La Libertad y el Mundo. Por Albert Geovo (@aegeovo)

Comienzo de una nueva década en el país, y continúa el éxodo de capital financiero y humano, a través, de los múltiples subsidios, controles económicos, políticos y sociales que terminan dañándolo todo, a pesar, que el régimen central, por estas latitudes y casi todo el orbe, desde tiempos de la colonia, no cambió en nada en las independencias del sXIX, hoy está exonerando impuestos a las importaciones, medidas estas liberales económicas, de libre mercado, libre comercio, a raíz del desabastecimiento y escases en todos los productos básicos de la dieta alimentaria, como consecuencia del modelo socialista, establecido de economía planificada, sopena, que tal edicto del capitalismo liberal, no surta efectos, al momento de la llegada, a puerto de las mercaderías, sino se tiene las conexiones pertinentes con el régimen central imperante.

A todo lo de arriba se le suma, el lavado de cerebro, que no es producto de estas dos décadas, sino que es la consecuencia de 200 años de centralismo que luego se consustanció con el socialismo científico que se le ha propinado en pocas dosis a la población con el mejor instrumento para hacerlo que es, a través, de la educación de la mano con los medios de comunicación y al lado de las principales editoriales que entran al país, para construir todo el sistema político que opera dentro de la nación donde incide en el mismo, los principales centros de poder en el mundo.

La izquierda, el colectivismo, el Estatismo, el intervencionismo estatal, el modelo progresista del Estado Benefactor, la planificación de la economía,   viene haciendo un trabajo, desde hace siglos en ser la hegemonía mundial, esta viene sacudiendo el orden natural de las personas, ya que, se ha instaurado, a través, de la educación, en las mentes de las personas, en forma de programas,  sumiéndolos a una dependencia del Estado todopoderoso sin precedentes, sustituyendo los principios y valores del cristianismo por un Estado megalómano que se expande poco a poco bajo el mismo esquema y enfoque colectivista, lleno de materialismo histórico por toda la tierra y al que sucumben como es lógico hasta la religión.

Las gentes no se han dado cuenta que todo el mundo está tomado por un orden globalista, totalitario, que viene destruyendo todo lo que consigue a su paso, arruinando familias y naciones enteras, encriptándose en la educación desde la cuna a la tumba de cada ser humano, donde la humanidad no logra comprender los elementos que conforman tal sistema esclavizante, para dilucidar la trampa del sometimiento y dependencia a la que son sometidas las personas durante siglos.  Libertad, bella palabra que resuena en los pueblos de la humanidad desde la época mosaica y que aun no logran encontrar, más que en sus espíritus individuales y únicos.

La educación ha condicionado a las personas a depender del Estado en todos los ámbitos de la vida humana, es absurdo, como la humanidad se somete al poder del Estado sin ninguna reflexión, nada más porque así, se ha establecido durante toda la historia. Es falso que nuestros independentistas, héroes epónimos, líderes políticos, maestros, lucharon contra el orden establecido en todos los anales de la historia; toda la sangre que ha corrido en tiempos pretéritos y presentes ha sido para sustituir al poder, pero no para generar el cambio que clama y necesita la humanidad del respeto a los derechos naturales e inalienables de todas las personas.

La filosofía que se imparte en la academia y la escuela, ha sido aquella que ubica al individuo como un ser dependiente, accesorio de un todo, no un ser único, constructor de su vida. El positivismo, inundó todo el imaginario de la racionalidad y se piensa bueno lo que en realidad es malo para la humanidad, se habla de libertad donde están las cadenas que os oprimen; se le llama positivo y virtuoso a lo malo, negativo, inmoral, deshonesto e injusto.

Se crean leyes muy similares de los tiempos de Herodes, incluso más atrás,  que no muy en el fondo sirven para la disminución de la población como método de control social, tales son, las leyes de género, leyes pro aborto, leyes contra el libre mercado, el comercio, leyes que regulan la propiedad privada, leyes para regular la natalidad,  y todas aquellas que condicionan la libertad de las personas de acuerdo a sus derechos naturales e imprescriptibles, destruyendo de forma monstruosa la sociedad, los valores y principios cristianos que se sintetizan en “Amar a Dios por encima de todas las cosas y al prójimo como a ti mismo”.

Feliz y Bendecido 2020 para todos los lectores, e incluso para lo que no profesan un orden de libertad, libre comercio, libre mercado, libre economía para todas las personas, sino que en poco o mucho apuestan por un sistema centralista de economía dirigida. El Amor de Dios los Bendiga, y la verdad nos haga libres. ¡Gracias!!!

 

Albert Geovo / @aegeovo / albertgeovo@gmail.com 

 

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