La Derecha Latinoamericana. Por Albert Geovo

Se atribuye a Miguel de Unamuno la frase «Las cosas por sabidas se callan y por calladas se olvidan». Latinoamérica, como buena heredera de la hispanidad de los siglos pretéritos, no sólo adquirió el idioma y las costumbres, sino que con ellas también se transfirieron las formas del sistema político.

A pesar, de ser, España, cuna de las ideas liberales económicas en la persona del Fray dominico Francisco de Vitoria de la Escuela de Salamanca, eco del Tomismo; en contraposición en América Latina, se copiaron las cosas negativas para la sociedad, cual si fuesen un cuerpo uniforme, como sucede en la edad pueril, donde se reproducen con mucha facilidad las malas costumbres.

Cuando se hace una observación de la región de América Latina, lo primero que se percibe es que todas las naciones reposan en un sistema de gobierno concentrado de poder en cuanto a tomas de decisiones políticas y económicas, sabiendo que, todas las decisiones se toman en la capital, cual si fuesen los tiempos del absolutismo en Europa.

Todos los países de Latinoamérica, además de guardar la regla de concentración del poder del gobierno en su sistema político, adquirida desde los tiempos de la colonia; también, tienen en común que todas sus organizaciones partidistas, representan al espectro de la izquierda política y, a pesar, que de forma nominal existan partidos de centro derecha en sus postulados y principios, promueven e impulsan el proteccionismo económico y un fuerte intervencionismo en la economía, que se sintetiza en estatización de los bienes y servicios.

Cualidades estatistas que termina encareciendo los bienes y servicios en las naciones; además, el ensanchamiento del Estado en la innecesaria y perjudicial burocracia, y por si fuera poco, la continuidad de un sistema político de República Federal Centralizado que es una de las causas y enfermedades del autoritarismo que arrastran todos los países de América Latina desde su emancipación.

Son precisamente estas características que identifican a las organizaciones políticas, las que permiten la entronización de regímenes totalitarios en las naciones; ya que, el sistema político no goza de los pesos y contrapesos de un Gobierno Federal Descentralizado, que sirva para evitar los excesos de las repúblicas centralizadas a la par de repúblicas bananeras con el deterioro y destrucción que ello acarrea a las naciones del Cono Sur.

Claro, ejemplo, es Venezuela en manos de la tiranía intervencionista, apoyada por intereses extranjeros como los de los regímenes de Cuba, China, Rusia, Irán, que tienen claros intereses económicos y geoestratégicos en toda América Latina, en especial en Venezuela, que es la nación que resiste como ninguna, la intromisión en su política interna de potencias extranjeras.

Personas de todas las naciones, se preguntan cómo un régimen como el que existe en Venezuela se puede ensañar tanto contra un pueblo como el de esa nación; ya empieza a desaparecer esa idea que hasta hace una década comenzaba a tener mucha fuerza, difundida consternadamente por expertos en las ciencias sociales y política,  que el régimen, estaba ahí, por el apoyo de una mayoría del pueblo, que incluso se acompañaba, muchas veces, de aquella frase que reza así “las naciones tienen el gobierno que se merecen”.

Pues el régimen en Venezuela está más que demostrado con los múltiples procesos electorales que se cuentan, todas sus elecciones se encuentran viciadas de delitos de fraude electoral: votos asistido, coacción, intimidación,  votos fantasmas, complicidad entre partidos de oposición y régimen y un sin números de vicios que se vienen llevando, a cabo, en todos los procesos electorales bajo el sistema de escrutinio electrónico; al mismo tiempo, que los casi diez millones de venezolanos desplazados por el continente y el mundo lo ratifican, producto de la guerra que tiene el régimen contra las libertades de la población.

El caso de Venezuela, es un espejo donde se deben mirar no sólo las naciones de Latino América, sino del mundo, una vez que una banda socialista,  puesta en escena, a raíz, de intereses elitistas de un proyecto expansionista con expoliación y repartición de una nación, sustentada en supuestas ayudas sociales, se entrona en el poder, cuesta mucho la libertad.

Ya que, no sólo son las elecciones fraudulentas, las supuestas ayudas sociales que se utilizan para el clientelismo político y a su vez, votos cautivos,  el poder de las armas bajo el monopolio del Estado, que sirven de intimidación, coacción y control social,  la inseguridad, sino que de igual forma, a eso, se le suman los intereses de las potencias extranjeras, que son las razones de mayor peso, para sustentar el negocio de la guerra, expoliación de los recursos minerales, aparte del genocidio que se desparrama sobre Venezuela.

Aunado, a todo esto, no hay proyecto político que logre rebatir las ideas del régimen en Venezuela, que son: la estatización de los bienes y servicios; porque, las organizaciones políticas del lado de la otra acera, sostienen los mismos principios y postulados del socialismo, hecho que se reproduce en toda Latino América.

Conjuntamente, tal proceso de subversión logra irradiar naciones como las de España, que desde antes de la guerra civil, coleccionan una fuerte presencia de las ideas socialistas que se infiltraron muy bien en todo el sistema educativo, como proceso de subversión del sistema político monárquico, porque, su base ideológica, se retroalimenta de un sistema educativo de ideología socialista, que alimenta a su vez, a los partidos políticos de izquierda a derecha, porque ambos espectros son igual de intervencionistas, proteccionistas y estatistas en la teoría y en la práctica.

Para concluir hay que recordar que un sistema político de ideología socialista, consigue subvertir las bases del sistema garantista de derecho y de justicia donde se sustenta el liberalismo económico, que respalda la derecha, que son: vida, seguridad, justicia, propiedad privada, impuestos bajos, obras de infraestructuras; bajo un sistema político de República Federal Descentralizado de Régimen  Autonómico con Estado limitado; dicha irrupción de la ideología intervencionista, a su vez totalitaria, son la causa principal por las que los pueblos no terminan de liberarse de las doctrinas estatistas.

 

Albert Geovo

@aegeovo 

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