Ricardo Pérez, el héroe tachirense que salvó la vida de una mujer en Chile

Ricardo Pérez, es un joven de 24 años de edad, oriundo de San Cristóbal, específicamente de La Castra. Emigró a Chile en septiembre de 2018. Actualmente trabaja haciendo entregas –delivery-, pues perdió su trabajo anterior –mantenimiento automotor- debido a la pandemia.

La tarde del lunes 27 de julio, Ricardo salió a trabajar en su bicicleta, pero justo ese día “por cosas de Dios” asegura, cambió de ruta y decidió transitar por una avenida, que por lo general, no acostumbra a circular.

Ricardo relató que pasadas las 3:00 de la tarde, se dirigía hacia una comuna donde normalmente busca los pedidos a entregar. “Acostumbro una ruta diferente, pero iba distraído y tomé ese trayecto inconscientemente”, dice con su particular acento gocho y una cálida voz que denota humildad.

— Cuando voy en el camino, pasé una venta de bicicletas y decidí devolverme porque necesitaba preguntar por unos repuestos, cuando me devuelvo, voy a cruzar un puente que hay en esa avenida donde está ese canal (canal San Carlos). Cuando voy cruzando, veo hacia el río y noto que una mujer estaba ahogándose, dando giros porque la traía la corriente. Me di cuenta de que se estaba ahogando porque le vi la cara ensangrentada. La vi con contusiones en su rostro. Me tiré de mi bicicleta y empecé a pedir ayuda, pero la vía estaba muy sola. Los únicos que lograron verme fueron unos agentes de la Policía de Investigación de Chile (PDI). Ellos fueron quienes se acercaron en un primer momento, me preguntaron qué sucedía y mientras le explicaba, la dama pasó justo por debajo del puente. Crucé corriendo hacia el otro extremo, le grité para ver si me escuchaba pero no, y aunque en un principio pensé que me oía me di cuenta de que no, porque ella ya iba ahogada.

Prosiguió Ricardo en su relato. Recuerda que aprovechó un muro que el agua no tapaba para decidir ir él mismo al rescate, tal como los superhéroes, pero uno de la vida real, con cierto temor, pero también con mucho valor, era confuso porque no sabía qué le deparaba esa situación en un riachuelo de las aguas negras de la ciudad de Santiago de Chile.

––Le entregué mis pertenencias a una agente de la PNI que estaba cerca de mí, me decidí y me lancé. Me deslicé por la pared y entré al agua, al caer tanteé con mi pierna la profundidad, y al ver que no era tan profundo decidí entrar por completo. Logré agarrarla y el agua nos arrastró unos 30 metros porque no tenía nada de dónde aferrarme. En ese momento, sentí un poco de miedo puesto que son aguas de acueducto y temía pisar algún hueco de succión o algo así. Más adelante noté que una parte de la acera que estaba seca fue lo que logró frenarme. Con una mano, prácticamente con las uñas porque no tenía cómo más agarrarme. Me tiré hacia la acera y logré sostenerla, aunque por un momento casi la pierdo, pero volví a sujetarla y fue cuando logré sacarla. Ella fue trasladada en una ambulancia para recibir los primeros auxilios.

El joven salvador de la dama chilena, reveló que hasta el momento no sabe de ella y lo único que pudo notar es que portaba la credencial de su trabajo. Desconoce además las razones por las que terminó en ese riachuelo. Sin embargo, infirió que la dama aún se encontraba inconsciente cuando logró sacarla del agua. “Ella me miraba pero no reaccionaba como tal”.

Dijo haber recibido varios mensajes de agradecimiento, incluso la Alcaldesa de esa localidad. Aprovechó la oportunidad para resaltar que “los buenos somos más” y que no es justo que por las malas acciones de unos, denigren a todos.

¿Qué crees que te llevó a desviar tu camino y encontrarte esa situación?

—Yo creo que esto fue obra de Dios, porque yo inconscientemente tomé esa ruta, pues normalmente nunca lo hago y sobre todo cuando decidí devolverme hacia la venta de bicicletas. Yo creo que si no la hubiese visto, estoy seguro que el desenlace fuera otro, porque el único que la vio fui yo, por lo que creo que sí fue obra de Dios, me puso en el momento y lugar indicados.

¿Tu mensaje para los tachirenses?

—Que obren bien. Las cosas en la vida se ganan con sacrificio, con esfuerzo, sin hacerle daño a nadie. Siempre dándole una mano a quien lo necesite. Debemos cuidarnos mucho en este momento. Obren bien y pídanle mucho a Dios. He pasado por momentos difíciles pero siempre Dios está en nuestro camino.

Finalmente reflexionó con algo de nostalgia –— Estar en el extranjero no es fácil. Tengo toda mi familia en Venezuela. El único que está aquí conmigo es mi hermano. Vivo con mi novia y su hermano. Nos hace falta ese cariño de familia y de hogar.

La Nación

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