NOSOTROS| El aumento salarial y precios acordados. Por Johnny Galue (@COOTUR)

EL CONTRAGOLPE A LAS MEDIDAS ADOPTADAS CONTRA EL RÉGIMEN

A la honda escasez, la elevada inflación, el acelerado deterioro de la capacidad adquisitiva del salario y la merma sostenida en el suministro oportuno y de calidad de los servicios públicos más básicos, el gobierno decreta un aumento salarial en bolívares, y acuerda precios de productos en dólares. A ello, se suma el terrible drama de la inseguridad jurídica y personal. Todo esto, es el resultado de un modelo político, que indica, que Venezuela, tenga una de las economías más miserables del mundo de acuerdo.

Esta decisión, es el resultado y una consecuencia, de pretender imponer al país una ideología y políticas que generan y generarán, más penurias y escasez. Que además, tal decisión como aplicación, se ha hecho al margen y en contra la Constitución. Ante una descomunal crisis económica, social e institucional en que se encuentra el país, el Gobierno acuerda precios de productos en dólares y decreta un aumento salarial en bolívares, lo que carece de precedentes en la historia de Venezuela. Con un gobierno, que ha recibido, los más extraordinarios ingresos, que ha gozado País alguno, en toda su historia, en sólo 17 años, el ingreso percibido quintuplicó el de los 40 años de democracia.

Un gobierno de transición, no da muestras de inicio de un proceso de recuperación ni legislativo y  como democracia. Una maraña de problemas, que el sistema político y jurídico ha creado. Peligrosa escasez de medicamentos e insumos médicos y deterioro de la infraestructura sanitaria en pleno proceso de la cuarentena. La fragilidad  del sistema de salud, se verifica, en la condición en la que se encuentran los hospitales, a pesar del   oneroso convenio que el gobierno estableció con el régimen cubano.

Un acuerdo de precios en dólares, y un aumento salarial en bolívares, que adquiere un carácter dramático, que afecta todos los rubros, que necesita el ser humano para tener un mínimo de calidad de vida en cualquier sociedad, incluyendo, la escasez de alimentos como el suministro de agua, electricidad y gasolina.

A este acuerdo, de precios en dólares, y el aumento salarial en bolívares, se  suman otros datos que confirman la magnitud del caos económico, social e institucional del país, ocupamos, el primer lugar en inflación en todo el mundo. El gobierno ha multiplicado la deuda seis veces, ha disminuido las reservas a límites críticos y  ha propiciado la fuga de capitales que se estima entre doscientos y trescientos mil millones de dólares.

El marco legal, que se ha creado esta decisión  pretende arrasar con el tejido industrial y empresarial del país y lo que todavía queda en pie opera por debajo del 50% de la capacidad instalada. Destruye definitivamente, el 50% de las industrias y cerca del 15% del total de las empresas. Esta decisión, explica el hecho de que cerca de 8 de cada 10 venezolanos se encuentra desempleado. En el área cambiaria será una catástrofe. La diferencia cambiaria entre el dólar oficial y el real es tan grande que el salario de un trabajador se reduce a menos de 05 o 04 dólares, si se utiliza como referencia el precio  con el que se cotiza la moneda en el mercado libre. Las deudas pendientes con proveedores farmacéuticos, de alimentos, líneas aéreas y de la estatal petrolera, así como los pagos  que están próximos a vencerse, sitúan al país en el default privado. El déficit fiscal se terminara de descontrolar totalmente. Estos datos revelan una tragedia  propia de una economía de guerra.

Son los resultados esperados, con esta decisión, no podría ser diferente, de un sistema que no requiere de otras experiencias para demostrar su total incapacidad para producir bienestar. Con el objetivo, de hacer responsable de esta crisis a las medidas acordadas contra el Régimen.

Con esta decisión, el régimen ha preparado el contragolpe a las medidas, dada la crisis monumental que la misma representa, y por el rechazo de una contundente mayoría de la población y la consecuente pérdida de apoyo social. El régimen con esta decisión, demuestra de manera contundente su firme decisión a no recapacitar y su firme decisión a no cambiar de rumbo.

En lugar de una respuesta de sentido común, el régimen, con su arrogancia, de creer que poseen una ideología superior, con esta decisión, menosprecia y desconoce a los ciudadanos, quienes manifiestan su cansancio y su claro rechazo al gobierno como a este sistema.

Con esta decisión, persisten en imponer y en aplicar medidas, para buscar el contragolpe contra las medidas acordadas contra el régimen, sometiendo a la población al despeñadero, los que nos han llevado a la penosa crisis de salud y a la inevitable crisis alimentaria. Para enfrentar a sus enemigos con el hambre y la miseria de los venezolanos, en una supuesta guerra económica contra un país, al que tienen el descaro de llamar “potencia”.

Johnny Galue (@COOTUR)

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