¡Se busca a Venezuela! Por Leandro Rodríguez Linárez

Hoy habitamos un Estado totalmente nuevo, todo lo que identificaba a la otrora Venezuela ya no existe. Pasó de ser asiento de inmigrantes e inversiones a ser una nación en éxodo, donde una minúscula élite es la única que realiza grandes negocios. La tradicional alfombra roja que nos recibía en los aeropuertos del mundo se tornó en rechazos, exigentes visas y una muy injusta xenofobia a causa de unos cuantos “hombres nuevos” que el régimen dejó formar toda vez que ahora el crimen si paga… la impunidad campea.

¡Que injusto! Venezuela durante el Siglo XX recibió de brazos abiertos todos los inmigrantes que, por distintos motivos (como los que hoy padecemos) huyeron de sus tierras buscando nuevas vidas, un nuevo hogar. Por culpa de esa minúscula minoría delincuencial, que creyó podía delinquir abiertamente afuera como en esta nueva nación ausente de autoridad, carcomida por el socialismo de Siglo XXI, la inmensa mayoría de venezolanos honrados, preparados y trabajadores que desean aportar su granito de arena en el país donde intentan recomenzar, ven afectadas sus vidas por una xenofobia extremadamente injusta ¡Que mal!

Pero es así, en esta Venezuela a la que hoy sobrevivimos la injusticia pulula en cada rincón. Somos la nación que, por su extensión territorial, demográfica y sus inagotables riquezas minerales/naturales pudiera ser no solo el verdadero “Sueño Americano” sino el “Sueño Mundial”, sin embargo, dirigidos por la que bien pudiera ser la peor clase gubernamental del planeta, tenemos el más grave empobrecimiento y descalidad de vida del planeta, somos “La pesadilla del mundo” porque el éxodo de venezolanos afecta la planificación, la estabilidad económica y social de otras naciones. Hasta Canadá y Suiza, “damas en diplomacia”, han tenido posturas muy fuertes contra el chavismo, contra su externalidad negativa.

¡Es injusto! Venezuela posee una historia digna de película, llena de hazañas y heroísmos incomparables. No se bastó con independizarse, sino que abanderó la libertad en las naciones del continente. Hoy Venezuela se encuentra sometida nuevamente a intereses foráneos que imprimen una cultura ajena, una desnaturalización absoluta de nuestra esencia… no solo los de afuera nos miran como sí no fuéramos nosotros, nosotros mismos nos miramos así.

Hoy sobrevivimos en la forma que no quisieron sobreviviéramos nuestros próceres y por ello dieron sus vidas, todo cuanto tenían. Este penoso país de hoy hace que el esfuerzo de Miranda, Bolívar, Sucre y demás próceres no haya valido la pena… perdonen nuestra franqueza, pero es así.

Intereses no venezolanos nos dicen qué, cuánto, cuándo y cómo comer, vestir, trabajar, ganar, salir, entrar… todo, estamos esclavizados, oprimidos, neocolonizados ¡Esto no es Venezuela!

En esta tierra queda gente valiosa, decidida. La inmensa mayoría de los habitantes detesta este país innatural y forzosamente impuesto, sueña con la Venezuela verdadera, la que premia el esfuerzo, el trabajo, la educación, la que se engrandece por sus derechos y libertades, la que los nacionales de otros horizontes añoran hacer su hogar. Esa Venezuela real, auténtica, histórica, tiene que emerger como un rio al cual mezquinos intereses han secado, pero al final siempre recobra su cauce. 

Leandro Rodríguez Linárez

leandrotango@gmail.com

 

@leandrotango       

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