Dependencia afectiva: Aprende a ¡SOLTAR!. Por Aylen Bucobo (@aylenbucobo) 

“No hay amor suficiente capaz de llenar el vacío de una persona que no se ama a sí misma”, Irene Orce

 

“Te sigo, camino tras de ti, quiero alcanzarte, aferrarme a ti y no soltarme. Entregarme a ti ciegamente y hacer lo que me pidas. No me ignores, no me quites tu mirada, porque me destruyes. Me mata tu indiferencia, me hace querer obligarte a que estés conmigo. Busco excusas para hablarte. Hago cosas para llamar tu atención. Te persigo a donde vayas, si no soy el centro de tu vida, ya no eres la fuente en la que fluye la mía”.

 

Cuántas veces no te has topado con personas que cambian de pareja a pareja, antes de terminar una relación, empiezan a abrir un nuevo ciclo: esto se llama dependencia afectiva o emocional.

 

Hay personas que pasan su vida de relación en relación. Otras, que al igual son dependientes afectivas, las hace ser en ocasiones estables con una sola pareja por años cuando encuentran el equilibrio emocional perfecto, porque su compañero (a) le da el afecto que necesita para poder sobrevivir, estar tranquilo y feliz consigo mismo. 

 

El comportamiento no sano de aquellos que tienen esta necesidad afectiva, es que se apegan y dependen por completo de la otra persona, y cuando su pareja deja de darles el afecto que requieren, saltan hacía otra pareja que sí se lo pueda dar. 

 

Si te sucede esto, en el fondo es que tienes baja autoestima, no te quieres a ti misma (o), no te valoras, te sientes menos, te autocastigas, sientes lastima de ti, te victimizas y desconoces qué es el amor, porque solo para ti tiene valor llenar ese vacío de afectos que guardas en tu interior.

 

Este estado emocional es un arma de doble filo, porque las personas que saben percibir esta necesidad podrían aprovecharse de ti y con tan solo mostrarte un poco de afecto, harán contigo lo que deseen, sobre todo en el plano sexual y económico. Aceptas que te traten mal y lo peor, es que piensas que eso es normal.

 

Crees que te enamoras siempre porque constantemente estás buscando cómo llenar ese vacío de afectos. No te das cuenta que te destruyes y cada vez más,  cavas un hoyo profundo en el que caes lentamente y te quedas sin ver una salida.

 

Te pierdes de vivir el verdadero amor, de conocer la realidad de ese sentimiento y disfrutar a plenitud el poder compartir y ser feliz con la persona que podría ser la ideal. Despierta y reconoce que eres un dependiente afectivo emocional: este es el primer paso para dejarlo de ser.

 

Es sano vivir el duelo cuando se termina una relación. El estar solo (a) por un tiempo te da la oportunidad de reflexionar, cerrar heridas, aprender de los errores, olvidar y prepararte para cuando llegue otra persona.

 

El amor llega solo. Cuando lo buscas no encuentras el verdadero. En cambio, si sigues tu vida tranquilamente, de repente en el camino te sorprende con quien menos lo esperes.  

 

Aprende a soltar. Vive dependiendo de ti. Tú y solo tú decides cómo sentirte. Tú y solo tú decides qué quieres hacer y cómo. Nadie debe decidir por ti, ni actúes esperando la aprobación de los demás. Tampoco cambies porque esa persona te lo pide, cambia porque tú lo deseas para mejorar. 

 

¡Baila la música a tu mismo ritmo, respira y cuenta: Uno, dos, tres, cinco, seis, siete, haz un paso y sigue contando! Así es la vida: aprender a danzar ejecutando nuevos pasos.

 


Aylen Bucobo / @aylenbucobo / aylenbucobo@gmail.com

 

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