Lee y evita la venta fraudulenta de vacunas a través de WhatsApp

En medio de la angustia de los venezolanos ante la falta de un plan de vacunación masivo, han surgido nuevos intentos de estafa bajo un modus operandi ya conocido. A través de WhatsApp sujetos que se ocultan detrás de un nombre común, como “María”, ofrecen falsas dosis de la vacuna contra la COVID-19 o un supuesto cupo para vacunarse a cambio de dólares o transferencias en bolívares.

La División de Investigación de Delitos Informáticos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) alertó esta semana sobre la situación, que calificó como una “nueva modalidad de estafa por WhatsApp”. A modo preventivo, el organismo exhortó a los usuarios a bloquear el número y eliminar el mensaje, para así evitar que los victimarios obtengan datos bancarios o información personal.

“El pánico de los ciudadanos frente a la imposibilidad de acceder a una vacuna ha generado una vez más que personas inescrupulosas sigan estafando y jugando con el miedo”, denunció la coordinadora en Carabobo del Grupo Interdisciplinario para la Emergencia Humanitaria Compleja, Luisa Rodríguez Táriba, en entrevista con El Carabobeño. “Tenemos información de personas que han caído en esto. Depositaron el dinero y lo perdieron”.

Pero según Rodríguez Táriba, se están dando escenarios más preocupantes que los de un fraude netamente virtual. Detalló que han ocurrido casos en los que presuntos estafadores acuerdan encontrarse con las víctimas en algún lugar determinado y hacen entrega de un producto cualquiera con apariencia de medicamento, haciéndolo pasar como una dosis de la vacuna.

A su juicio, las personas que caen en este tipo de estafas no solo se convierten en víctimas de su propio miedo y de un estafador que les vendió un producto fraudulento o inexistente, sino que además son revictimizadas por un sistema que no le garantiza el acceso a las vacunas, a pesar de estar navegando una segunda ola de contagios en la que se han llegado a reportar hasta mil 800 casos diarios.

Hasta la fecha a Venezuela han llegado apenas 750 mil dosis: 500 mil de la vacuna china desarrollada por el laboratorio Sinopharm y 250 de la rusa Sputnik V, que alcanzan solo para el 1,3 % de la población. Entre los inmunizados están parte de los trabajadores del sector sanitario, algunos docentes, diputados y otras figuras de poder del chavismo, incluyendo al propio Nicolás Maduro.

El esbozo de plan de vacunación que ya inició con las escasas dosis disponibles es controlado por las autoridades sanitarias del gobierno de Nicolás Maduro. Centros asistenciales del sistema público de salud y escuelas han sido habilitados para aplicar las inyecciones. No existen programas de inmunización privados.

La vocera del Grupo Interdisciplinario para la Emergencia Humanitaria Compleja instó a la población a mantener la calma, usar fuentes confiables para informarse sobre el desarrollo de la inmunización en el país y apelar al raciocinio cuando esté frente a situaciones en las que le hagan ofrecimientos que a todas luces son fraudulentos.

Es importante tomar en cuenta ciertos elementos sobre las vacunas, como la cadena de frío en la que deben conservarse, agregó. La Sputnik V, por ejemplo, viene empacada en lotes de cinco unidades y deben mantenerse a temperatura de congelación de 18 ° C, de acuerdo a la Dirección Nacional de Control de Enfermedades Transmisibles de Argentina, uno de los primeros países en probar la vacuna rusa.

Luego de descongelarse, las cinco ampollas de Sputnik deben aplicarse en un plazo máximo de dos horas, ya que después de ese tiempo pierden la efectividad. Esto implica que tras destapar un lote, deben estar a disposición cinco pacientes.

En contraste, una de las ventajas con las que cuenta la vacuna de Sinopharm es la conservación, ya que facilita toda la logística de la vacunación: Se mantiene bien entre dos y ocho grados (la temperatura de un refrigerador común). La aplicación debe ser inmediata.

Rodríguez Táriba hizo referencia al cumplimiento del esquema de priorización, el cual establece que en primer lugar deben ser vacunados los trabajadores sanitarios de la primera línea de lucha contra la COVID-19, adultos mayores, educadores y personas con condiciones de salud crónicas o de alto riesgo. Por último, le correspondería al resto de la población.

“No podemos ser cómplices de situaciones que socavan el derecho a la salud y la vida porque el que está accediendo a la vacuna de forma ilegal, además, está violando el derecho a la vacuna a quien verdaderamente le corresponde”, recordó la también presidenta de la Fundación de Lucha Contra el Cáncer de Mama (Funcamama).

El abogado Gabriel Aguilar, al ser consultado por El Carabobeño, expuso que se trata del mismo mecanismo de estafa mediante plataformas digitales, cuyo auge inició el año pasado con la llegada de la pandemia. Los estafadores se valen de las restricciones de movilidad derivadas de la cuarentena para impulsar las transacciones a distancia y evitar encuentros cara a cara.

Inicialmente ofrecían dólares en efectivo, vehículos, diversos medicamentos y hasta kits de pruebas de diagnóstico de COVID-19 a través de WhatsApp. Lo que cambia ahora es el objeto de interés, que debido al contexto actual, son las vacunas, sostuvo el especialista en Derecho Penal y Criminología.

Para quienes hayan sido víctimas de alguna estafa de este tipo, Aguilar puntualizó dos recomendaciones principales:

-Denunciar ante la División de Investigación de Delitos Informáticos del Cicpc.

-En caso de no querer acudir al Cicpc, denunciar ante el Ministerio Público para dejar marcado el precedente.

El Carabobeño

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