Valmorense Erwin Castellanos Torín es una muestra del talento venezolano en Perú

La migración venezolana ha logrado que miles de jóvenes se desenvuelvan en nuevas tareas y en algunas ocasiones peligrosas, y de esta manera avanzar profesionalmente en tierras lejanas para luchar por su futuro.

Esta es la hazaña de Erwin Castellanos Torín, un valmorense de 33 años, quien se especializa en la instalación de “racks” o bastidores de hierro para cualquier tipo de almacenamiento en Perú desde hace dos años.

Dejó temperamental su trabajo en Venezuela como técnico en sistema para convertirse en uno de mejores armadores de “racks” en la empresa peruana E.C Prefabricados.

Erwin Castellanos Torín pasa todo el día en las alturas con el fin de crear inmensos “racks” de hierro para cualquier tipo de almacenamiento.

Confesó que ha estado entre 11 a 12 metros de altura ensamblando, alineando y calzando “racks”, la cual considera es una tarea difícil pero no imposible y un reto más en su vida.

Y es que Erwin Castellanos Torín nunca había ejecutado este tipo de trabajo en Venezuela, pues sólo había subido dos metros que es la altura que tiene el techo de su casa en su país de origen.

“En mi primer día de trabajo en las alturas me daba un poco de miedo porque cualquier error podría caer al vacío, pero nunca fue una limitación porque me concentré en hacer mi trabajo y además cumplía con las medidas de seguridad y equipos de protección personal a la hora de cualquier asignación”, dijo Erwin Castellanos Torín.

El valmorense dijo que tanto él como sus compañeros de trabajo se aferran a dos claves vitales para evitar un margen de error en el armado de las estructuras metálicas y provocar un accidente laboral como tener concentración y desarrollar un trabajo en equipo.

“Concentración y trabajo en equipo son los nuestra fortalece cuando estamos en las alturas y siempre protegidos con la presencia de Dios”, expresó el joven inmigrante.

El venezolano en su tiempo libre deja las llaves mecánicas, el taladro de piso, esmeril o moladora y se quita los arnés, para convertirse en barbero en su zona de residencia en Perú.

“En este proceso migratorio, nunca decaer y siempre ser positivo en cada una de las acciones, ya que las oportunidades llegan”, fue el mensaje que proyectó Erwin Castellanos Torín a toda la juventud venezolana esparcida por el mundo.

Nota de Prensa / Raúl Arroyo Valera