El agridulce de bachelet. Por Paciano Padrón (@padronpaciano)

Por supuesto que deja aspectos positivos y muchas dudas y rabia la visita de Michelle Bachelet, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Esa visita permitió que el Secretario General de la OEA, el señor Almagro, dijera que “Las graves denuncias de violación de derechos humanos que recibió Bachelet son crímenes de lesa humanidad, que deslegitiman absolutamente al régimen de Nicolás Maduro”. Cuánto más pudo haber hecho y no hizo quien, presionada por las circunstancias, vino a llenar una formalidad sin poder ocultar toda la verdad.

Se sabe que la señora Bachelet vino a Venezuela gracias a la presión internacional ejercida sobre su Oficina, al ser hoy Venezuela el país donde se dan las más atroces violaciones al Estado de Derecho y a los derechos humanos, país que se ha empobrecido gracias a la corrupción brutal y a la intención de someter al pueblo por el estómago, por la pobreza, el hambre, la enfermedad y la miseria. No es un secreto la identidad ideológica entre Bachelet y Maduro, quienes coinciden en el plan macabro del Foro de Sao Paulo, sometimiento de América al socialismo, si bien Bachelet, Maduro y los Castro podrían tener algunos matices en cuanto al socialismo que quieren.

Bachelet reconoció a Maduro como Presidente de Venezuela, a Guaidó le dio el trato de Presidente de la Asamblea Nacional, con el mismo reconocimiento que le dio al impostor  Diosdado Cabello, como presidente de la inconstitucional asamblea nacional constituyente, parapeto desconocido y condenado por 60 países del mundo. Bachelet declaró que conoció “a víctimas de abusos y violaciones de derechos humanos y a sus familias”, se supone que de opositores, si bien no lo dijo con claridad. Lo que sí dijo claro es haber conocido “cientos de violaciones contra partidarios del gobierno”, dando a entender que los victimarios, los agresores, son opositores, emparejando así el score: hay víctimas del gobierno y víctimas de la oposición, hay opresores y criminales del régimen y otro tanto del otro sector. Por decir lo menos, esto es una canallada de la señora Bachelet. Estamos frente a un régimen criminal y asesino, no frente a una lucha igual entre dos bandos en conflicto.

Reconoció Bachelet cómo “la situación humanitaria en Venezuela se ha deteriorado en forma extraordinaria, incluyendo el derecho a la alimentación, el agua, la salud, la educación y otros derechos económicos y sociales”. Bravo por ese reconocimiento, pero acto seguido añade: “El gobierno ha lanzado proyectos en un esfuerzo de asegurar acceso universal a programas sociales, para lo que ha dedicado el 75% del presupuesto nacional”. El Alto Comisionado de los Derechos Humanos se convirtió en vocero del régimen. No hay derecho a esta irresponsable declaración. Responda señora Bachelet: ¿de dónde sacó usted esa falsa cifra?

Habla la señora Bachelet de diversas causas en el origen de la “inmensa crisis económica de Venezuela”, cuando en el fondo es una, la política de destrucción de la economía para el sometimiento del pueblo por hambre. De eso no habla Bachelet, ella prefirió decir que le preocupan“las sanciones impuestas este año por Estados Unidos”. Este año, pero la crisis tiene años.

Está bien que Bachelet exprese su contento con la liberación del diputado Gilbert Caro, pero calla frente a la detención delos diputados Juan Requesens y Edgard Zambrano, silencia la treintena de diputados perseguidos por la dictadura, asilados y presos.  La presión sobre la señora Bachelet debe continuar. Su próximo informe a la ONU debe decir más. La OEA, reunida ahora en Asamblea General en Barranquilla, Colombia, debe manifestarse al respecto.  Bachelet no dijo esta boca es mía,en torno a la libertad de expresión hoy inexistente, a la libertad de comercio e industria, hoy inaplicable; a la libertad de manifestación, hoy criminalizada y sancionada como delito. Hay que maximizar lo positivo de la visita de Bachelet, obligándola a cumplir su honrosa función de Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Paciano Padrón / pacianopadron@gmail.com / @padronpaciano