Reportaje sobre Luis Aparicio al celebrar sus 86 años

Junto a familiares más cercanos Luis Aparicio, legendario pelotero que durante dieciocho temporadas (1956-73) se desempeñó a tiempo completo como solvente shortstop en las Grandes Ligas, festejará hoy, en Barquisimeto, su cumpleaños número 86.

Antes que se apreciara en la pelota mayor el talento de torpederos con poder al bate, como Ernie Banks, Cal Ripken Jr., Alex Rodríguez y Derek Jeter, los especialistas del campo corto acostumbraban aportar a sus equipos aspectos básicos de la ofensiva, impecable defensa y todos aquellos elementos intangibles que no se pueden apreciar en las fichas técnicas de los partidos, hasta que apareció Luis Aparicio en la escena.

El campocorto nacido en el sector “El Empedrao” de la popular parroquia Santa Lucía, en la ciudad de Maracaibo, el 29 de abril de 1934, llegó a las Grandes Ligas hace 64 años, en 1956, para darle un giro total al concepto de la función del shortstop.

SS a tiempo completo
En sus dieciocho años de carrera no jugó defensa en otra posición que no fuera el shortstop: de sus 2 mil 601 encuentros, intervino en 2 mil 583 como torpedero, catorce en rol de bateador emergente y dieciocho en función de corredor suplente.

Desde su campaña de estreno en 1956, en la que reemplazó en el shortstop de los Medias Blancas al caraqueño Alfonso “Chico” Carrasquel, enseñó sus habilidades de estafador.

El 17 de abril, en el viejo Comiskey Park de Chicago, Aparicio se convirtió en el sexto pelotero venezolano que debutó en las ligas mayores de Estados Unidos. Y lo hizo ante los Indios de Cleveland, el nuevo equipo del «Chico» Carrasquel.

En tres visitas al plato conectó un hit y a la defensiva intervino en una doble matanzas y cuatro lances: tres outs y una asistencia. Aunque no pisó la goma ni estafó almohadilla en el debut, ayudó a su club a vencer a la tribu gracias a su velocidad.

Fue la segunda vez en la historia que dos shortstops venezolanos rivalizaron en un encuentro desde que el 3 de agosto de 1953, cuando se midieron Carrasquel y Pompeyo Davalillo, en partido entre Medias Blancas y Senadores, celebrado en el Griffith Stadium de la ciudad de Washington.

Así presentaron en las páginas deportivas del diario Últimas Noticias el partido de estreno de Aparicio en la edición del lunes 17 de abril de 1956.

Así registró en su sección deportiva el diario caraqueño La Esfera, a ocho columnas,  el estreno del zuliano Luis Aparicio en las Liga Mayores con los Medias Blancas de Chicago, en la edición del miércoles 18 de abril de 1956

Ese año se convirtió en el primer latino que alcanzó la distinción de Novato del Año en las ligas mayores.

Terminó la campaña como líder de la Liga Americana en los departamentos de bases robadas (21) y toques de sacrificio (14), además de dejar promedio de .266 (de 533-142) con 69 carreras anotadas, 19 dobles, seis triples, tres jonrones y 56 carreras impulsadas en 152 partidos.

Reunió 22 de los 24 votos posibles entre los cronistas que participaron en la elección. Los otros dos votos fueron para Rocky Colavito, guardabosque de los Indios de Cleveland, y Tito Francona, rightfielder de los Orioles de Baltimore.

Últimas Noticias la escogencia de Aparicio como Rookie del Año en la Liga Americana, en la edición del 2 de diciembre del año 1956.

Así registró el diario caraqueño La Esfera el regreso de Luis Aparicio a Maracaibo tras su exitosa primera temporada en las Grandes Ligas
Después de Aparicio otros 21 latinoamericanos han obtenido la misma distinción: los dominicanos Alfredo Griffin (LA 1979), Raúl Mondesí (LN 1994), Rafael Furcal (LN 2000), Albert Pujols (LN 2001), Ángel Berroa (LA 2003), Hanley Ramírez (LN 2006) y Neftalí Feliz (LA 2010); los puertorriqueños Orlando Cepeda (LN 1958), Sandy Alomar (LA 1990), Carlos Beltrán (LA 1999), Geovany Soto (LN 2008) y Carlos Correa (LA 2015); los cubanos Tony Oliva (LA 1964), José Canseco (LA 1986), José Fernández (LN 2013), José Abreu (LA 2014) y Yordan Álvarez (LA 2019); los venezolanos Oswaldo Guillén (LA 1985) y Ronald Acuña Jr. (LN 2018); el panameño Rod Carew (LA 1967); y el mexicano Fernando Valenzuela (LN 1981).

Una carrera dorada

Aparicio dejó average vitalicio de .262 con 83 cuadrangulares y 736 carreras remolcadas en 2599 partidos.

En total, robó 506 almohadillas, cifra que le permite ocupar el 38° de todos los tiempos, con récord de nueve temporadas consecutivas (1956-64) como líder de departamento en la Liga Americana, al tiempo que durante ocho certámenes en fila (1959-66) estuvo al frente del renglón de porcentaje de fildeo entre los paracortos del joven circuito.

Vistió los uniformes de los clubes Medias Blancas (1956-1962; 1968-1970), Orioles (1963-1967) y Medias Rojas (1971-1973).

Su mejor temporada fue la de 1959 con Chicago, cuando encabezó la Liga Americana en robos con 56, para ayudar a su club a llegar a la Serie Mundial, y escoltó a su compañero Nellie Fox en el segundo lugar de la votación del premio al Jugador Más Valioso.

En trece oportunidades fue postulado al Juego de Estrellas e intervino diez veces en el clásico de mitad de campaña, de 1958 a 1964 y de 1970 a 1972.

Participó en dos Series Mundiales (1959 y 1966) y ganó nueve Guantes de Oro. Fue el primer venezolano que alcanzó a batear dos mil hits (2.677) y anotar mil carreras (1.335).

Cuando se retiró en 1973, poseía los récords de más juegos (2.599), asistencias (8.016) y double plays (1.553) para un shortstop.

Exclusivo club latino

En enero de 1984 resultó electo al Salón de la Fama en su sexto año de elegibilidad en la papeleta de votación de la Asociación de Cronistas  Beisbol de Estados Unidos.

Ingresó al recinto de Cooperstown  el 12 de agosto de ese mismo año junto con Harmon Killebrew, Don Drysdale, Rick Ferrell y Pee Wee Reese.

Cable de UPI publicado el 12 de agosto de 1984, un día antes de la exaltación de Aparicio al Salón de la Fama de Cooperstown.

Análisis y detalles de la exitosa trayectoria de Luis Aparicio en las Grandes Ligas, como nota previa a la exaltación, presentada en las páginas deportivas del diario Últimas Noticias por el reportero Alfredo «Bachaco» Conde. (12 de agosto de 1984).

Solo catorce latinoamericanos forman parte del Salón de la Fama y Aparicio es el único shortstop.

Los otros trece son los puetorriqueños Roberto Clemente (1973), Orlando Cepeda (1999), Roberto Alomar (2011) e Iván Rodríguez (2017), los cubanos Martín Dihigo (1977), Tany Pérez (2000), José de la Caridad Méndez (2006) y Cristóbal Torriente (2006), los dominicanos Juan Marichal (1983), Pedro Martínez (2015) y Vladimir Guerrero (2018) y los panameños Rod Carew (1991) y Mariano Rivera (2019).

Carrera en la pelota local

En Venezuela, Aparicio actuó con los equipos Gavilanes (1953-54; 1956-57) y Rapiños (1957-1963) en la pelota rentada zuliana. En ocho temoradas dejó promedio vitalicio de .321, récord del  circuito occidental con 73 robos en 273 juegos.

En la Liga Venezolana de Beisbol Profesional,  con Leones del Caracas (1954-55), Tiburones de La Guaira (1963-69), Águilas del Zulia (1969-1971) y Cardenales de Lara (1972-1975), logró average de por vida de .261 3n 417 juegos de eliminatoria, con 58 estafas.

Destacó igualmente como mánager en la LVBP. Dirigió a Tiburones de La Guaira, Águilas del Zulia, Cardenales de Lara, Navegantes del Magallanes y Petroleros de Cabimas.

En 1973 fue elevado al Salón de la Fama del Deporte Venezolano. En 2003 ingresó en el primer grupo de exaltados al Salón de la Fama del Museo de Béisbol venezolano.

Desde 2004 se otorga el premio “Luis Aparicio” al pelotero criollo de mejor actuación en cada temporada de MLB. En el año 2006, los Medias Blancas le rindieron tributo al dedicarle una estatua en u parque de Chicago.

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