El Callejón de los Pobres luce desierto a dos semanas de #Navidad

Los tiempos cambiaron y quedó en el recuerdo las caminatas por el centro de la ciudad en busca de las mejores ofertas. Era tradición recorrer el Callejón de los Pobres y hacer las compras de los estrenos de Navidad.

La familia completa pasaba todo un día caminando, buscando y escogiendo qué comprar para los estrenos del 24 y 31 de diciembre. Además de adquirir juguetes y los ingredientes para las hallacas.

Desde que comenzó el último trimestre del año, los comerciantes del centro de la ciudad esperaban incrementar sus ventas y adquirir ganancias como acostumbraban en años anteriores.

Pasaron los días, pero eso no fue posible. La mercancía sigue colgada en los tarantines o dispuesta sobre las mesas y los comerciantes acusan deudas que mantienen con proveedores y mayoristas.

Atrás quedó la imagen del recorrido por los tradicionales callejones, sorteando entre la masa de compradores, empujones y pisotones, y con la cartera arremangada para no caer en manos de los ladrones.

Ahora el centro está desierto. Ya no hay bullicio, música y luces de colores. Solo quedan los escasos vendedores que esperan con las manos en la quijada a que llegue un comprador.

“Esto parece enero por la pelazón”

Mirian Romos, de 37 años de edad, deambula en compañía de su hijo, un adolescente de 15 años, en busca de un “jean económico”. La joven madre precisó que muchos padres prefieren tener para comer que dar 20 dólares por un pantalón.

“No habíamos venido antes, apenas hoy. Y un pantalón para mi hijo me lo quieren vender en 20 dólares, eso es demasiado dinero. Como hace un asalariado para vestir a su niño, mi hijo se va a vestir porque su padre está fuera del país y le envío el dinero”, apuntó Ramos.

María Bracho, quien vende jeans y camisas para damas en una mesa del Callejón de los Pobres, aseguró que las ventas son bajas y que la frecuencia de compradores es normal. “Son pocas las personas que ves comprando. Preguntan precios, caminan y observan, pero hasta ahí. Esto parece enero por la pelazón que hay”.

Además agregó que “hay días que no vendo nada. El lunes me fui sin vender una pieza. Y hoy solo llevó dos piezas vendidas y son las 11.00 de la mañana”, agregó Bracho.

Asimismo, Yameli Labrador, quien tiene 16 años de comerciante en el centro, manifestó que la usencia de compradores en el Callejón no es porque no haya ambiente navideño o no exista dinero para poder comprar.

“Aquí en el centro de pronto no hay ventas como en años anteriores, pero tu escuchas en la calle a todos hablando de la ropa de diciembre y de lo que les traerá la tía, mamá, hermana, prima algún familiar que tienen afuera. Por eso es que nosotros no vendemos, porque mucha gente envía la ropa de afuera o viajan a Maicao para comprarla”, argumentó Labrador.

La inflación del país y el aumento a diario del dólar hace que el precio para comprar una prenda de vestir sea exorbitante. Los vendedores del centro tienen el costo de un jean en 20 dólares, lo que equivale a 940 mil bolívares, cuando el sueldo mínimo es de 300 mil bolívares.

Labrador afirmó que hay una demanda fuerte en Maicao y las personas deciden viajar para allá porque encuentran la ropa más económica.

“Nosotros compramos mercancía de Colombia, Panamá y estados Unidos a buen precio pero venderla aquí económica no se puede. El envío lo cobran súper caro y cómo sobrevive uno aquí sí es un país dolarizado”, indico la vendedora.

La Verdad

Entérate al instante de más noticias con tu celular siguiéndonos en Twitter y Telegram
Suscribir vía Telegram

Lea también

Le puede interesar además

Loading...

Tu opinión vale...