Gilberto Urdaneta Bessón: El 23 de Enero fue una importante Revolución en unidad y Propósitos. Por Eneida Valerio

La caída del dictador Marcos Pérez  Jiménez  fue el reflejo  de la unidad nacional de todos los sectores de la vida nacional. Ganó en sus propósitos y se convirtió en una importante revolución a nivel continental. La unidad  de  campesinos  y empresarios, estudiantes  y académicos, militares  y civiles, iglesia y amas de casas, políticos y obreros, estaba tan organizada que cuando se descubrieron los propósitos de estos sectores, se determinó lo intrincado de la madeja para revertirla fácilmente. El país estaba unido a través de formas, formalismos y deseos. 

El levantamiento de la Fuerza Aérea el 1 de enero de aquel año 1958 aunque sometida por el régimen, no fue en vano, afirma Gilberto Urdaneta Bessòn, ex gobernador del Zulia y militante de Copey desde temprana edad. Aquellos acontecimientos culminaron el 23 y recordamos  62 años de la gran enseñanza  dejada por la unidad, hoy, clamor vital  del país  para lograr acuerdos y relanzarnos como verdaderas fuerzas opositoras. Se iniciò, una etapa prolija en resultados.

Pérez Jiménez, tenía tiempo labrándose espacio directo en movimientos sediciosos. Lo hizo contra la presidencia de Isaías Medina Angarita en 1945, cuando el país mostraba estabilidad económica, luego de colaborar con suministro de petróleo a EE.UU en la Segunda Guerra Mundial. Luego, repitió  los hechos conspirativos  en 1947 contra Rómulo Gallegos quien a poco tiempo de jurar su cargo, fue derrocado por  este militar  acompañado de Carlos  Delgado Chalbaud  y Llovera Páez. La larga historia de asonadas parecía esclavizar en una sola perspectiva, la nacional.

Urdaneta Bessòn, asegura que el  gobierno de Perèz Jiménez,se tambaleó  ante la amenaza nacional de unidad que obligò su huida en la famosa Vaca Sagrada. Se conforma una Junta de Gobierno presidida por  W. Larrazabal y unas posteriores elecciones  presidenciales, retan históricamente al país hacia una etapa de consolidación de sus instituciones democráticas con profundo sentido social  para las poblaciones más vulnerables  incluyendo elementos económicos. 

Los líderes en el exilio  regresaron al país  y comienza dice Urdaneta Bessòn, una alineación seria y compacta  para lograr la sostenibilidad de las instituciones, dentro del nuevo sistema de  gobierno. Había seriedad en los planteamientos y sobretodo, en las observaciones de  los acuerdos. Se asomaba necesario  para  darle más confiabilidad el Pacto de Punto Fijo, que  cumplió las exigencias impuestas en buena parte por Rómulo Betancourt .Acuerdo tripartito entre AD Copey y URD.

 Observando las recias características de Rómulo Betancourt, en aquellos años difíciles de democracia, lo entiendo y defino, dice   el ex parlamentario zuliano  como el Padre de la Democracia, Betancourt  con talante  y convencimiento logra consolidar la nueva  etapa para evitar nuevo traspié que  terminara con la reciente forma de gobierno. Venezuela, entraba  en una visión moderna de República, dejando de lado a caudillos y luchas caudillescas de otros  tantos militares, siempre implicados en tan desagradables  situaciones. 

Rómulo Betancourt, venia del exilio  junto con líderes fundamentales que conformaron la  principal dirigencia  del país  en todos los  sectores de la vida nacional. 

UNIDAD, COHERENCIA,RENDICIÒN DE CUENTAS Y SIN ESTRELLA

Si logramos  esa unidad tan codiciada y  necesaria nosotros podremos relanzar a Copey, partido sumido actualmente en tendencias y  acomodos muy  frágiles. Se puede  asimismo, recomponer  AD, partido cuyo fundador, Rómulo Betancourt el Padre de la Democracia venezolana, luchó en extremo por la unidad y en contra del sectarismo, que  inciaba  indicios  de  desvíos  políticos partidistas. 

Hace 75 años, cumplido el pasado 13, Pérez  Díaz, Pedro del Corral entre otros eminentes venezolanos, visualizaron  y fundaron en Caracas , esta organización  de color verde en su simbología, que logró llegar a toda la geografía nacional con sus Comités  de Base, células  principales de su componente organizacional. Copey fue un partido, de reformas más allá de sus fundamentos políticos  demócratas cristiano. Al igual que  AD, atendieron poblaciones  más pequeñas con subvenciones adecuadas que obligaron a mirar asuntos  de salud, educación y otros referentes.

Hoy  la corrupción da asonadas de otra índole. La  corrupción ha carcomido la  base de la democracia venezolana. La corrupción también ha mirado al entorno de Juan Guaido a quien se le pide rendir cuentas .Creo, oportuno dice el nieto del historiador  zuliano Juan Besson, que tal cosa ocurra. Una rendición de cuentas disiparía todo cuanto sea necesario y  afirmaría el carácter democrático  y sano del presidente encargado.

Por eso, mas allá de la retórica discursiva se hace imperativo el dialogo. Los acuerdos y resoluciones que como todos, tienen que  ganar y perder en las aprobaciones. Si no estamos en condiciones de sumarlos, tampoco estamos en capacidad de hablar y asomar el término y  sólo será un aspecto discursivo inútil. Letra muerta invocarla, como tanta pérdida del laberíntico mundo de la política.

Se habla  de colocar una octava  estrella a la Bandera Nacional que reconozca las raíces históricas del estado que infligió en 1823 la última  cornada a los realistas en la Batalla del Lago .Tratar de recomponer la realidad  con esa decisión del gobierno nacional, es a su entender un tácito reconocimiento  a los años perdidos  en la gobernanza regional. Los  zulianos rechazamos tal consideración. Deseamos recibir  justamente lo que nos corresponde  por nuestra contribución a la economía nacional. Muy amplia por cierto, afirma.

El Zulia sumido en una desafortunada etapa de oscurantismo quiere salir de las tinieblas con equilibrio y reconocimiento, deriva  del trabajo y afán de progreso.Decimos nosotros.

 

Eneida Valerio Rodríguez

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