Abatidos dos sujetos que vendían por redes sociales carros inexistentes

Dos integrantes de una banda que se dedica a realizar ofertas engañosas a través de redes sociales, ofreciendo vehículos de oportunidad, con el propósito de despojar a los eventuales compradores de dinero en efectivo, particularmente dólares, fueron abatidos por funcionarios del Cicpc-Táchira durante enfrentamiento armado ocurrido en horas de tarde del pasado lunes en las inmediaciones del campo deportivo llamado “La Trocha”, en Táriba, municipio Cárdenas, a donde habían citado a un comprador interesado en adquirir una camioneta, que era ofrecida a precio de oportunidad.

El comisario Wílmer Enrique Uribe Guerrero, director del Cicpc Táchira, dijo que desde hace varios días se estaba siguiendo la pista a los sospechosos, ya que formaban parte de una banda que recibe órdenes para sus operaciones desde la cárcel del estado Trujillo y que ha cometido en Táchira al menos cinco robos.

Dos de los supuestos miembros de la banda fueron aprehendidos en flagrancia la pasada semana, en las inmediaciones del Hospital Fundahosta de Táriba, lo cual resultó puntual para obtener detalles de la organización delictiva, que es comandada por un pran de la cárcel trujillana.

Fuerte enfrentamiento

El jefe del Cicpc-Táchira dijo que pasadas las cinco de la tarde del lunes, detectives de la Brigada Contra Robos se trasladaron hasta el sector de “La Trocha”, en la vía Táriba-Barrancas, donde frustraron el hecho. Días atrás, los funcionarios recibieron información, por parte de terceras personas, sobre un comerciante que estaba negociando una camioneta y había sido citado en la referida cancha deportiva con la finalidad de proceder a la negociación del vehículo, de modelo reciente y en óptimas condiciones, que era ofertado a través de las redes sociales a precio de oportunidad.

El comerciante ya había conversado con los vendedores a través de internet, de manera que acordaron una cita para cerrar el trato, para lo cual el comprador debía aportar el dinero en dólares americanos. Un familiar, temeroso, notificó a las autoridades sobre lo que estaba ocurriendo y estas comenzaron a trabajar para frustrar lo que a todas luces, por el modus operandi, parecía ser una situación delictiva en progreso.

Los detectives de la Brigada Contra Robos iniciaron discreta vigilancia y seguimiento del comerciante, en tanto que otros funcionarios fueron a Táriba a desarrollar investigaciones de campo y labores de inteligencia policial a fin de establecer si en este hecho estaba involucrado un grupo delictivo que opera con preferencia en la capital del municipio Cárdenas. A tal efecto se procedió a realizar un importante despliegue bajo el mando de los comisarios: Wílmer Uribe, Daniel Méndez, Luis Parra, Raldh Delgado y Carlos Luna, tratando de ubicar a los integrantes de la banda.

Fue por este despliegue que los funcionarios lograron movilizarse rápidamente hacia el sector conocido como “La Trocha”, donde se estaba negociando una camioneta que era inexistente, pues en realidad se trataba de una fotografía colocada al azar en las redes para contactar incautos. Los dos hombres que intentaban realizar la venta, al recibir la voz de alto, se resistieron al arresto, sacaron armas de fuego y las accionaron contra las comisiones, dando origen a un fuerte tiroteo.

Sin identificar

El comisario Uribe Guerrero explicó que durante el intercambio de disparos dos personas adultas, del género masculino, resultaron heridas de bala y pese a que los mismos funcionarios les trasladaron a un centro asistencial de la zona, fallecieron en momentos que recibían asistencia facultativa. Fueron identificados como Júnior Alfonso Duitama Martínez, de 28 años de edad, y Jereny Jackson Guerra Rodríguez, de 21 años de edad.

Comisiones de la División Contra Homicidios-Táchira se trasladaron para el levantamiento de los cadáveres, que fueron llevados a la morgue del Hospital Central, donde procedieron a practicar necrodactilia a fin de verificar rastros y conformar sus identidades. Se dijo que ambos presentan registro policial por porte ilícito de arma de fuego y estaban investigados por siete casos de robo.

En el lugar de los hechos fueron colectadas, como evidencia, dos armas de fuego: Un revólver Smith & Wesson, calibre 38, y una pistola, calibre 32, que fueron entregadas a los expertos en balística para las respectivas experticias; también casquillos calibre 9 milímetros, conchas calibre 32, conchas calibre .38, munición calibre 32 y calibre 38, así como dos teléfonos celulares, a los cuales se les hace un vaciado en su contenido en busca de evidencias sobre la venta fraudulenta de vehículos.

Órdenes desde una cárcel

El director del Cicpc Táchira dijo que el pasado 15 de junio, en las inmediaciones del Hospital Fundahosta de Táriba, los detectives de la Brigada Contra Robos lograron apresar, en flagrancia, a dos hombres, identificados como I. Machuca y R. Jaimes, en momentos que intentaban despojar a un comerciante de más de dos mil dólares americanos que llevaba para pagar un carro que estaba negociando a través de internet, según lo acordado entre las partes.

Estas detenciones resultaron ser de gran importancia para las investigaciones, pues pudieron obtener detalles que dieron lugar a un completo trabajo detectivesco en las áreas de investigaciones de campo, análisis telefónico, análisis estratégico, seguimiento y vigilancia, y permitieron descubrir la participación de una banda organizada liderada por un presidiario, de nombre Jhon Deivi, quien actualmente se encuentra recluido en la Cárcel Nacional de Trujillo, estado Trujillo.

Desde esta cárcel se procede a planificar las ofertas engañosas de vehículos y montarlas en las redes sociales, a precio por debajo del mercado, lo cual permitía llamar la atención de incautos compradores que, pensando realizar un buen negocio, accedían a las exigencias de los vendedores, de manera que confiadamente iban a los lugares donde estos los citaban para cerrar el negocio. Eran sorprendidos por integrantes de la banda que, con armas de fuego y bajo amenaza de muerte, los despojaban del dinero que llevaban para el pago, concretamente de dólares americanos.

El comisario Uribe dijo que de las investigaciones desarrolladas hasta el momento se tiene relación de vinculación con cinco casos, donde los compradores de carros fueron despojados de su dinero y, de manera inexplicable, expusieron sus vidas al acudir a lugares atípicos para una negociación, a donde fueron citados por los vendedores.

Un funcionario agregó que resulta increíble cómo la gente se expone y confía en desconocidos, exponiendo innecesariamente su vida. Entre los casos destaca el de un comerciante citado para negociar un vehículo por dos mil doscientos dólares, en la vía pública, cerca de Fundahosta, en Táriba, donde los detectives lograron frustrar el robo y detener a los delincuentes en momentos que, con armas de fuego, mantenían amenazada a la víctima. En otro caso, un comerciante, a quien le quitaron seis mil dólares, fue a una plaza pública de Táriba para negociar dos camionetas “de oportunidad”, y finalmente este último caso, donde la víctima va a una cancha deportiva, en un lugar solitario y apartado, en la trocha Táriba – Barrancas, para comprar una camioneta que le ofrecieron por internet. En estos casos, las personas nunca llegaron a constatar en físico la existencia del bien ofrecido, nunca lo vieron y, sorprendentemente, fueron a los lugares de la cita con la plata en la mano.

La Nación

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