El Ex Policia. Por Desireé Parra (@desireeparraf)

Para un policía de carrera, de sangre y sueños, nunca existe un “ex” en su pensamiento, ya que constituye una parte muy importante dentro de su propia vida, su ser y su entorno. Para la comunidad siempre serás policía, pues poseemos una marca tan profunda que difícilmente se borra. El comenzar de nuevo sin una vida cronometrada en su totalidad es un tanto difícil, el no llevar tu uniforme a diario te es duro, y el closet comienza a verse repleto de prendas que ni sabias que existían. Aún quedan las rutinas, el ejercicio, el cuidado y hasta lo desconfiado que puedas ser ante los demás.

El sentirse vulnerable en ocasiones te invade, pero la experiencia que tuviste podría resultar ser confortable o no. Un policía nunca deja de ser policía para convertirse en “ex” pues su esencia es pura y totalmente significativa, los conocimientos quedan, las experiencias son notorias y lo único que dejas atrás es tu uniforme, solo eso un uniforme que momentáneamente decidiste dejar o simplemente por cosas del destino, causas injustificadas u otros hechos hacen que ya no lo tengas, aunque eso no pueda ser relevante siempre surgen las interrogantes: ¿Y ahora qué hago?, ¿Qué otra cosa puedo hacer? Preguntas como estas siempre están en nuestros pensamientos a la hora de romper filas policiales y ordenar ideas.

Muchos de los compañeros se van por la vía de las escoltas, reguardando a personas que en ocasiones no sienten el más mínimo respeto por la experiencia que le brindan ante su protección, creyendo que el experimentado en el área de seguridad debe realizar tareas extracurriculares como: (chofer, niñero, caletero, sirviente, secretario, psicólogo entre otros). A sabiendas que ese policía tiene suficiente pericia para abordar situaciones con cautela y prevenir cualquier acción que se presente y aun así su pago es denigrante e inaceptable.

Nunca es tarde para comenzar de nuevo y pues como bien lo dice el dicho: “nadie es profeta en su tierra” puede que experimentes tu acción y experiencia en otro campo policial, con otras mentalidades, nuevos compañeros, diferentes ritmos laborales y disciplina. La idea es la misma servir y proteger, independientemente de los parches y el color que tenga tu uniforme, la razón policial es una sola, no existe otra. Se me hace difícil y se me acortan las palabras simplemente al escuchar de policías que ya no están en las filas, que anhelan volver porque más que un trabajo, más que una admirable profesión, es su formación, simplemente son hechos para ser policía.

Recuerdo la cantidad de veces que escuché de grandes maestros y por supuesto de la superioridad, cuando decían que un policía no se retira, lo excluye el sistema. Eso es realmente cierto, un policía cuando se retira tiene dos opciones: Lo invade y apresa la inmoralidad de su irregular acción o su moral no le permite acciones irregulares.

Así que amigo policía; es hora de hacer, de formar y emprender, analizando todos los procesos de manera que puedas reintegrarte nuevamente con mayor experiencia, determinación, con una cultura institucional definida, mejor enfoque, dinamismo y doctrina. Habilitando a su vez cualidades mediante un perfil solido que te permita alcanzar los valores morales deseados.

 

Dra. Desireé Parra / @desireeparraf

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