Una dictadura autovictimizadora. Por Luis Barragán (@LuisBarraganL)

En nada debe asombrarnos la reacción de Maduro Moros y sus asociados, ante el consabido informe de la sra. Bachelet, empleadas las redes sociales para una vasta campaña hundida en las consignas de siempre. Los habrá tan ingenuos que la siguen y apoyan, algo preocupante, pues, negar la enorme viga en los ojos sobre la violación de los DD.HH., en Venezuela, revela toda una patología peligrosamente social.

El régimen – tan convencional él – ha hecho suya la narrativa cubana del bloqueo y la guerra económica, e intentará algo similar respecto a la dura y demasiado evidente situación que ha generado. No obstante, luce difícil el malabarismo propagandístico y publicitario para convertir en victimarios a Albán, al capitán Acosta o a Rufo, el joven a quien literalmente le arrancaron los ojos en una manifestación pacífica.

Por siempre, esta dictadura se ha autovictimizado.  Otros, sin los culpables de nuestras desdichas, inventándose una coartada que cruza las fronteras del disparate.

Recordamos, por ejemplo, las habilitaciones presidenciales que se dijeron solución definitiva ante el problema económico o el de la corrupción. En una ocasión, para disgusto del director de debates, lo razonamos en el parlamento, porque había otras fórmulas constitucionales y legales más adecuadas que la propia habilitación invocada

(https://youtu.be/d62WMI7LwUU).

Vale decir, la autovictimizacion propiciaba un mecanismo o un dispositivo de mayor poder aún si pretexto de cualquier problema, a objeto de guardar las formas. Sin embargo, esta vez ya no hay forma alguna que guardar con la timidez del informe en cuestión, porque ¿cabe relanzar el Estado de Excepción para ampliar todavía más la represión, inventarse un conflicto internacional para desviar la atención, entre otras locuras? Acordemos, en vísperas de la reunión del Foro de Sau Paulo para afinar la estrategia continental del proyecto totalitario, en nada extrañará una suerte de festival Internacional de solidaridad con esta dictadura btan perseguida, desastrosa e incomprendida, añadida la correspondiente jornada musical en Caracas, pero ¿con qué reales, si lo que entra bes para adquirir armas?