Elecciones en nuestra madura Venezuela. Por Eneida Valerio Rodríguez

Las elecciones próximas para escoger gobernadores y alcaldes no han despertado emociones importantes y conforme las investigaciones de opinión pública no hay precisión en cuanto cifras porcentuales de votantes para las mismas. Sin embargo, los electores se mueven con rapidez al final de las campañas y es común que el letargo, caracterización para la toma de decisión, se identifique tardíamente y es cuando el padrón electoral en la dimensión de la participación se  puede conocer con mayor determinación.

Constituyen entonces estas consideraciones, los altibajos políticos en materia electoral, que en buena medida està sometida a factores perturbadores y cuyos elementos catalizadores dan paso a nuevos paradigmas y liderazgos llamados a sustituir a líderes vencidos y a otros, desvencijados. 

Cuando vemos en esos cambios políticos, las intenciones para encontrar estabilidad  política en medio de este absurdo caos, estamos en presencia de una fuerte sociedad madura.

En  Venezuela, hay una creciente construcción de espacios para nuevos líderes, que deberán diferenciarse una vez identificados, clara y oportunamente de los que han sucumbido y sobre cuyas tristes historias, hemos levantado las nuestras, a fuerza de concienciarnos sobre algunos asomos paradigmáticos, que parecen estar cercanos. 

En este contexto de sociedades maduras, la nuestra logra niveles importantes, porque en medio de condiciones adversas para la práctica democrática, implantadas por el régimen, el comportamiento del ciudadano no ha cesado en buscar y accionar mecanismos que impidan que desaparezcan las condiciones favorables que todavía, nos quedan.

Sobran ejemplos de lucha a nivel de grupos, organizaciones, individualidades así como de  otras instancias ligadas y preocupadas en la preservación de los necesarios canales de discusión y consolidación de la democracia, cuyas carencias, producto de medidas aplicadas por el gobierno nacional, en un largo proceso de destrucción general, ha logrado en buena parte, sus fines; obstruir en lo posible  espacios  para avanzar. 

En medio de esa madurez, los innovadores han demostrado disposición a los cambios  referidos. Son las distintas ONG defensoras de derechos humanos. Han cumplido y motivado nuevos escalamientos a nivel nacional en estas luchas afortunadamente, no en vano. Hay resultados concretos de cuanto han hecho para  validar la defensa de los derechos personales

Hay numerosos grupos carenciados en Venezuela, y sin embargo, desde esos mismos sectores quizás los de menores recursos, se han dado respuestas interesantes en los procesos participativos demandando soluciones a sus problemas. Esto es, una clara comprensión de que en democracias la participación, estimula respuestas positivas. Se hace necesario, fortalecer esos grupos sociales para mantener y generar los cambios mencionados, los cuales vienen dándose con resultados tangibles.

Un ejemplo reciente en tal sentido, lo han demostrado las filas  de  miembros del PSUV que pocos días atrás, demostraron abiertamente, su inconformidad con el proceso para escoger candidatos a las próximas elecciones de gobernadores y alcaldes. Son los mismos  grupos  de hace varios años empoderados, pero ahora concienciados sobre las perversiones de esos procesos, hicieron suyos y con denuncias públicas, los intentos de fraude cometidos por gruesos sectores del partido para imponer ganadores que nunca ganaron.

Es plausible entonces, que los nuevos liderazgos por emerger se exporten hacia la sociedad venezolana desde estas organizaciones que han librado una lucha  de persistencia para permanecer. Es posible que esas exportaciones sea lo mejor para los nuevos desafíos por  venir.

 

Eneida Valerio Rodríguez

@eneidavalerio    

 

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