Leyenda Roja. Por Albert Geovo

Existen mitos urbanos por todas partes, desde los más comunes hasta los más inverosímiles de cualquier ámbito histórico, místico e incluso  mítico. Pero tratando el tema político, reinciden siempre, la del cuento aquel, que el socialismo o el comunismo, no se ha llevado a cabo en verdad y que un mundo mejor es posible con la aplicación del socialismo, pese a que se sabe por los hechos, como prueba científica que no es posible el desarrollo y el mejoramiento de la calidad de vida de las sociedades, bajo los preceptos de la filosofía socialista y la implementación de las políticas públicas que muestra tal sistemas de postulados y creencias estatistas, proteccionistas que imponen la políticas socialistas

En ese sentido, el fantasma que recorre Europa, no se conformó con tan poco, se trasladó a todas las naciones del mundo, instaurando un nuevo paradigma, trasladando las conquistas individuales de los derechos naturales de la persona hacia los derechos colectivos que al final de cuentas desaparecen, ya que, al igual que las generalizaciones, los derechos colectivos terminan desapareciendo, por la lógica que ellos son en verdad individuales y, no por que incluyen la sociedad, quiere decir que sean colectivos, cuando son personales y atañen a la persona siempre.

Hay que sumarle, a toda la narrativa socialista, la construcción de los líderes mesiánicos y, apóstoles de la doctrina en todas las naciones de América Latina y el mundo; siendo tan publicitarios e incluso más que los súper héroes de la tiras de cómics. Observando que dichos movimientos estatistas, colectivistas, desarrollados en la historia  e incluso del presente siglo, no son posibles sin la construcción de un respectivo ídolo.

En el mismo orden hay que adicionar la narrativa  de reconstrucción de guerras libertadoras de las que se jactan y la incursión en otras naciones, invadiendo, vulnerando la soberanía de las mismas en las que en la actualidad lo han hecho más, a través del adoctrinamiento de las personas, por medio de las medios masivos y la subversión del sistema educativo de cultura occidental que por las armas.

Por otro lado, en el mismo sentido, por poner de ejemplo, existe la leyenda urbana, que contradice ampliamente  documentos históricos de la época, con la narrativa que ha construido la historicidad de la leyenda negra de España sobre la inquisición y la conquista.

Una leyenda negra, llena de superstición, donde lo más paradójico es que fue construida desde España y no como se cree que nace en las Colonias del otrora Imperio Español y fueron precisamente estas ideas las que proliferan en el seno de la clase en ascenso de la entonces España del siglo XIX producto de las ideas progresistas permeadas por la filosofía colectivista que comenzaban a socavar las bases del sistema monárquico para fundar la Primera República Española (1873) después del quiebre de la colonias en Hispanoamérica.

Así que, las ideas progresistas que han venido resaltando los valores de la filosofía estatista, proteccionista, marxista, y colectivista de todos los tiempos; recreando un sentimiento de rechazo contra los principios y valores de occidente, fundados en los derechos individuales y los elementos de la libertad.

Otras ideas que viene carcomiendo la mente de la sociedad, al igual que la esclavitud, la conquista, fueron los beneficios pírricos de la independencia de las colonias del antiguo Imperio Español, cuando no se dice absolutamente nada de sus perjuicios; en el mismo tenor  fueron también reconstruidas las narrativas de los hechos que desencadenaron la Revolución Francesa, luego la Revolución Bolchevique, el anarquismo en España en el siglo XX.

Permeados todos estos movimientos de los hitos históricos por intereses de poderes imperialistas de otras potencias y, en cuanto al anarquismo español en plena Segunda República de España (1936) financiado, y asesorado por el socialismo  del régimen comunista continuado por Joseph Stalin (pepito) denunciados por Orwell como un régimen totalitario, genocida, full de apartheid y hambre que se viene trasladando a todas las naciones del mundo, como un sistema totalitario, que, a través, de una narrativa que han construido intelectuales progresistas con todas sus variantes de la filosofía dialéctica materialista dentro del sistema educativo mundial que existe específicamente en las universidades.

En el mismo tenor se viene diciendo hasta la saciedad en todos los círculos académicos de muchas partes, que Europa fue reconstruida, a través, de un Plan Marshall de políticas socialistas, que si bien es cierto, que se destinaron una suma importante de dinero para ayudar a la reconstrucción, fueron más importantes las políticas de disminución de las barreras interestatales, menor regulación en la economía, en cuanto a permisologías en los negocios lo que catapultó un aumento de la productividad y nuevos modelos de negocios que hoy las naciones desarrolladas sostienen, fundamentados en los principios del liberalismo político y económico.

 

Albert Geovo

@aegeovo 

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