REFLEXIONES| Luis Vicente León. Por Luis Acosta

Luis Vicente León nos parece más comerciante que ingeniero, y más político que estadístico. Por otro lado, es mas estudioso conceptual que numerólogo. Por eso, algunos de sus críticos opinan que hace negocios en su trabajo de dataanálisis lo cual nos parece natural. Ahora mismo, tanto el periodista Nelson Bocaranda como en una entrevista de TVV del programa Al Día, se le solicito sus pareceres sobre el tempo de Guaidó y su afán desde lejos de lograr el cese de la usurpación, las elecciones generales y un enfoque final en los apoyos recibidos de los países del Grupo de Lima el apoyo de Estados Unidos, Europa y algunos otros amigos.

El asunto está en que Luis Vicente se distingue cono analítico de estrategias y excelente comentarista de la política pública y lo hace con tal profundidad que es más solicitado para opinar que para sumar en sus encuestas.

En efecto, en la entrevista con Bocaranda el dijo lo siguiente: “Guaidó y su grupo hicieron una labor importante con los grupos de apoyo pero su performance en el patio venezolano ni cuajó, ni resolvió. Le faltó punch aunque su esfuerzo particular y familiar no le costó poco en cada juicio político. El hizo lo imposible pero se quedó corto y, además, no tuvo éxito en el logró de la unidad en la oposición.

El tenía que conseguir el efecto efectista y efectivo de la Unión. Para ello, tenía que apelar a las elecciones primarias, y no lo hizo, para darle cabida y oportunidad a Capriles, Ledezma, María Corina, Oswaldo Álvarez Paz, Eduardo Fernández, Henry Falcón, Leopoldo López, el mismo, independientes como Horacio Medina y Moisés Naim y cualquier otro que pidiera participación y se la merezca, independientemente de su jefatura. 

Esas primarias son fáciles de operar y financiar por ser un grupo de valores parejos e identificables. Los costos, manejables, para cubrir entre todos o como mejor sea posible. De este modo y forma, los votos acumulados por cada uno les sirven para tener derecho y medir sus aspiraciones presidenciales y, desde luego, a las distintas candidaturas. Pero, así mismo, los resultados cuantitativos irán indicando en igualdad sus coberturas legítimas y equitativas. Como por ejemplo: la composición del CNE, el Tribunal Supremo de justicia y, así, con esta misma conducta, nazca la unidad que se precisa con mucha entereza y desprendimiento y poca arrogancia.

Desde luego, a Guaidó se le guarda consideración y aprecio. Además, se le pone a la orden su participación en las primarias por propio derecho. Con estos solos hechos y decisiones se le da vida y vigor a nuevos caminos a emprender y no a mantenerse en el mismo recorrido, sin dirección y sin adelantar las vías nuevas que como las primarias, son útiles, necesarias y habilitan las gestiones para honrar las interesantes ideas que brotarán de seguida. En este sentido, no olvidemos lo que asegura León de que la gesta exitosa solo es conquistable y posible de adentro hacia afuera del país. La siembra de la semilla y la dirección política adecuada para fecundizar, hay que pelearla en su combate y desarrollo en Venezuela; en la reconquista de los partidos políticos y en la búsqueda en el arsenal humano de los muchos jóvenes que el país tiene y puede llamar a concurso y el trabajo de la “vuelta a la patria” que alguna vez, José Enrique Rodo se empeñó y trajo a la brega sana y santa, llenas de orgullo y de ganas, profundas de ganar y de devolver a Venezuela su grandeza, sus ánimos y sus esperanzas. 

Los restantes mensajes llegaran por la añadidura!

Luis Acosta