Mucho más que una consulta. Por José Robles (@jaroblesp)

El proceso histórico y coyuntural por el cual pasa Venezuela hace que la consulta popular que se está realizando en estos momentos desde el día lunes 7 hasta el sábado 12 de diciembre, tiene la posibilidad de mostrar al mundo que los venezolanos queremos y merecemos un rumbo diferente ante la grave crisis económica, política y social aumenta cada día, sin que exista una solución.

La consulta popular propuesta por la sociedad civil y aprobada por la Asamblea Nacional, para más de 23,9 millones de venezolanos de dentro y fuera del país, es mucho más que una consulta, esta es «una respuesta clara y contundente» exigiendo el cese de la usurpación de la presidencia de parte de Nicolás Maduro, rechazando el proceso electoral absolutamente fraudulento, ilegal y, por tanto, ilegítimo del 6 de diciembre, además de solicitar las gestiones necesarias y mecanismos de presión para adelantar y realizar elecciones presidenciales y parlamentarias libres, justas y verificables, que permitan el rescate de la democracia, la atención a la crisis humanitaria y la protección contra los crímenes de lesa humanidad.

El derecho a consultar a la población está consagrado en el artículo 70 de la Constitución, en donde se establece que tiene carácter vinculante y no debe ser convocada por el Consejo Nacional Electoral, pues no es un proceso electoral. Para esto se han dispuesto unas 7.000 mesas de participación, en más 3.000 puntos en las parroquias del país y los requisitos para participar únicamente son: ser venezolano, poseer cédula de identidad o pasaporte vigentes o vencidos y tener la mayoría de edad, en donde todo este proceso se realizará de forma digital a través de dos aplicaciones (Telegram y VOATZ) y de una web (www.consultaporvzla.com) y de forma presencial sólo el sábado 12 de diciembre, que será el último día de la consulta.

Es necesario advertir que todos los referendos son consultas populares, pero no todas las consultas populares son referendos. En Venezuela, la principal diferencia entre ambos mecanismos de participación democrática reposa en que los referendos están sujetos al control del Consejo Nacional Electoral, CNE (artículo 293, numeral 5 de la Constitución), mientras que las consultas populares sólo dependen de la regulación de la instancia que los convoque; además, las consultas populares no están sujetas a las mismas formalidades rigurosas a las que están sometidos los referendos y que son establecidas por el Poder Electoral.

La meta en cifras

A pesar de las trabas y amenazas impuestas por el gobierno ilegítimo y usurpador, en donde se suma que Venezuela tiene una de las conexiones a internet más lentas del mundo, un servicio que además presenta caídas casi a diario debido, entre otras razones, a los numerosos fallos eléctricos, el principal objetivo de la consulta es superar ampliamente los 6 millones de votos, que suponen el 30,5% del censo electoral, recolectados en las recientes elecciones parlamentarias fraudulentas del régimen Maduro, según los datos aportados por el CNE.

A los ojos de todo el mundo, dicha cifra está cuestionada debido a que este proceso fue monitoreado y evaluado por observadores en la gran mayoría de centros de votación en toda la geografía nacional, en donde se estima que a duras penas llegaron al 18% de participación, lo cual lo hace uno de los procesos con mayor abstención electoral en toda la historia.

La esperanza

Recuperar el Estado de Derecho en Venezuela es un tema que nos involucra a todos, y todos tenemos el deber de recuperarlo. Las personas que viven en una sociedad democrática deben ser los mayores guardianes de su libertad y tienen que abrir su propio camino hacia los ideales expuestos en el preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de las Naciones Unidas.

Es por eso que todos los venezolanos queremos y merecemos un 2021 sin presos políticos, sin torturas, sin muertos por el hambre y por la crisis sanitaria, sin opresiva militarización y expansiva narco corrupción, fin a la diáspora y que retornen los más de 5 millones que se han ido de nuestro maravilloso país. Que podamos tener servicios públicos continuos de calidad, que no tengamos una economía estable, que tengamos un país sin escasez ni colas, con educación, con internet y libertad de prensa e información; sin expropiaciones y libre emprendimiento, progreso compartido, desarrollo integral, alegría y sobre todo paz y democracia.

 

Arq. Abg. José Antonio Robles

E-mail: joseroblesp@gmail.com

Instagram @jose.a.robles / Twitter @jaroblesp

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