Chavismo Dixit. Por Leandro Rodríguez

¿Ustedes creen que sí el chavismo se supiera perjudicado por una elección la llevaría a cabo? Olvidémonos de las suposiciones y vayamos al grano. En 2001 y 2002 Chávez afrontó su peor crisis política, tanto que fue derrocado, suscitada por no querer someterse a un referéndum consultivo “Así lo pierda 90 a 10, yo no me voy” aseguró en su egocéntrico programa televisivo “Aló Presidente”. No fue sino hasta 2004, luego de lograr designarán a Jorge Rodríguez presidente del CNE, que aceptó medirse, supo ya podía controlar al máximo órgano electoral, amén que el boom petrolero más alto y largo de la historia ya tenía vida.

En 2016 el régimen evadió de la manera más vulgar posible, jurídicamente hablando, el referéndum revocatorio, con argumentos y desafueros que hacen imposible se pueda realizar alguna vez, mismas estratagemas las están reservando pata el 2022… ¡Júrenlo!

En 2017 el régimen convoca una “constituyente” expropiando la Constitución a los venezolanos, haciéndola propiedad de Maduro, en la forma como fue impuesta, a parte de ilegal, ilegitima y enlutando la nación, fue diseñada para que, en el supuesto negado participase la oposición, el chavismo aseguraba la mayoría. Justamente, en primera instancia, antes incluso de asumir, en 2015 restaron 3 diputados a la oposición a fin de anularle la mayoría calificada que podía, entre otras facultades, convocar una Constituyente real.

Desde 2017, a sabiendas ya les he imposible ganar un proceso electoral, a pesar de contar con todo el ventajismo imaginable, los comicios pasaron ser maquilas electorales a la imagen y semejanza del chavismo, es decir, con candidatos pactados.

A partir de ese momento, el chavismo no aplaza ninguna elección, incluso las inventa o las adelanta, nuevamente pudo asegurar la supremacía del proyecto castrista por encima de la voluntad de los venezolanos. Antes las instituciones rojas masacraban a las instancias que los venezolanos restaban al chavismo, ahora, sencillamente, los candidatos dizque opositores no representan amenaza alguna… la minoría que no ha pactado serán aplastado por la (des)institucionalidad roja.

Tanto es el descaro que básicamente el discurso electoral de esta “oposición participante” es idéntico al del chavismo, acusan a las sanciones no a las verdaderas causas que las originan, ninguno plantea la ilegalidad del régimen ¡Lo reconocen! y parecen estar más preocupado en atacarse “entre opositores” que al mismo régimen… toda una repugnante pantomima, perdonen nuestra franqueza.

Los reyes de edad media, apoyados por la iglesia de la época, apoyaban sus coronaciones y decisiones con el supuesto “Deus Dixit”, es decir, Dios ha dicho, nadie podía contravenir las decisiones reales.

Algo similar ocurre en esta Venezuela secuestrada por el chavismo y una oposición que, motivado a su incapacidad, no le quedó más remedio que cohabitar, siguiendo fidedignamente el libreto, la agenda del chavismo, por eso hoy en Venezuela estamos bajo la ignominia del “Chavismo Dixit”.

Imposible, repetimos ¡Imposible! creer en una oposición que siga al pie de la letra los designios del régimen. Una oposición real, a sabiendas de la ilegal e ilegítima retención del poder del chavismo, amén de todo lo que acontece internacionalmente, estaría apostando a su agenda propia, buscando el apoyo de la mayoría de los venezolanos que, dicho sea de paso, demuestra su repudio al chavismo y a sus colaboradores a través de abstenciones espontáneas. 

 

Leandro Rodríguez Linarez

@leandrotango               

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