Venezuela en combustión. Por Eneida Valerio (@eneidavalerio)

Venezuela entró en una fuerte combustión, desde hace mucho tiempo. La falta de  gasolina evidenció el polvorín sobre el que  estamos montados sin ninguna protección ni garantía de rescatar algo de la dignidad que por derecho nos corresponde como ciudadanos. Esta combustión nacional y no sabemos si aún le falta más para la  explosión, demuestra el entramado irracional de la mentira del gobierno, que por lo demás sea válido señalarlo, ha sabido convertir en credo de accionar dada su irresponsable abordaje de los problemas que ha creado.

Vivir esta crisis, tan dramática de la falta de gasolina, precedida por la pandemia del Covid19,ha resultado una formidable demostración del entramado que rigen los actos del gobierno. Desde el punto de vista de los problemas y el abordaje de los mismos, carentes de soluciones en asuntos de interés colectivo demandantes de respuestas. 

La falta de respuesta del gobierno desde siempre ha caotizado nuestra situación despertando la preocupación de instancias internacionales dada la hambruna  en gruesos sectores poblacionales  y sus consecuencias a corto plazo. Para atender esta grave condición, se ha comenzado a enviar ayuda humanitaria  y Juan Guaido logró un convenio con el gobierno para  aceptar la ofertada de la OPS. Es creciente el deterioro y cada día, nuevos ingresos a tales eslabones de estrechez alimentaria, aumenta la crisis  que nos identifica. 

El gobierno, después de tantos años, no  tiene diseños de políticas para asumir la complejidad nacional. Tampoco, le preocupa la  situación y la improvisación es el sello e impronta de  cuanto hace y destruye a su paso por cada acción. 

Los escándalos se registran cada  día  y el más  reciente e incomprensible, el caso de la gasolina, justo en el país, con mayores reservas probadas de petróleo y los complejos refinadores más  grandes. y  no obstante, nos quedamos sin gasolina porque  las condiciones señaladas aunadas a la corrupción indomable, acabaron con este derivado de exportación hace unos años atrás desde  nuestros muelles petroleros nacionales.

Entendemos, todo como un pandemonio del régimen, creado exprofeso. Esta situación, de indolencia, también asienta y deja claramente establecido, que abraza todas las instancias que conforman el gobierno. 

Así, el estamento militar, es tan improvisado como el resto de las instituciones del régimen. Los militares que se asomaron para de una u otra manera, responder a las dudas y preguntas sobre el toque de queda determinado  por la pandemia y carencia de combustible,lucían fatigados y desinformados. Los representantes de los organismos de seguridad, por su parte, demostraron  sus dificultades para relacionarse y comunicarse con el público. 

Ha sido muy difícil el proceso de la comunicación desde el sector público en estos meses de confinamiento. Las posiciones del gobierno para improvisar plasmaron sin defectos y de manera  correcta, que  esta condición de confusión informativa,no les abandonará porque, está intrincada en el proceso irrefutable de mentir y escurrir el  bulto, como decimos en criollo. 

El protector Dante Rivas, en el caso de Nueva Esparta, asumió la misma situación y  mintió sobre los barcos  y el combustible. Ofreció gasolina que no llegó el pasado viernes y apenas en algunas estaciones,  el sábado, algunas  estaciones de servicio pudieron atender las colas kilométricas  de conductores en  demanda del producto. Sabiendo el viernes el señor Rivas, que no habría, no lo admitió para calmar a una población sometida al desgaste de noches y días desbordados por la necesidad del combustible.

Las colas de vehículos “secos” hasta sus  entuertos, perdieron lo poco que les quedaba en sus tanques  y producto de la desinformación, debieron ser remolcados para regresarlos a su origen.. 

A la dramática condición de escasez y altos precios derivados de una portentosa hiperinflación, se une este increíble episodio de la gasolina en la revolución de estos días, muy poderosa para mentir, pero muy debilitado para romper el paradigma de la duda. 

La revolución del socialismo, espera otros acontecimientos  y nosotros, por otro lado, esperamos también nuevos episodios más sonados y posiblemente,menos polarizante.

 

Eneida Valerio Rodíguez / @eneidavalerio

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