Lo que ocurrió después de que el Ejército venezolano se enfrentó a la guerrilla colombiana en Apure

Ese sábado Ana Luisa, como pidió que la identificáramos, estaba preparando un guarapo de malojillo y limón para el catarro. Pensó en dormitar unas horas para espantar el malestar y fue cuando oyó el ensordecedor ruido de aviones.

“Se oían casi sobre mi cabeza. Después fue como una explosión que me dejó mareada. Me caí, traté de levantarme, pero no pude y me arrastré hasta debajo de la mesa y grité, llamando a mi hijo, pero nadie respondió y yo me quedé ahí llorando, creyendo que iba a morir”.

Ella es habitante del sector Tres Esquinas, estado Apure, en la frontera con Colombia, que el sábado 19 de septiembre vivieron el enfrentamiento entre soldados de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y miembros de la guerrillera Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Decidió hablar con Infobae para contar lo que vivió durante el enfrentamiento y hasta que los soldados venezolanos abandonaron la zona, el sábado 25 de septiembre. De ese hecho quedaron cuatro militares venezolanos muertos y una frustrante derrota para la institución castrense.

El miedo de Ana Luisa es como la del resto de la población civil, víctima de la presencia de los grupos irregulares, a lo largo y ancho de la frontera del llanero estado Apure. Los campesinos son los más afectados, porque son vulnerables ante un ejército guerrillero armado, que se ha instalado en el territorio con la tímida mirada del ejército venezolano, especialmente desde la llegada de Hugo Chávez al poder y su reconocimiento a los grupos guerrilleros de Colombia.

“Después supe que cayeron granadas en el techo de una de las casas, ahí estaba una muchacha con un bebé que, gracias a Dios, salieron ilesos. Mi sobrino me contó que bajaba un grupo del Ejército y que después de la escuela de Pueblo Nuevo, en la siguiente finca, entre Caño Hondo y Pueblo Nuevo, fue que se enfrentaron los militares con los guerrilleros; a 18 kilómetros de Caño Hondo está Tres Esquinas”, narra Ana Luisa.

“Lo que más me afectó fue el ruido y ver que los aviones soltaban las bombas, como en las guerras de la televisión, porque además de los disparos hubo aviones del ejército que bombardearon; por ahí decían que quedaron 19 muertos, pero nadie los vio y por miedo nadie se va a acercar a esa zona”.

Hay consenso, no solo entre la familia de Ana Luisa, sino de otras familias de la zona que el enfrentamiento fue entre la Fuerza Armada Nacional venezolana y la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). “Yo no me acerqué por ahí, pero varios aseguran que junto con los soldados venezolanos había hombres vestidos de negros y encapuchados. Pero lo que sí es que fue las FARC contra soldados venezolanos”.

Sí, sí están

Ana Luisa, quien creyó que, ese sábado 19, lo peor que iba a pasarle era lidiar con su catarro, de repente estaba tratando de sobrevivir. Le pregunto por la presencia de la guerrilla. “Para nadie es un secreto que los grupos irregulares tienen fincas y se movilizan libremente por la zona”, responde. Le insisto en que nos diga quiénes son. “Ellos tienen explosivos enterrados a la orilla del camino y en el puente de Caño Hondo también tienen explosivos”, dice como justificando lo difícil que se le hace identificarlos.

“Nosotros hemos vivido aquí desde hace muchos años y nunca había pasado nada así. Me preocupa que por decir estas cosas ponga en peligro a mi familia o a mis vecinos. Aquí nadie nos defiende”, expresa con angustia, hasta que le prometo que no mencionaremos su nombre ni publicaremos las fotos, que nos interesa saber qué pasó, qué sucede con la población civil y quién es esa guerrilla.

“No sé decirle dónde están exactamente, si son los de las FARC o el ELN, porque ellos están por toda la zona, pero las FARC son los que más tienen presencia en este lado, más allá, hacia El Nula, hay más ELN. Esa gente está en la zona desde hace años; dos fincas más allá de pasar el puente de Caño Hondo, ellos tienen un campamento grande; esos son colombianos y son de las FARC”.

Revela que como los grupos guerrilleros tienen mucho dinero y han comprado muchas propiedades en la zona, aun cuando son colombianos y eso debe estar prohibido en la frontera. “Sí, sí están ahí en fincas que han ido comprando en Tres Esquinas, Pueblo Nuevo, Los Laureles, Caño Hondo. Fueron comprando pequeñas fincas, unas vecinas de otras, y han hecho grandes fincas”.

“Hay propiedades que ha comprado la guerrilla de las FARC y a unos cinco kilómetros compraron los del ELN. Los que llegaron primero, los de las FARC, tienen más poder en esta parte y por eso se pasean en sus lujosas camionetas, con armas grandes, mientras que los del ELN pasan en motos”.

“El martes (22 de septiembre) muchos dejaron sus fincas, con sus niños en brazos, por el temor a un nuevo enfrentamiento. En la iglesia de Los Laureles entraron más de cien vecinos y otra gran cantidad salieron por Valle Verde, porque por Tres Esquinas los soldados no dejaban pasar a nadie. Yo también decidí irme a la iglesia con mi nieto”, finaliza diciendo Ana Luisa.

El 22 huyeron

Oscar, un obrero, que trabaja en la finca de la familia de Ana Luisa, da fe del pánico que se desató el martes 22 de septiembre. “Decenas de personas salieron a prisa, algunas llevando solo un morral o un bolso en la mano. En el tiempo que llevo aquí nunca había sentido tanto miedo entre los habitantes, la verdad, nunca sentí que corriera peligro como ahora. Unos días antes hubo tiroteos, pero más allá hacia El Nula, pero aquí nunca hemos tenido esos problemas”.

“Prefirieron dejar todo abandonado ante un posible nuevo enfrentamiento. Se fueron en moto, incluso montaron las motos en canoas y atravesaron el río Sarare para salir por Valle Verde”.

“En la iglesia de Los Laureles había como 100 personas. Claro, hubo personas que se quedaron en sus fincas por temor a que les roben el ganado. Pasando el río Sarare, hay otra iglesia y hasta allá fueron a parar otra cantidad de personas”.

Le pregunto a Oscar por qué la gente decide huir tres días después de lo sucedido. “El sábado nadie se podía mover del lugar y luego pensamos que ya todo había pasado, pero no fue así, se siguieron oyendo disparos. El domingo continúo el enfrentamiento. El lunes, algunos del pueblo hablaban de una reunión para resolver el problema; se supo que la reunión entre los grupos guerrilleros y el ejército venezolano para llegar a un acuerdo se dio, pero como nadie podía entrar o salir de la zona, tampoco había certeza de si continuarían los tiroteos”.

“El martes la gente salió aterrada, sin esperar permiso o información de nada, aun cuando los grupos estaban ahí en el monte. Fue muy grande el miedo a que el Ejército venezolano entrará a enfrentarse con los guerrilleros; lo ocurrido el sábado 19 no fue más fuerte porque los soldados venezolanos agarraron a los de las FARC descuidados, porque para esta zona nunca hubo problemas”.

“El enfrentamiento del sábado fue en Caño Hondo, en los linderos de tres fincas, la de don Daniel Medrano, la de don Fermín Blanco y la de don Rafael Guerrero, pero bajaron disparando hasta la finca de don Alipio Cruz y la del señor Aristóbulo Zambrano; es una zona donde hay unas 15 fincas, más la comunidad siguiente que son Los Laureles y por la parte de arriba están los del Consejo Comunal de Pueblo Nuevo, que están bastante cerca”, considera Oscar.

Los terroristas

El viernes 25 los soldados venezolanos se fueron de la zona. Quedaron como resultado cuatro militares presos y los cinco “terroristas” capturados, según dijo el ministro de la Defensa GJ Vladimir Padrino López en un escueto comunicado, pero veamos quiénes serían los detenidos, que el titular castrense no quiso mencionar.

Detuvieron a Carmen Cecilia Cubidez a quien estarían responsabilizando por la muerte de uno de los militares; hay quien asegura que ella se encontraba oculta, debajo de la cama, con sus dos hijos y su papá que padece Parkinson, al momento en que ocurrió el enfrentamiento.

En el caserío Tres Esquinas culpan a los soldados de haber insultado y golpeado al comerciante Luis Emilio Contreras, de quien aseguran que él estaba en su casa con sus dos hijos y esposa.

De una vivienda sacaron a golpes a Jaime Durán, quien estaba en pantalón corto, descalzo y sin camisa cuando los militares venezolanos se lo llevaron. Dos personas cuyos nombres no se sabe, pero que fueron detenidos también estaban en pantalón corto, sin camisa y descalzos como acostumbran a andar muchos habitantes del llano.

Los cuatro soldados venezolanos muertos: SM/3ra. Gabriel Alexander Pérez Silva, S/2do Reiber David Chirino Reyes, 1TTE Augusto David Linares Delgado y Tte Miguel Ángel Mora García.

Lo que quedó entre la gente de Tres Esquinas, Pueblo Nuevo y Caño Hondo del estado Apure, fue el miedo a que se repita una acción similar. “Y nos quedan los impactos de los disparos en las paredes de varias casas”, dice Oscar, el obrero de la finca de Ana Luisa.

Infobae

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