Latinoamérica recibirá de Rusia 100 millones de dosis de la vacuna contra el Covid-19

Varias naciones de América Latina recibirán 100 millones de dosis de Sputnik V, la vacuna rusa en desarrollo, una vez terminen sus ensayos, según lo anunciado por el Fondo de Inversiones Directas de este país europeo. Entre tanto, Francia no descarta implementar confinamientos locales debido a los rebrotes y en Venezuela las proyecciones indican que se podrían registrar 14.000 contagios diarios en los próximos meses.

El aumento de los casos de Covid-19 a nivel mundial en zonas que parecían haber contenido la propagación del brote enciende las alarmas de las autoridades en países como España y Francia.

Desde el inicio de la pandemia, el mundo ha registrado 27,9 millones de contagiados y más de 904.000 fallecidos por el nuevo coronavirus, según las cifras recopiladas por la Universidad Johns Hopkins.

Pese al incremento de los casos, en Latinoamérica los gobiernos de las distintas naciones avanzan en las medidas de desescalada de los confinamientos obligatorios impuestos para intentar controlar la emergencia sanitaria.

A continuación, las noticias más destacadas sobre la pandemia este 10 de septiembre:

Cien millones de dosis de Sputnik V, la vacuna rusa en desarrollo contra el Covid-19, serán suministradas a varias naciones de América Latina una vez finalicen sus ensayos, según lo indicado por el Fondo de Inversiones Directas de dicho país europeo.

De acuerdo con lo señalado por Kiril Dmítriev, el jefe del citado fondo ruso, el 9 de septiembre acordaron el envío de 32 millones de dosis a México y, posteriormente, se establecieron pactos para enviar hasta 100 millones más a varios países de la región.

«Ahora, el asunto más complejo es producir el suficiente número de vacunas para satisfacer la demanda. Estamos dispuestos a firmar acuerdos con distintos países, pero para nosotros es importante hacerlo de manera responsable partiendo de las capacidades de producción», afirmó el alto funcionario.

Cuando Moscú anunció la entrada a la última fase de ensayos clínicos de la vacuna Sputnik V, generó escepticismo entre investigadores y países como Alemania y Estados Unidos, que pusieron en duda su eficacia y seguridad por la falta de datos públicos
Cuando Moscú anunció la entrada a la última fase de ensayos clínicos de la vacuna Sputnik V, generó escepticismo entre investigadores y países como Alemania y Estados Unidos, que pusieron en duda su eficacia y seguridad por la falta de datos públicos CHANDAN KHANNA AFP/Archivos

Entre las naciones que recibirían las dosis del antídoto ruso figura Brasil, en donde el Gobierno de Vladímir Putin ya acordó suministrar vacunas al estado de Paraná.

Como acción complementaria, en varios laboratorios brasileños se adelantará la producción conjunta de esta vacuna y se buscarán pactos similares con naciones vecinas.

La meta de Rusia es llegar a producir al menos 200 millones de dosis antes de que termine el 2020 en territorios extranjeros y alcanzar los 500 millones en el transcurso del próximo año.

Este 9 de septiembre también inició el proceso de registro de los más de 40.000 voluntarios que participarán en las pruebas de efectividad del antídoto, las cuales se cumplirán en las siguientes semanas.

Se espera que, entre octubre y noviembre, sean entregados los resultados finales de la tercera fase de ensayos clínicos.

Ante el aumento sostenido de los contagios que llevó al país a alcanzar los 10.000 casos diarios, las autoridades sanitarias francesas no descartan la imposición de nuevos confinamientos locales.

En las últimas 24 horas, el Ministerio de Sanidad confirmó el registro de 9.843 nuevos contagios, cifra que superó al balance presentado en la jornada anterior, en la cual se contabilizaron 8.975 infectados.

Se trata del segundo balance más alto presentado en el país galo desde la estabilización de los casos en medio de las medidas de desescalada.

De acuerdo con lo indicado por Jean-François Delfraissy, el presidente del consejo científico que asesora al Gobierno de Emmanuel Macron, la medida será ordenada en caso de que se presente una situación «crítica».

El experto agregó que, desde hace varias semanas, el virus circula de nuevo con fuerza en el país y «de manera preocupante» en ciertas regiones, donde creen que la presión de admisión de pacientes con Covid-19 en los hospitales va a aumentar a principios o mediados de octubre.

Miembros del personal médico, con trajes protectores y máscaras faciales, tratan a un paciente que padece la enfermedad de coronavirus. En Marsella, Francia, el 8 de septiembre de 2020.
Miembros del personal médico, con trajes protectores y máscaras faciales, tratan a un paciente que padece la enfermedad de coronavirus. En Marsella, Francia, el 8 de septiembre de 2020. © Eric Gaillard / Reuters

«El Consejo Científico y yo estamos convencidos de que no hay que reimplantar un confinamiento general, los desafíos no son únicamente sanitarios, sino también económicos y sociales, por lo que la decisión no será únicamente sanitaria», afirmó Delfraissy.

El portavoz del Gobierno, Gabriel Attal, habló de medidas puntuales que se han tomado en departamentos en los que el virus circuló con fuerza este verano, como limitar las reuniones privadas a un máximo de diez personas y que no descartan aplicar esta medida en los 29 departamentos en alerta roja por la epidemia.

Con el incremento de los casos, la nación superó la barrera de los 350.000 infectados, mientras que el índice de fallecimientos se elevó a 30.813, 19 de los cuales se presentaron en la última jornada.

La nación batió un nuevo récord de contagios con 3.904 casos registrados este miércoles, otro máximo por tercer día consecutivo, mientras las autoridades valoran restricciones más drásticas para parar la segunda ola, entre ellas un cierre completo.

El Ministerio de Sanidad contabilizó casi 400 positivos más que el día anterior y también siguió incrementando las pruebas diarias realizadas hasta ahora: 44.717 pruebas ayer, el número más alto hasta el momento.

Todo ello se produce mientras 40 localidades y barrios con alto índice de infección están sujetas a un toque de queda nocturno desde el martes, pero expertos y cargos de Sanidad señalan que no es suficiente para bajar la curva y la posible imposición de medidas restrictivas generales y prolongadas vuelve a estar sobre la mesa.

La policía israelí corta calles y dirige el tráfico ante las imposiciones del Gobierno de cuarentenas en determinados sectores de ciudades. En Jerusalén, el 8 de septiembre de 2020.
La policía israelí corta calles y dirige el tráfico ante las imposiciones del Gobierno de cuarentenas en determinados sectores de ciudades. En Jerusalén, el 8 de septiembre de 2020. © Ronen Zvulun / Reuters

Este jueves, el Gabinete de atención de la emergencia sanitaria en territorio israelí votó a favor de la implementación de un cierre total por dos semanas, medida que será ratificada en una reunión que se cumplirá el domingo.

Las medidas tendrán que recibir la aprobación final por parte del Gabinete completo de ministros y contemplan que, en una primera etapa, se limite la movilización de los ciudadanos a máximo 500 metros alrededor de sus viviendas, así como el cierre de las escuelas y de los negocios no esenciales.

De ser ratificado el domingo, el cierre supondría que los israelíes solo podrán rezar en lugares abiertos y que los restaurantes volverían al sistema único de entregas a domicilio durante dichos 15 días.

Los territorios palestinos, con unos cinco millones de habitantes, sumaron hoy un nuevo máximo de contagios por coronavirus con 1.000 positivos en las últimas 24 horas.

El Ministerio de Sanidad palestino contabilizó 255 positivos en Jerusalén Este -anexionado por Israel-, 550 en la Cisjordania ocupada y 195 en la Franja de Gaza, que se encuentra en confinamiento desde el 24 de agosto ante los primeros contagios por transmisión comunitaria, que registró también un máximo diario de infecciones y que sumó la muerte de un bebé de seis meses por Covid-19.

Agentes de la policía palestina controlan la llegada de un vehículo a una zona cortada por la imposición de cuarentenas estrictas. En Gaza, el 4 de septiembre de 2020.
Agentes de la policía palestina controlan la llegada de un vehículo a una zona cortada por la imposición de cuarentenas estrictas. En Gaza, el 4 de septiembre de 2020. © Mohammed Salem / Reuters

El impacto de la pandemia en Cisjordania y Jerusalén Este fue moderado en su primera fase, pero ahora afrontan una fuerte segunda ola desde hace más de dos meses. El foco de contagios en territorio cisjordano sigue siendo la Gobernación de Hebrón, en el sur, epicentro de infecciones desde este verano.

Las autoridades palestinas intentaron combatir la pandemia en Cisjordania con la vuelta al confinamiento, clausura de comercios y restricciones a la movilidad, pero las levantaron en gran medida a mediados de agosto ante la presión por los daños en la economía y pese a no haber aplanado la curva.

En el caso de Jerusalén Este, las autoridades palestinas no tienen jurisdicción: desde 1980 rigen las leyes israelíes al ser un territorio anexionado. Varios barrios de esta zona de la Ciudad Santa están bajo toque de queda nocturno desde el martes, junto a 39 ciudades y vecindarios de Israel.

Palestina registra más de 37.000 casos, unos 12.000 de ellos activos. Unas 30 personas están en estado grave, ingresadas a unidades de cuidados intensivos, y 10 de ellas conectadas a respiradores. Desde el inicio de la pandemia, 224 personas fallecieron en estos territorios.

La Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales alertó este miércoles que la pandemia por Covid-19 en Venezuela puede empeorar en los próximos meses con 14.000 infecciones diarias en caso de que no se reduzca «significativamente» la tasa de contagio.

«Los casos que reporta diariamente el Gobierno continúan sin reflejar el tamaño real de la epidemia en Venezuela. Estimamos que el subregistro indicado en nuestro primer informe, lejos de haberse reducido, se ha incrementado», reza un reporte de la academia.

Ese incremento se debe, en su opinión, a «que la propagación del virus es más rápida que la tasa de aumento de la capacidad diagnóstica».

Según asegura el informe, las pruebas PCR que se realizan en Venezuela son insuficientes «para estimar adecuadamente el tamaño real» de la epidemia en Venezuela, si bien el Gobierno no publica los datos de cuántas pruebas hace cada día, aclarando cuántas son de este tipo y cuántas rápidas.

Al comparar las cifras de contagios y fallecidos con las de otros países, infieren un subregistro «importante» en los reportes oficiales de decesos a causa de Covid-19.

Hasta el momento, en Venezuela se han registrado 56.751 casos de Covid-19, de los que 452 han fallecido, según los datos oficiales difundidos por el Gobierno. Además, se han realizado 1,8 millones de pruebas para la detección del nuevo coronavirus, si bien las autoridades nunca han aclarado qué porcentaje de esos tests son de PCR y cuál de pruebas rápidas.

France24 con Reuters, AP y EFE

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