La ONU y su desconocimiento a la realidad venezolana

La ONU,  en cuyos estatutos prevalece el derecho a la vida , a la paz  a la seguridad humana y al buen vivir  hace caso omiso,  por razones de interés de ideología política y económica,  a las violaciones a derechos humanos en Venezuela al reconocer a Nicolás Maduro como presidente legítimo y aplaudir su pésima y violatoria gestión.

Es decir, la ONU se contradice a sí misma,  en sus principios éticos, morales y meritocraticos.

Venezuela,  país petrolero, inmensamente rico, tiene años atravesando momentos de crisis política, económica,  social y la hambruna afectando su población.

Miles de indigentes rebuscan  a diario en la basura de la calle y recogen como tesoro alimenticio,  residuos putrefactos y mal olientes, sumamente dañino a la salud.

Niños desnutridos mal alimentados, perecen diariamente en hospitales y caseríos evidenciando la indolencia de un oficialismo gobernante que ha enriquecido a  su familia y amigos, poniendo de lado las necesidades sociales de su pueblo.

El venezolano de hoy no vive;

El “sobrevive”

Debemos recordar el origen humilde de Chávez, Maduro y la cúpula corrupta de mando, quienes  hoy  poseen fortunas incalculables y  mal habidas ya que sus salarios como empleados públicos no podría satisfacer los ostentosos lujos de los cuales disfrutan y el todo se evidencia en la comparación entre sus bienes por el mundo y el quiebre económico del país.

El gobierno de Hugo Chávez,  a partir del 2005,

Se fue  transformando desde una democracia delegativa,  de control institucional  cuyas instituciones fueron cooptadas o suprimidas, hacia un sistema  autoritario competitivo  para involucionar en un sistema totalitarista, el cual debilito y aniquilo el  estado de derecho y degradó el concepto de la justicia social.

Las acciones del tribunal supremo de justicia ilegítimo, invadió de manera inconstitucional las competencias de la asamblea nacional, bloqueando las funciones propias.

La democracia se convirtió entonces,   en  un sistema político soberano popular  meramente de fachada, con rasgos totalitaristas, con la imposición e implantación de una asamblea nacional constituyente espuria, la  cual modifica continuamente el texto constitucional al servicio y  voluntad del  gobierno oficialista.

Tras el fallecimiento del presidente Chávez, el tribunal supremo de justicia, amparándose en la ficción jurídica de la llamada “continuidad administrativa” y sin ninguna base constitucional, permitió a Nicolás Maduro asumir la presidencia temporal mientras se convocaba una nueva elección. Todo esto con el objeto de permitirle a Nicolás maduro presentarse a las elecciones mientras ocupaba la presidencia, con todo el ventajismo que implicó tal coyuntura.

La irrita asamblea nacional constituyente llama a unas elecciones presidenciales, (no siendo  el órgano competente  electoral) y  el  20 mayo 2018, de manera anticipada,  con la  ausencia de observadores electorales creíbles, con la presencia de rectores con términos vencidos en el cine y la  inhabilitación de partidos políticos, se dieron una  elecciones con ventajismo en las cuales no se garantizó el pluralismo político.

A pesar que se declaró la falta absoluta de maduro y el fraude electoral,

La ONU reconoce estas violaciones al sistema electoral venezolano como legales al reconocer a maduro, como actual presidente.

El grupo de lima, la OEA y 56 estados democráticos desconocen estas elecciones, las califican de fraudulentas y usurpadoras y por consiguiente desconocen a maduro como presidente de Venezuela.

La Venezuela actual, manipulada por una política populista,  se ve fustigada por la incapacidad de sus gobernantes, donde  la corrupción y la indolencia han convertido a  sus habitantes en mendigos sentados en un lingote de oro.

Los derechos constitucionales y  humanos de alimentación, seguridad, salud y libertad de expresión,  no sólo han sido violados a sus ciudadanos, sino que enmascara,  a nivel nacional e internacional,  toda su corrupción.

Las raíces ancestrales que se aferran a la esencia de nuestra razón de ser, religiosa y cultural, son la justificación suficiente y necesaria para que como pueblos hermanados dentro este gran cuerpo latinoamericano, tengamos un objetivo común que es el desarrollo integral de nuestras naciones a través del esfuerzo individual y en conjunto, de todos los ciudadanos de nuestra pluriculturales sociedades.

 

Señores de la Organización Internacional de las Naciones Unidas (ONU):

Los ciudadanos venezolanos les hacemos un llamado de atención y una invitación a recobrar el sentido justo y democrático de su organización!

Si tan solo fuesen capaces de transcurrir uno de sus  días,  en algún barrio venezolano en  una de las tantas zonas marginales del país (y que corresponden al 80% de la población ) , tal vez serían capaces de entender el reclamo que se les hace, al reconocer la legitimidad del ilegitimo  maduro y el peligro que representa la injerencia intercontinental por países que se han caracterizado a lo largo de su historia como controladores sociales y opresores, por medios de fuerza militar de las voluntades ciudadanas , es decir ; países antidemocráticos y violadores de los derechos humanos .

Estos hechos fueron constatados y están plasmados en el  informe de la comisionada Michelle Bachelet.

Estoy segura que de vivir esa trágica experiencia, se les secaría el corazón; estoy segura que la sangre les herviría y estoy segura de que cada uno de ustedes, que tienen conciencia moral, empatía y humanidad, tomaría la bandera y la acción para colaborar en restaurar,  en Venezuela, los conceptos de libertad, democracia, paz y progreso, temas del cual hacen tanto alarde y sin embargo violan reiteradamente.

La ONU habla de los derechos humanos y de su incondicional respaldo a estos derechos, habla del derecho a la vida y a la seguridad, principios básicos que deben incluirse en todas las constituciones y a nivel internacional hacer que estos se respeten; no obstante reconociendo al violador de estos derechos y no ejerciendo su poder de justicia, la ONU se convierte en cómplice y su intención humanitaria es carta muerta!

Venezuela, uno de los países más ricos de américa y del mundo, es hoy ejemplo evidente de lo que significa destruir un país,  sus ciudadanos y sus familias de la forma más cruel e inhumana posible, como es la desintegración familiar y la diáspora más significativa y humillante del siglo.

En Venezuela se están violando todos los objetivos del milenio

🔸 Desconocimiento de independencia de poderes: plan de la patria

El plan de la patria es considerado por el régimen venezolano como la carta magna.

Es el modelo de estado socialista instaurado, con un alto

Intervencionismo militar e ideologización del estado.

Este documento ilegítimo y paralelo,  pretende desplazar a la constitución vigente de 1999.

El gobierno ilegitimo en Venezuela desconoce  la separación de los tres poderes instituidos que deben gobernar el país.

 

Poder Ejecutivo:

Representado en una sola persona, Nicolás Maduro, todopoderoso, quien representa y reconoce  únicamente los intereses de su propio partido político  el cual goza de más del 80% del rechazo de la población.

maduro, con  característica de absolutismo controlador, ejerce un control hegemónico total para mantenerse en el poder, violando todos los estatutos de los objetivos del milenio y la justicia social, desconoce la carta magna constitucional vigente y la sustituye por el llamado “plan de la patria”, con sentido hegemónico, favorece una justicia procedimental  cuyos contenidos de justicia material, son cuestionables.

 

Poder Judicial

Con los tiempos vencidos es controlado y obediente al poder ejecutivo

 

Poder Legislativo:

Único cuerpo legítimo que lucha por su autonomía y  los diputados de oposición al oficialismo,  son perseguidos,  encarcelados y torturados por órdenes del ejecutivo

 

Alimentación, desnutrición:

control  y manipulación sobre la ciudadanía con el uso excesivo del poder, las armas y la distribución de alimentos racionados, los cuales no satisfacen los índices mínimos de una nutrición integral, sana, continua y suficiente y  donde los partidarios políticos, son los que  se ven más beneficiados, contradiciendo lo estipulado en los art 115 y 117 de la constitución venezolana.

Las colas humanas, en busca de adquirir  alimentos comprables y que se consigan en el mercado (ya que muchos alimentos de la cesta básica han desaparecido o se producen en pocas cantidades debido a la falta de suministro de divisas por parte de estado, tanto a la empresa pública como la privada, así como las violatorias expropiaciones por parte del estado a las  empresas privadas, han  disminuido el incentivo al desarrollo de la producción.

La profunda devastación del aparato productivo nacional y de las fuentes de empleo, exacerbada por el colapso de los servicios públicos y la escasez de combustible, hace más vulnerable a los venezolanos en estos momentos de pandemia.

En vista de esta carencia de suministro de productos alimenticios, el estado creó “los claps”, método de distribución y venta de alimentos de manera denigrante, abusiva, precaria y arcaica.

Estos claps, forman parte de las llamadas “misiones” y  cuyas  características principales debieron haber considerado la participación comunitaria, la existencia de “recursos extraordinarios a conferirse por el estado” y su carácter interinstitucional.

Las democracias no pueden seguir siendo valoradas sólo cuantitativamente, sino cualitativamente.

Hoy vemos con angustia y desesperación como se ha destruido la empresa alimenticia pública y las pocas privadas  que sobreviven,  a causa de la falta de suministro de gasolina, están a punto de cerrar sus Santamaría.

Un país petrolero que dono y vendió gasolina y barriles de petróleo a otros, no tiene hoy  para su consumo interno a causa de la inoperatividad y del quiebre de PDVSA, gracias a la pésima administración oficialista, al robo,  a la falta de meritocracia y profesionalismo.

Cargos entregados a militares solo para mantener la cúpula en el poder.

“El estado al querer controlar todo, cae por su propio peso, debido a la incapacidad de mantener, constantemente, el control total” (ley de Newton)

 

🔸Inseguridad violencia muerte:

Venezuela está amenazada no solo por la violencia incontrolada de una delincuencia social, sino también por la persecución oficialista  a quienes disienten del pensamiento.

La inoperatividad de centros médicos y asistenciales así como la ausencia de medicinas son causas de mortandad.

Miles de muertes por falta de un sistema de seguridad ciudadana.

La inseguridad y la delincuencia, producto de la incapacidad del estado de crear fuentes de trabajo y cuerpos de seguridad eficientes, acosa diariamente a los ciudadanos ubicando a Venezuela entre uno de los 10 países más peligrosos del mundo.

Venezuela ocupa el 2ndo. lugar en muertes violentas a nivel mundial, donde en el 2014 murieron 27.000 personas

 

Conclusión

La ONU, al reconocer a Nicolás Maduro como presidente legítimo de Venezuela, se pone una venda ante sus ojos y acalla su conciencia, para convertirse entonces en un organismo internacional que desconoce e irrespeta sus propios principios  e insulta la democracia y los derechos humanos de los venezolanos y de cualquier otro país que recorra el mismo camino antidemocrático.

Los principios de ética, moral y meritocracia, así como  la preservación de nuestras variopintas culturas y tradiciones, deben ser los aspectos resaltantes en el  enfoque para el análisis de las problemáticas comunes de  nuestras sociedades latinoamericanas, donde el mejoramiento de la calidad  de vida debe ser el  objetivo prioritario  en las  propuestas de  soluciones, adecuadas a las costumbres sociales de nuestros pueblos.

Es imperativamente  ético, social y ambiental, erradicar la pobreza e invertir  en capital humano y en el desarrollo del capital social que  padece el pueblo venezolano en estos momentos.

La  dignidad humana en el estado democrático constitucional,  se basa en el reconocimiento de los DDHH de la sociedad política, que implica deberes para el estado en cuanto a su promoción, respeto, garantía y protección, teniendo en cuenta el enfoque basado en derechos humanos propio del derecho al desarrollo.

Es necesaria la  activación  colectiva en defensa de la democracia con el respaldo de los organismos internacionales.

Es imperante desconocer a nivel internacional la farsa electoral ejecutada por la dictadura venezolana  y se inicie un proceso de  coadyuvar en la restauración o forja del estado democrático constitucional en Venezuela.

La fraudulenta asamblea nacional constituyente debe ser desconocida igualmente y respetados los derechos humanos y las libertades esenciales así como  y cese la persecución política contra la disidencia venezolana

El derecho fundamental a la democracia, basado en un enfoque de derechos humanos o democracia integral e inherente al logro del contenido de la dignidad humana es propio de sus ciudadanos y a ellos debe garantizárseles su disfrute efectivo sin menoscabo alguno, ni concesiones interpretativas a favor del gobernante de turno.

Por ello el reiterativo llamado a la organización de naciones unidas (ONU) a que desconozca, por los motivos antes expuestos, la legitimidad de Nicolás Maduro y hacemos un llamado a la recomposición democrática del país.

La ONU,  en cuyos estatutos prevalece el derecho a la vida, a la paz,  a la seguridad humana y al buen vivir, no puede seguir haciendo caso omiso por  razones de interés de ideología política y económica,  a las violaciones a derechos humanos en Venezuela  y aplaudir la  pésima y violatoria gestión de nicolás maduro y su entorno cívico-militar.

 

Arq. Laura Bolla

Activista político social

Sociedad civil independiente

Presidenta de Humanitas sin Fronteras

 

Flor María Ávila Hernández

Abogada Magister DDHH

Vicepresidenta de Humanitas sin Fronteras

 

Maracaibo 29 mayo 2021

 

Nota de Prensa

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