Hay complicidad y complacencia  para militares y funcionarios, para venezolanos y extranjeros. Para todos, los imperativos sancionatorios no existen. El averno, nos rodea y nos lanza al vacío. 

Entre tanto el país, está paralizado sin liderazgo confiable. El país, agoniza  yermo en su institucionalidad. 

 Es tales circunstancias, vale señalar  que en la corrupción, lo importante es alcanzar  los objetivos y no las vías para lograrlo. En cada acera, los personajes  de ambos  bandos, están vestidos con trajes parecidos; muchos lunares de dudas y pocas rayas de verticalidad ciudadana.

Estas preocupantes cuestiones, además de la sumisión del CNE al Ejecutivo Nacional, sustentan dos posiciones en relación con los comicios del 21N. Unos sectores, a favor y otros en contra. En la primera, ubicamos a los defensores del voto, quienes sostienen la necesidad en la defensa institucional y en fortalecer mecanismos de participación electoral. Consideran los riesgos de perder el residual de, libertades como la escogencia de  candidatos.

En la segunda posición, empezando por el Presidente (E) Juan Guaidò  y voceros internacionales, se cuestiona la falta de condiciones electorales. El CNE sigue secuestrado por el régimen y  para  entenderlo, nada mejor que leer las declaraciones de los rectores del ente y su acomodaticia posición. Sin garantías del organismo rector, sostienen, en el respeto del voto, los resultados  no son creíbles.

La poca confianza de la población en cuanto resultados, no tiene antecedentes en el país. Las primeras elecciones realizadas en el Congreso de la  Republica en 1858  en plena  Guerra Federal que se extendió hasta 1863, dieron como presidente  ganador a Manuel Felipe Tovar con un balotaje superior al 50% de los parlamentarios. Solo  votaron varones con más de 20 años.

La participación femenina por vez primera en 1947, robusteciò el proceso electoral con una importante asistencia a las urnas. Aquel acto, tiene otras connotaciones, como el inicio de nuevas luchas femeninas por reivindicaciones en aspectos políticos. Podemos afirmar  que el voto, sacudió la conciencia  femenina  reflejada socialmente. 

Ninguno  proceso electoral, se cuestionó tanto como estos bolivarianos. 

 

Eneida Valerio Rodríguez

@eneidavalerio

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