NOSOTROS| Radical destrucción de lo conseguido. Por Johnny Galué (@COOTUR)

“COPEI EN SUS 74 ANIVERSARIO”

“CRISIS DE REALIDADES”

Es paradójico lo que ha ocurrido en COPEI en estos setenta y  cuatro años, pasar de ser un partido que podía ser considerado como uno de los más representativos de la Venezuela moderna, a entrar en una profunda fase de decadencia y deterioro social, político y cultural. Esta situación intriga, sobre todo, a quienes han militado en él, donde después de tantos años, se percibe un ambiente vital y humano muy diferente del que se conoció y compartió en su seno.

Un amigo, de muchos años, del Municipio Perijá del estado Zulia, me comentaba que COPEI se había convertido, en un asidero  de luchas y rencillas internas, que se convirtió, en el deseo destructivo  de sectores, para deshacer de lo que tanto trabajo llevo construir, levantar y consolidar por Manuel Guanipa Matos. Sin embargo como si del mito de Sísifo se tratase, en el momento en el que la enorme piedra llega a la cima de la montaña, reaparecen las mismas fuerzas y grupúsculos destructivos que hacen resbalar y deshacer lo conseguido.

Entender qué procesos han actuado en estos setenta y  cuatro años, para que renazca el mito de lo nunca consolidado en un partido, siempre en una eterna y hastiada crisis de realidades, nos lleva a reflexionar,  por qué, conjuntamente con los mismos aspectos, que en el pasado, llevaron a otros partidos a su decadencia, hoy  empujan al COPEI a su ocaso, de sus más profundas estructuras sociales e intelectuales.  Un planificado declive, al que sólo con una interesada y cómplice ceguera se puede negar o silenciar esta realidad.  Que  han precipitado el que, de nuevo, la roca de Sísifo vuelva a rodar hacia abajo por esa montaña llamada COPEI.

Hablar de este proceso de ocaso, del COPEI nos hace retroceder, para tomar impulso, a los líderes como dirigentes del pasado, al verificar que el vacío intelectual e histórico, es de tal gravedad que hay que considerar a esta época, como la radical destrucción de lo conseguido.

Los actores de esta decadencia, son los dirigentes del postmodernismo, esos que vinieron a sustituir a los verdaderos representantes y dirigentes socialcristianos. Esos, que impusieron el triunfo de la actitud cínica y sus efectos sobre los socialcristianos. Quienes además, han llevado a cabo, la modificación de nuestra ideología y de nuestra mentalidad. Son la copia de influencias, mediáticas  que muestran una enorme carencia de formación intelectualideológica  y reflexiva. Esto ha dado, como consecuencia la aparición de un tipo de político representante de esta especie de subclase social. Quienes, con sus insuficiencias culturales, ideológicas e incluso morales, no viven para la política, sino que viven de la política. Esta subclase se  desarrollo dentro de las estructuras del partido, primero como “chicos para todo” y luego como especialistas en la nomenclatura y sus formas de subir por ella. Eso sí, siempre han tenido muy claro quienes poseían el poder y a quienes había que halagaraplaudir y felicitar de manera vehementevergonzosa y agradecida.

Para pertenecer a este grupo, la primera condición es no sobresalir en nada de lo que hasta ahora habíamos considerado como la garantía de una personalidad fiable. No tener cultura, no haberse educado con principios éticos o morales, no haber trabajado con criterios y méritos propios, son algunos de los aspectos que representan a estos “nuevos dirigentes” que “deciden” el destino de nuestra organización. Pero a estos criterios se une la llegada del pensamiento postmoderno. Esto es, una modalidad de entender la existencia en donde el cinismo, la banalidad y el narcisismo se convierten en las formas “normales” de actuar.

El menosprecio y desdén con el que se despachan temas como el concepto de Estado, la confusión entre cultura y civilización, la incapacidad para discernir lo que es importante de lo que sólo es accesorio, entre otros ejemplos de este tipo, nos ratifica que estamos ante la llegada radical al COPEI del ocaso, la instauración  de una ideología, de pensamiento débil representada por personalidades autoritarias, quienes se hacen fuertes con los débiles y se humillan ante los que creen fuertes.  Esto lo hemos constatado desde los inicios de la aparición de este subgrupo de dirigentes, quienes, si tener ningún principio de coherencia intelectual ni de honestidad en relación al cargo y a sus funciones políticas representativas,  posan,  fingidamente en posturas incoherentes y contradictorias con sus cargos políticos y la dignidad institucional del COPEI, donde el cinismo y el postmodernismo están inseparable e indisolublemente unidos en el acontecer del accionar político del partido.

Es el triunfo del caos y de la confusión en el partido político socialcristiano, donde se tratan de conseguir a cualquier precio, por estos sectores  de  imponernos como “lo actual” y “lo nuevo” esta visión cínica del de hacer política, sin declarar su intención oculta y su objetivo final que no es otro que dar un temible paso hacia atrás en la evolución de los socialcristianos y de su  conciencia. Este es el enorme y soterrado peligro que sobrevuela, sin duda, sobre EL COPEI y sobre la atacada y vapuleada Venezuela de nuestros días.

Johnny Ramón Galué Martínez / Johnny.galue@gmail.com / @COOTUR

Entérate al instante de más noticias con tu celular siguiéndonos en Twitter y Telegram
Suscribir vía Telegram

Lea también

Le puede interesar además

Loading...

Tu opinión vale...