Carabobo y el ocultismo. Por Eneida Valerio Rodríguez

El venidero 24 la Batalla de Carabobo,cumplirá 200 años de su magnífica historia. La sabana de Carabobo, es el mayor  arraigo de la epopeya libertadora para los venezolanos, conquistada con un ejército patriota, brillante en infantería y caballería. Mientras el realista, conducido por La Torre, sostuvo este calificativo,para la infantería y no para la caballería, cuyos pasos inciertos en la conducción de la gesta, dieron al traste con la infantería y en consecuencia,con la derrota en la Batalla, frente a los patriotas.

Carabobo, selló 11 años de fracasos y victorias, de éxitos y desencantos.De renacer y comenzar. El Gral. en Jefe, Simón Bolívar,Jefe del Ejército fue el perfecto estratega para sorprender con alineamientos concretos al ejército enemigo y avanzar en el triunfo. 

Bolívar,con clara estrategia, dirigió la llegada de los ejércitos regionales,a los cuales instruyò hasta que llegasen a Carabobo. Desde Maracaibo, Rafael Urdaneta, comandó las tropas de occidente.El perspicaz cumanés,Gral. José Francisco Bermúdez,las de oriente. De los llanos,José Antonio Páez, comandó las suyas. A este bravo,” Centauro de los Llanos” como se le conoce, se le unió; Pedro Camejo-Negro Primero- martirizado en el combate y celebridad a la posteridad por su famosa y atribuida frase para despedirse mortalmente herido,de su jefe  Páez… ”Vengo a decirle adiós porque estoy muerto”. 

El ejército  patriota pasadas las 9 de la mañana, llegó al campo de batalla, conformado por 6500 hombres. Entre ellos: 339 británicos, diez alemanes y un polaco quienes se enfrentaron al ejército realista con 4279  y comandado por La Torre, muy desmoralizado porque España había dejado de interesarse en las bélicas batallas de la América.

A 200 años de Carabobo, Negro Primero, enlistado en el primer tramo de su vida de soldado,con el ejército realista antes de hacerlo con el patriota, es motivo de santería, ocultismo y satanismo. Su nombre, aparece junto a María Lionza,”la reina guerrera” como la define el afiche alusivo a los actos que desenterrarán el venidero 24 el culto a estas pertinencias ajenas a la institucionalidad jurídica de una Nación y de  sus raíces históricas. Rinden,estos desacertados actos acompañados de tambores, servicio a la destrucción y deshumanización nacional. 

Pedro Camejo, nacido Payara, Apure, a finales del s. XVIII exige reconocimiento a su arrojo, dada su acertada actuación en Carabobo,iinmortalizado desde las primeras horas de la tarde del 24 de junio de 1821 cuando el sol buscaba ponerse hasta el día siguiente. 

Se cumplen estos rituales, justamente cuando el gobierno nacional,busca apoyos internacionales en sus pretensiones de lograr reconocimiento como país y con la añadidura de que respeta los derechos humanos. Así, realiza algunos casos aislados para crear esa imagen, como detenciones a presuntos implicados en hechos de corrupción y una reciente libertad a un militar quien había cumplido condena desde hace varios meses. 

Da tímidos pasos en estos momentos, sin poder desvirtuar las violaciones a los derechos humanos los cuales constituyen un peso importante en las acusaciones ante la CPI.

Enterrar estas fuerzas en el Campo de Carabobo,ya lo comenzó el gobierno, con la Autopista Francisco Fajardo, nombre de un insigne margariteño, llegado hasta aquella falda del Ávila. Guaicaipuro, es el nuevo nombre de tan importante arteria vial de Caracas y transmite según las creencias; fuerza y poder. Con este cambio siguieron otros. 

Carabobo no es sala de espectáculos para enterrar santeria, ocultismo y chantaje a la conciencia del venezolano. Carabobo desde hace 200 años es el gentilicio nacional y mal pueden convertir, su historia sagrada, en hechiceras patologías.

 

Eneida Valerio Rodríguez

@eneidavalerio

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