Las matemáticas revelan los errores de los nazis en la Batalla de Inglaterra

Alemania tenía el continente europeo bajo control. A principios de 1940, Francia había caído y Adolf Hitler dirigió su mirada hacía Gran Bretaña para conseguir la ansiada victoria total en Europa. El Führer y los mandos de la Wehrmacht (fuerzas armadas) sabían que asaltar las islas no era una tarea sencilla, así que trazaron un plan: neutralizar a la RAF (la aviación británica) antes de desplegar la Operación León Marino, la invasión por mar.

“Lo que el general (francés) Weygand llamaba la batalla de Francia ha terminado. Supongo que la batalla de Inglaterra está a punto de empezar”, apuntó Winston Churchill en su famoso discurso en la Cámara de los Comunes el 18 de junio de 1940. Cuando dos meses después comenzaron a sonar las sirenas antiaéreas, los británicos les estaban esperando.

 

 

 

Operación León Marino

Adolf Hitler y los mandos de la Wehrmacht sabían que asaltar las islas británicas no sería una tarea fácil

La Luftwaffe usó más de 1000 bombarderos y unos 700 cazas durante el Día del Águila (15 de agosto), su primera incursión en el espacio aéreo inglés durante la cual realizaron hasta 2.119 acciones. Las consecuencias de los bombardeos fueron devastadores para el que, por entonces, era el último bastión de los aliados (EE.UU. aún no se había sumado al conflicto).

Churchill mandó contraatacar y fijó su objetivo en el aeropuerto de Tempelhof, la factoría de Siemens y ciudades como Leipzig y Hannover. Aunque el objetivo principal fue Berlín. Todo este despliegue apenas causó daños en las fuerzas nazis, pero hizo cambiar el punto de vista de Hitler, en un cambio de estrategia que resultó fatal para sus intereses.

Uno de los maniobrables cazas Supermarine Spitfire de la RAF

Uno de los maniobrables cazas Supermarine Spitfire de la RAF (Wikipedia)

El Führer ordenó concentrar toda la maquinaria bélica sobre Londres… y perdió. Los ingleses sacaron ventaja del radar desarrollado unos años antes por el físico Robert Watson-Watt y, especialmente, de la producción masiva del caza Spitfire, mucho más maniobrable que el Messerschmitt Bf 109 alemán.

Ochenta años después, un grupo de matemáticos de la Universidad de York, junto con los historiadores de la York St John University, han utilizado la inteligencia artificial para analizar distintos finales posibles de la Batalla de Inglaterra antes de que acabara en octubre de 1940, según detallan en un estudio publicado en la revista Journal of Military History .

 

 

 

Escenarios posibles

Los investigadores han utilizado la inteligencia artificial para analizar finales distintos de la Batalla de Inglaterra

¿Qué hubiera pasado si no se hubiera convertido la ciudad de Londres en principal objetivo de los bombardeos? ¿Qué habría ocurrido si un Hitler más ansioso hubiera impulsado antes el comienzo de esta campaña militar? o ¿Cómo hubiese acabado todo si Goring -comandante de la Luftwaffe y segundo hombre del III Reich- se hubiera centrado en atacar los aeródromos británicos durante toda la batalla?

Para obtener estos escenarios alternativos se han usado estadística y una simulación por computadora, que es “como tomar una bola para cada uno de los eventos de la Batalla de Gran Bretaña y colocarlas en una ruleta. Los distintos resultados se dibujan, se leen y se reemplazan para crear miles de series distintas de la lucha, en un orden diferente”, dicen los investigadores.

Los alemanes concentraron sus bombardeos sobre las ciudades, especialmente Londres
Los alemanes concentraron sus bombardeos sobre las ciudades, especialmente Londres (Wikipedia)

Los matemáticos repitieron el proceso haciendo que algunos días fueran más o menos propensos a ser elegidos, dependiendo de cómo un protagonista (Hitler, por ejemplo) hubiera cambiado sus decisiones si hubieran usado diferentes tácticas. “Pudimos modelar campañas alternativas en las que la Luftwaffe prolonga o contrae las fases de la operación y varía sus objetivos”, indican.

 

 

“La Luftwaffe solo habría podido disponer de las bases en Francia a partir del mes de junio, como muy pronto, para lanzar un ataque aéreo contra Gran Bretaña. Por eso nuestra campaña alternativa adelanta los bombardeos apenas tres semanas”, señala el doctor Jamie Wood, coautor de este estudio.

Los resultados estadísticos apoyan que este simple cambio de táctica podría haber conllevado la victoria de las fuerzas alemanas en el verano de 1940. “Las simulaciones sugieren que si hubieran comenzado la campaña antes y se hubieran centrado en bombardear los aeródromos, la RAF podría haber sido derrotada, allanando el camino para una invasión terrestre”, sugiere Wood.

Un avión Messerschmitt Bf 109 alemán
Un avión Messerschmitt Bf 109 alemán (Wikipedia)

Según el modelo matemático, el impacto de estos dos cambios habría sido dramático para los británicos. Si la probabilidad de una victoria británica en la batalla real hubiera sido del 50%, estos dos cambios tácticos la habrían reducido a menos del 10%. Si la probabilidad real de victoria británica fuera del 98%, los mismos cambios la habrían reducido a solo el 34%.

 

 

El análisis de los matemáticos de la Universidad de York sugiere que Hitler, herido en su orgullo tras el contraataque ordenado por Churchill, se equivocó al mandar a la Luftwaffe abandonar la estrategia de bombardeos a aeródromos para concentrarse en las ciudades, principalmente sobre Londres. Eso, y el timming de los ataques.

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