Mbappé la pesadilla del Barcelona: El PSG goleó al Barça en el Camp Nou

La segunda prueba de grandeza tampoco la superó el Barça. El injusto 2-0 contra el Sevilla de Copa empeoró con un 1-4 inapelable frente al PSG en la Champions. El subcampeón de Europa demostró serlo ante un rival voluntarioso pero muy a medio hacer, mezcla de jugadores que están de vuelta aunque no lo quieran ver con otros demasiado verdes para sobrevivir entre la clase alta del continente. El ganador de la contienda fue Mbappé sin discusión. Pasó el francés por el partido como una apisonadora, con cierta crueldad generacional por cuanto delante tuvo a un Messi tan impotente como el equipo al que aún sigue perteneciendo.

De voracidad caníbal, el delantero proclamó su reinado en un gran escenario, como lo hizo antes con su selección en el Mundal de Rusia. Le faltó gente al estadio para que su obra adoptara tamaño histórico. Asistir a la (de)función del Barça y recordar lo que sucedió hace poco menos de cuatro años (6-1, la remontada) en ese mismo escenario abarrotado, ante el mismo rival, provocaba una nostalgia desgarradora.

El equipo de Koeman, que lucha denodadamente por reenganchar a su afición, corre el riesgo de quedarse sin objetivos en marzo. Está obligado a completar remontadas improbables (por no decir imposibles) en la Copa y en la Champions, y vive lejos del Atlético en la Liga. Difícil panorama.

El equipo azulgrana ha perdido poder de intimidación debido a sus desastres europeos y al definitivo akelarre de Lisboa. Sin afición además que alentara a los locales, los parisinos salieron sin miedo al partido y con las ideas claras. Recibieron mucha carga táctica los jugadores de Pochettino pero se les vio de lejos la consigna principal: explotar la banda izquierda de la que partía el bólido Mbappé, que contó con la delicadeza de Verratti y la velocidad de Kurzawa como principales aliados.También con la pereza de Dembélé en tareas defensivas, de cumplimiento más obligado que el código penal. Piqué, que reapareció como titular tras meses de baja para echar una mano, y Dest necesitaban de su ayuda y no la recibieron siempre.

El primer aviso del PSG llegó prontísimo y a punto estuvo de costarle un disgusto a Ter Stegen, extrañamente torpe anoche con los pies. El alemán erró en el rechace para abortar la escapada y obligó a intervenir a la defensa. Después de minutos de tanteo y dominio visitante, el Barça logró dar señales de peligro, un deber ineludible para que el PSG no siguiera creciendo. Pedri, un artista en el pase corto en la zona de tres cuartos, filtró a Griezmann un balón que el francés cruzó, econtrándose con la inspiración de Navas. Del canario se habló mucho en esa fase, porque un balón perdido en zona de riesgo estuvo a nada de convertirse en gol. El propio Pedri salvó la combinación de Icardi y Mbappé, letales explotando errores ajenos, cuando su definición se colaba en la portería.

Aparació entonces Messi, que echaba de menos el balón y se fue a buscarlo como lo hace Tom Brady, en zonas retrasadas y esperando movimientos de posibles receptores. Interpretó bien el movimiento De Jong, que empezó a correr esperando el pase largo del argentino. Messi cumplió y el holandés fue a buscar la pelota dentro del área sin demasiadas opciones de futuro pero fue trabado involuntariamente por Kurzawa. El capitán estuvo rabioso en la ejecución del penalti (juraríamos que Navas ni la vio) y en la celebración con los puños.

Se produjo entonces una jugada que pudo cambiar el partido. Dembélé tuvo el 2-0 pero le faltó a su disparo la energía que le había sobrado a Messi. Demasiado flojo. El PSG no perdonó el indulto y, a partir de ahí, desplegó todos sus recursos, que a ratos parecieron infinitos.

La reacción fue furibunda. Mbappé lo intentó con un remate de tacón de espaldas a meta, preámbulo de un gol que nació de una combinación entre el campeón del mundo y Verratti (qué pase el suyo con el exterior) de ejecución meteórica. Mbappé se movió en el área con agilidad anfibia y definió como el súperclase que es. El empate no conformó a los subcampeones de Europa, que desplegaron todo su arsenal con una contundencia que daba envidia. El PSG detectó debilidad en su rival y lo que vino fue una operación de acoso y derribo en toda regla. Kurzawa y Kean forzaron sendas intervenciones de Ter Stegen, Icardi lo intentó de cabeza a la salida de un córner y el panorama que llegó tras el descanso desveló que éste no había servido para relajar a los campeones de Francia. Una aventura individual de Griezman fue la única e insuficiente respuesta.

Fueron cayendo los ataques y los goles del PSG como fruta madura. Con esa crueldad que posee al boxeador cuando empuja al adversario contra las cuerdas. El segundo llegó tras una internada de Florenzi por la derecha. Fue aquello un latifundio que le permitió centrar sin oposición. Los rebotes favorecieron a Mbappé, a quien si no, que metió el segundo. El cuarto lo firmó Kean de cabeza al no encontrar apenas oposición rematando una falta lateral.

Introdujo Koeman a Pjanic, Trincao, Riqui Puig e incluso a Braithwaite buscando frenar la hemorragia pero poco se generó más allá de un posible gol absurdo de Griezmann que cazó un despiste de Navas, extremadamente confiado seguramente contagiado por un PSG muy superior. Tanto que Mbappé metió el cuarto, el tercero de su cuenta. Una exhibición la del delantero. Tuvieron más pólvora y peligro sus dos piernas que las 22 de sus adversarios, antaño mágicas, hoy vulgares y derrotadas.

Ficha técnica
1 – Barcelona: Ter Stegen; Dest (Mingueza, min.71), Piqué (Riqui Puig, min.78), Lenglet, Jordi Alba; Sergio Busquets (Pjanic, min.78, De Jong, Pedri (Trincao, min.78); Dembélé, Messi y Griezmann (Braithwaite, min.85).

4 – PSG: Keylor Navas; Florenzi (Kehrer, min.89), Marquinhos, Kimpembe, Kurzawa; Paredes, Gueye (Ander Herrera, min.46), Marco Verratti (Draxler, min.73); Moise Kean (Danilo, min.85), Mbappé y e Icardi.

Goles: 1-0: Messi, min.27 (p.). 1-1: Mbappé, min.32. 1-2: Mbappé, min.65. 1-3: Moise Kean, min.70. 1-4: Mbappé, min.85.

Árbitro: Björn Kuipers (HOL). Mostró tarjeta amarilla a Gueye (min.20).

Incidencias: Partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones disputado en el Camp Nou a puerta cerrada.

La Vanguardia

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