El presidente electo de #Argentina se sigue desmarcando de #Maduro y también de Chávez

No fue olvido. No pudo ser olvido. Porque al kirchnerismo no es posible entenderlo sin Hugo Chávez. Ni tampoco es posible hablar de Rafael Correa. Ni tampoco de Evo Morales. Ni siquiera de Lula Da Silva. Y no hablar de Hugo Chávez. Pero el presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, no habló, no mencionó, a Hugo Chávez cuando en una conferencia en México analizó la que él llama la década progresista que vivió América Latina. Interesante esta omisión de Alberto Fernández. Muy a propósito. Aquí está la explicación.

Una cosa es Nicolás Maduro y otra Hugo Chávez. Y ya se sabe de las diferencias que mantiene Alberto Fernández con Maduro. No lo considera un dictador pero tampoco un demócrata. El presidente electo de Argentina mantiene esa distancia con Maduro de quien dice está al frente de un régimen autoritario. Pero otra cosa es Hugo Chávez. Que le brindó todo el apoyo a Néstor y Cristina Kirchner, y no es posible entender el kirchnerismo sin meter a Hugo Chávez en la ecuación. Además, Rafael Correa y Evo Morales casi son creaciones de Chávez. Y Lula le debe buena parte del primer triunfo a Chávez. Eran los tiempos del Chávez pleno. Lleno de recursos. De imagen y carisma y de un discurso que encendía.

Pues resulta que el presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, que sigue en México, que se reunió con Andrés Manuel López Obrador, se reunió con Carlos Slim, se reunió con un grupo de empresarios, se reunió con el expresidente de Ecuador, Rafael Correa, y luego, invitado por la Universidad Autónoma de México, dictó una conferencia en el antiguo Colegio San Ildefonso. Allí habló de los desafíos de América Latina. De la desigualdad. De la pobreza. De las protestas en Chile. Y habló de la década en la cual coincidieron en la región Lula en Brasil, Néstor y Cristina Kirchner en Argentina, Rafael Correa en Ecuador, Evo Morales en Bolivia, Tabaré Vásquez y Pepe Mujica en Uruguay; y Michelle Bachelet en Chile. Pero también estaba Chávez. Por supuesto que estaba Chávez. Pero Chávez no apareció en el discurso de Alberto Fernández. Y no parece olvido. Y les diré por qué.

Primero hay que señalar que Alberto Fernández enfatizaba sobre la pobreza y la desigualdad en América Latina. Que en Argentina el 40% de la gente vive en la línea de pobreza. Y que lo que le pasa a la Argentina le pasa a todo el continente. Por lo tanto, dijo, “ha llegado la hora de generar condiciones de igualdad. Hay que llevar esta prédica a cada rincón de América Latina”. Ese es el desafío. Es el imperativo, dijo el líder peronista. “En el continente no podemos seguir soportando la desigualdad”.

Entonces fue cuando pasó a hablar de la década de progreso. Señaló que previo a la conferencia había hablado del tema con Rafael Correa. Y no es posible imaginar una conversación entre Alberto Fernández y Rafael Correa sin que se hable de Venezuela, Maduro y Chávez. Puntualizó Fernández en la conferencia que en esa década América Latina “entró en un ritmo de progreso grande”. De crecimiento. “Todos los países crecieron pero el mejor crecimiento es que la sociedad se igualó”.

Y en esa década, expresó, los protagonistas fueron:

Correa en Ecuador.

Néstor y Cristina en Argentina.

Bachelet en Chile

Tabaré y Pepe Mujica en Uruguay.

Lula en Brasil.

Cuando mencionó a Lula lanzó un grito: Lula libre. No nos olvidemos. Ante la arenga, el público aplaudió. Y podría pensarse que los aplausos lo hicieron perder el hilo de la enumeración de los liderazgos. Pero no. Pues al volver al punto, se acordó de Evo Morales. Y se acordó con detalles de más. Dijo: Evo Morales en Bolivia. Y agregó:

Qué es lo que no le perdonan a Evo Morales.

Que cambió la estructura económica en Bolivia.

Que Bolivia sigue creciendo.

Que Bolivia sea un ejemplo en América Latina.

Que Evo creó oportunidad para los bolivianos.

Después siguió con el tema pero pasó la página de los líderes. Y Chávez no estaba. Chávez no apareció. Menos Maduro. Y Maduro no puede estar porque Maduro generó más pobreza. Maduro fracasó. Maduro generó más desigualdad. Maduro no es ejemplo de progresismo. Es más, Alberto Fernández no puede ponerlo como ejemplo porque Maduro creó las condiciones para el éxodo masivo de venezolanos. Y este es un aspecto al que se refirió Alberto Fernández al hablar de la desigualdad en América Latina. Señaló que los países deben crear condiciones para que la gente no se vaya. “La oportunidad para los postergados es crecer donde nació, estudiar donde nació, trabajar donde nació, encontrar su amor donde nació, construir una familia donde nació y morirse feliz en el lugar donde nació”. No se trata de “buscar oportunidades en otras sociedades, otras latitudes y ciudades donde generalmente terminan postergados y hacinados”. Eso señaló el presidente electo de Argentina. Y esta es una crítica que le cae de manera directa a Maduro. ¿Pero, por qué ignoró a Chávez? Tal vez porque el desastre de Maduro es tan grande que Alberto Fernández prefiera mantener a distancia no sólo a Maduro sino también al chavismo y a Chávez.

Konzapata

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