Médicos y docentes encabezan #diáspora venezolana

Médicos y docentes son los que encabezan la diáspora venezolana de profesionales de acuerdo con expertos en el tema. Son áreas tan sensibles para el país que dicho éxodo se resiente, deja una huella dolorosa, es un daño cuya magnitud solo se conocerá en un futuro porque las cifras totales y el impacto aún están por determinarse.

Según números que se manejan en la Asamblea Nacional (AN), más de 43 mil médicos de diferentes especialidades han emigrado del país desde 2014. Desde la ONG Alianza Venezolana por la Salud manejan cifras más conservadoras, mediante un informe especial publicado en abril de este año se habló de 24 mil médicos “al menos” de áreas como pediatría, medicina general, anestesiología, cirugía y emergencia del sistema sanitario público, más de 6.600 bioanalistas y 6.030 enfermeros cuyo déficit ya alcanzó 74% en todo el país.

“Los médicos y los maestros y profesores son los que se consideran tienen las peores condiciones laborales aquí en Venezuela, más que todos los demás profesionales y son los que presentan más demanda fuera del país. A los médicos se les pide certificación pero a otros con formación más práctica como los enfermeros no, entonces logran que los contraten con cierta facilidad. En su mayoría los docentes y sobre todo los médicos emigran a países como Chile, España y Argentina que son los que promueven la inserción de profesionales de otras nacionalidades en esas áreas de la salud”, explicó el abogado y experto en el tema migratorio Leonardo Rodríguez Angola.

En Chile, la Asociación de Facultades de Medicina reportó en julio que 2.763 profesionales presentaron el Examen Único Nacional de Conocimientos de Medicina, requisito indispensable para incorporarse a la plantilla médica de esa nación. Los aspirantes provienen en su mayoría de las universidades Central de Venezuela (UCV), de los Andes (ULA), del Zulia (LUZ) y de la máxima casa de estudios de Oriente (UDO).

El organismo chileno destacó que los criollos representaron en esa oportunidad 65% de los inscritos para la prueba, lo que significó un aumento de 20% en seis meses, pues el 10 de diciembre de 2018, según informó, hicieron el examen 2.304 venezolanos. Bien por el país sureño que registra un déficit de tales especialistas, de allí que ha facilitado la inserción de médicos de otras nacionalidades.
Otro país que “aprovecha” ese recurso humano de la salud es Argentina.

La Organización Internacional para las Migraciones indicó en agosto que 16 provincias de esa nación estaban viendo aliviada la escasez de profesionales, lideradas por Buenos Aires con más de 200 galenos, seguida de Jujuy con 50.

Con sueldos entre $3,29 y $5, 06 al mes (Bs 70.000 – 111.000 aproximadamente), según la Federación Venezolana de Maestros (FVM), los educadores del país protagonizaron paros escalonados en el mes de octubre con amenazas de profundizar el conflicto si el Ejecutivo no accede a discutir la contratación colectiva que les garantice salarios dignos. Pero mientras unos eligieron quedarse pese a que los ingresos no les alcanzan ni para pagar pasaje, otros 172.000 profesionales de la enseñanza optaron por cruzar las fronteras el año pasado, en la búsqueda de mejores condiciones de vida. Entre 2017 y 2018 ingresaron a Perú alrededor de 5.589 docentes.

“No tiene sentido hablar de fuga de cerebros porque el problema en Venezuela es el régimen venezolano, es el que ha impulsado la conversión de la educación en adoctrinamiento, es el responsable de asfixiar a las universidades, su presupuesto, la calidad de vida de sus profesores que apenas gana si es titular entre $7 y $8 y por la vía que va estará dentro de poco en $4 o en $3, los estudiantes huyen de Venezuela. La infraestructura de la investigación se está quedando desierta como consecuencia además de la cero inversión por parte del Gobierno”, aseveró el sociólogo del Observatorio de la Diáspora Venezolana, Tomás Páez.

Exportador de ingenieros

Argentina también ha visto llegar a ingenieros tricolor. La Dirección Nacional de Migraciones de ese país informó que en 2017 se les otorgó la residencia argentina a 31.167 venezolanos, de los cuales 4.116 declararon ser ingenieros (no mayores de 29 años) de varias especialidades, entre ellas informática, computación y electrónica, 1.599 administradores de empresas, 1.143 técnicos, 856 abogados, 615 periodistas, 245 chefs y 250 arquitectos. Mientras que el año pasado Perú otorgó el permiso temporal de permanencia a 6.287 ingenieros, 5.821 administradores de empresas y 2.794 contadores.

“Tradicionalmente los ingenieros siempre han salido del país, unos regresan con más estudios y experiencia, otros no, como por ejemplo quienes han laborado en la industria petrolera a lo largo de los años, casi siempre han terminado en empresas trasnacionales del área”, acotó Rodríguez Angola.

¿Qué hay de la mano de obra calificada, el personal técnico?

El también defensor de Derechos Humanos, especialmente en materia infantil, acotó que si bien forman parte del éxodo, quienes dominan ciertos oficios como la peluquería, repostería, carpintería, reparación de electrodomésticos, electricistas entre muchos otros, no han salido de territorio venezolano en cantidades significativas porque se han adaptado a los cambios de la economía, una forma es el cobro en divisas extranjeras, principalmente dólares, por sus servicios y la búsqueda de otros proveedores, de repuestos por ejemplo, si alguno no le funciona.

Pero la estatal Corpoelec sí sufre las bajas. El coordinador del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Eléctrica Similares y Conexos del Zulia, Wilfredo Olano informó que hasta junio de 2018 había renunciado 50% de la plantilla del personal técnico para emigrar. Aseguró que los que han salido han encontrado trabajo con mejores sueldos en otras latitudes como Perú, donde un exempleado habló de más de 200 excompañeros de la Corporación en una empresa de electricidad llamada Tecsur.

Otro dato curioso es que desde 2015, cuando la diáspora inició su ascenso vertiginoso, se ha registrado igualmente la salida de gran cantidad de personas que pertenecieron a los distintos cuerpos policiales del país además de los componentes militares, pero sin cifras consolidadas. Solo en febrero de este año, cuando se intentó ingresar ayuda humanitaria a través de la frontera con Colombia, migración del vecino país reportó la llegada de 567 integrantes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en calidad de desertores.

El Observatorio de la Diáspora Venezolana ha expresado preocupación porque si bien hay cantidades importantes de profesionales ejerciendo en el exterior hay otro número significativo de los 5 millones de emigrantes que no han logrado insertarse en sus distintas áreas.

“Si bien hay centenares de ingenieros en Argentina que están haciendo cosas, en Inglaterra tienen empresas, que están desarrollando su actividad afortunadamente, muchos otros profesionales no están ejerciendo en esos países y eso implica un desaprovechamiento de los conocimientos, haría falta una estrategia para aprovechar esta diáspora desde Venezuela. Hay más de 300 doctores en Ecuador, algunos no están ejerciendo o están subutilizados, en España. Además de profesionales son un bono demográfico porque es gente joven, tiene salud, capacidad de trabajo, y todo ello es un aporte enorme para el país que los acoge”, destacó Páez.

El experto alertó que la migración criolla, que se dirige “veloz” a los seis millones ya supera en número a las poblaciones de países como Noruega, Dinamarca, Panamá y casi duplica a la de Uruguay.

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