Paganismo y Revolución. Por Albert Geovo (@aegeovo)

Entendamos por paganismo aquellas tradiciones, costumbres y practicas provenientes de la cosmovisión egipcia, mesopotámica, babilónica, greco romano, indigenista y afrodescendiente de las que se han valido grupos, organizaciones y sectas religiosas con representaciones que pretenden sustituir al único Dios Judeocristiano, además que ya en el antiguo y nuevo testamento no sólo están prescritas, sino que sus adeptos son anatema reiteradamente en la palabra de Jehová.

Sin embargo, se observa que, en todas las revoluciones socialistas a lo largo y ancho del mundo, a pesar de declararse ateos y agnósticos sus seguidores y prosélitos, terminan adorando a sus jerarcas. Además, que los prosélitos sumados de rendir veneración al dictador, veneran también a algún dios foráneo a la Fe Judeocristiana. Terminando autoproclamándose sus jerarcas con los atributos de un dios, como, por ejemplo: Eterno, inmortal, omnipresentes, infalibles, puros, entre muchas otras particularidades.

Empero, ¿el asunto no termina en que ellos se autoproclamen dios o adoren y tengas otras creencias, o tergiversen la fe cristiana? No, ya que se sabe que en toda democracia se respeta el culto y veneración que se quiera preferir y honrar, sino que lo desdeñable es pretender arrastrar a toda una población a las creencias del régimen, y levantar con el dinero de los millones de contribuyentes y el erario de la nación, la difusión y mantenimientos de las creencias personales de estos administradores de la nación, que, además, terminan convirtiéndose en los autócratas de turno de los perjudicados países.

De igual forma, sus pretensiones no sólo llegan hasta los medios de comunicación que ya es bastante, sino que flagran las naciones de Occidente con toda clase de monumentos, ritos y estatuas ajenas a las creencias de la población, con múltiples ritos, ceremonias que hacen públicas, muchos a través de los medios de comunicaciones del Estado o privadas con el erario nacional.

Mas el asunto no termina allí, sino que empiezan a inculcar a través, de la tergiversación de imágenes y símbolos patrios la devoción hacia los mismos, convirtiendo tal culto en idolatría colectiva. Usando como instrumento propagandístico la educación pública para introducir la religión y creencias del régimen socialista sin respetar siquiera la inocencia de los niños en la educación inicial, siendo el peor descaro que todo eso lo hacen con el dinero de los ciudadanos.

Los ciudadanos con sus contribuciones fiscales e ingresos propios del Estado, se reúsan a favorecer las apetencias devotas del régimen de Estado, y en los regímenes totalitaristas, y socialistas tales contribuciones fiscales se desconocen en su totalidad, muchas veces a donde van destinados por los innumerables servicios “gratuitos” de los que se ufana el régimen, que nunca son veraces, y es la forma donde se diluyen los ingresos del Estado, valiéndose los delegados  de este discurso para sus apetencias de tipo religiosos que terminan hipnotizando a la población de forma colectiva a unos al sometimiento combinado con miedo y a otros, imponiéndoles sus creencias de forma despótica.

Cuando se estudia las naciones donde se han organizado la revolución socialistas, nos encontramos que todas las escuelas, instituciones públicas, universidades, sistema de justicia, estadios, teatros, plazas, calles, avenidas, autopistas, parques, montañas, bosques, playas, ríos, incluso los campos más distantes de la periferia de las ciudades tienen  alguna propaganda de la religión de Estado, bien sea la imagen mesiánica del mandatario, dictador, o de sus ídolos de barro, además que estos, son de propiedad estatal, lo que significa en estos casos, que son del régimen.

Y la forma más insolente del asunto es que además de introducirse en la educación como medio de dominación y control social, es llevar sus ídolos a la numismática de la moneda, imprimiendo sus ídolos de barro, o las imágenes del dictador de forma mesiánica para que llegue a los rincones más distantes del territorio nacional.

Al mismo tiempo, es sabido, que el aparato de intervención y propaganda Estatal de sus ídolos, los han infiltrado en las distintas organizaciones religiosas, a través del financiamiento de los proyectos sociales e infraestructura de templos, terminando sus directivos enfilados, chantajeados bien sea en silencio, autocensurados, o complacientes con el régimen, todo esto, con el dinero proveniente del erario público invertido en sus organizaciones.

Albert Geovo / Abogado, Maestrando Ciencias Políticas  /  albertgeovo@gmail.com / @aegeovo

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