Acuerdo de Salvación Nacional. Por Eneida Valerio Rodríguez

El  Acuerdo de Salvación Nacional, ofrecido por Juan Guaidò, cuenta con el respaldo de la  plataforma llamada 4G representada por líderes de cada una de las organizaciones  que la conforma (UNT PJ VP AD)  y cuyas tarjetas secuestradas por el régimen, sus dirigentes aspiran  les sean devueltas. Guaidò, recupera y reúne con este llamado al régimen, después de  tormentosas e impetuosas  críticas y cuestionamientos  en tiempo  considerable, un bastión político importante a la luz  de sectores de la vida nacional y de instancias internacionales. Ambas ,fundamentales para el éxito del trabajo  próximo.

Ha reclamado y  retado al régimen a negociar y esto, con el fin de lograr mediante la negociación una salida afincada en elecciones  transparentes y legítimas. Unos, agradecen el  esfuerzo para salir airoso del camino  arduo y difícil que demanda destrabar el nudo  complejo de la situación y otros, incluyendo sectores opositores, cuestionan con marcada  superficialidad ,la inconveniencia  de los  encuentros. 

La unidad  para inducir  cambios planificados en función de objetivos concretos, es antigua  y vital en política. Ha fracasado en nuestro país en reiteradas situaciones y observamos cuando el planteamiento cobra vida como urgente necesidad para inducir  cambios urgentes ,el protagonismo de unos cuantos  líderes, cuyas demostraciones de apoyo, no pasan de  ser vacuas declaraciones.  Alcanzar la unidad, no es su prioridad -es por el contrario- su interés continuar  atado a lo vivido, impidiendo así, la pérdida de sus  beneficios como aliados del régimen.

Las actuaciones  de distintas instancias u organizaciones  en nuestro país, han revelado en su justa dimensión  las arbitrariedades del régimen  en cuanto el escalamiento  de violencia, consecuencia de violaciones  a los derechos humanos. Ahora  mismo, Provea señala, que  el gobierno tiene una planificación electoral y no para la aplicación de vacunas, tomando en cuenta la pandemia que angustia y nos acorrala en la letalidad de su condición. 

El régimen, está cada vez más debilitado, y esto  sucede  en regímenes  autoritarios amarrados  al poder al precio que sea. Pero, también a mayor recrudecimiento de violencia para someter, también una mayor exposición  en llamar la atención internacionalmente sobre las condiciones  sociales y económicas de la población. La menguada situación del  régimen, golpea asimismo, a los dirigentes opositores  quienes como aliados, han consolidado una fuerte matriz  de descreimiento. 

Pensar en el Acuerdo Unitario Nacional, es tarea de todos tomando en cuenta estas realidades que  ha levantado odio hasta nosotros mismos. 

Gracias a esta convicción de unidad, países en continentes distintos, consiguieron sus  demandas libertadoras. Nos ha costado, pero requerimos  llamar a la urgencia de concienciarnos sobre tal requerimiento. Como sociedad  civil, es necesario continuar nuestra  política de no violencia. Debemos consolidar cuanto sea necesario  como sociedad moderna, lista para no  sucumbir.

Hemos desempeñado roles  importantes a través de sostenidos y exitosos trabajo de resistencia y no violencia. Desprovistos  de armas y otros elementos de fuego, definidores del poder, hemos  resistido con: caminatas, marchas, antorchas, cacerolas y caravanas  y con la Bandera como respaldo a la nacionalidad. Hemos  resistido asimismo, en magnificas concentraciones y en la no violencia, sellamos nuestras angustias  en posibilidades para el entendimiento, asegurándonos, que los desaguisados de la oposición con personajes incomprensibles, perforan la malla de los objetivos que resistimos entregar. 

Todas estas situaciones, constituyen un aporte singular a la despolitización social y facilita encontramos como sociedad civil como una masividad ávida del armónico devenir en paz. La oportunidad actual cuenta,con una importante entrada desde variadas opiniones, que avalan sus  posibilidades de éxito. Sería entonces, interesante poder alimentarla en la medida de cada uno y abrir el portafolio de reales oportunidades para el éxito. 

Una negociación, no ha sido fácil concluirla, y de allí, el tiempo que ha necesitado para llegar a feliz término. Sin embargo, muchos países han logrado su cometido negociando las salidas necesarias para el logro de los objetivos planeados. Los venezolanos, han logrado la tan deseada unidad en muchas ocasiones, basta citar el caso de la guerra de Indepedencia, cuya duración de once años dejó graves secuelas en todos los órdenes de la vida del entonces.La recuperación fue importante pocos años después. 

 

Eneida Valerio Rodríguez 

@eneidavalerio

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