El «hombre enmascarado»: nueva pista del caso Madeleine McCann tras 12 años de misterio

Un ciudadano alemán, antiguamente condenado por el asesinato de tres niños, apareció como el nuevo sospechoso de la desaparición de la niña británica Madeleine McCann. El caso conmocionó a la opinión pública europea después de que se perdiera todo rastro de la nena en un complejo turístico del Algarve, en el sur de Portugal, el 3 de mayo de 2007.

Según el diario británico The Sun, se trata de Martin Nye, un depredador sexual que fue condenado a cadena perpetua después de demostrarse que había asesinado a tres niños y abusando sexualmente hasta de cuarenta. Conocido como “el hombre enmascarado”, normalmente solía atacar a las víctimas escondido y con el rostro oculto. Pese a su amplio historial delicitivo, Nye desmitió siempre haber estado en territorio portugués aquel 3 de mayo del 2007. El citado diario afirma, sin embargo, que el pederasta “estuvo en Portugal”.

El hombre ya había sido identificado como sospechoso en el 2011 por Scotland Yard, pero su relación con el caso fue descartada porque su objetivo principal eran niños de sexo masculino. Pero nuevas pistas surgidas en la investigación habrían llevado a las autoridades a volver a poner su nombre -no revelado- en la lista de sospechosos. Su historial criminal incluye la muerte en 1992 de Stefan Jahr, de trece años, y en 1995, de Dennis Rostel, de ocho años. En 2001 asesinó a Dennis Klein, de nueve años, tras abusar de él.

Además de estos tres casos probados, hay varios asesinatos de menores en Europa que se sospecha que pudo haber cometido Nye. Cuando fue detenido, en 2011, el criminal explicó que las muertes fueron debidas a su intención de no dejar rastro de los abusos sexuales que cometió contra ellos. Fue exactamente ese año que Scotland Yard lo consideró posible sospechoso en la desaparición de “Maddie”, pero su relación con el caso fue descartada porque su objetivo principal del asesino eran niños de sexo masculino.

El año pasado se informó que Ney confesó un cuarto asesinato a un compañero de celda, el de un niño francés de 10 años Jonathan Coulom, que fue secuestrado y asesinado en un campamento de vacaciones en Saint-Brevin-les-Pins en 2004. Una década antes de la desaparición de Madeleine, fue investigado por la de la alemana Renee Hasse en Aljezur, Portugal, pero nunca fue acusado. En ambos casos no fue condenado. El portavoz de la familia McCann, Clarence Mitchell, el posible nuevo secuestrador “podría ser él y se ajusta al perfil, es un conocido pedófilo depredador y es un extranjero. Llevaba ropa de camuflaje, llevaba cuchillos y saltaba de los arbustos para atacar a las víctimas».

Mitchell dijo al diario británico The Mail: “Es muy posible y la policía lo está mirando otra vez, pero podría ser otra persona. Hay un grado de credibilidad que es Ney, pero no podemos especular. Ney ha sido entrevistado previamente por detectives sobre el secuestro de Madeleine, y lo negó. Ahora está en una cárcel alemana”. El portavoz reconoció que “Scotland Yard ha estado haciendo una gran cantidad de trabajo en esta nueva persona de interés y luego le pidieron a los oficiales portugueses que lo definan. Si es necesario realizar una actividad, la policía local tiene que hacerlo incluso si se trata de una investigación de una fuerza extranjera. Y si Ney es la persona de interés, una fuerza alemana tendrá que involucrarse para entrevistarlo en su territorio”.

Madeleine tenía 3 años cuando desapareció mientras dormía junto a sus hermanos gemelos en el apartamento 5A del complejo turístico Ocean Club de Praia da Luz que habían alquilado sus padres, que cenaban con unos amigos en un restaurante ubicado a unos 60 metros de distancia. Los padres iban cada 20 a 30 minutos a ver cómo estaban los menores, hasta que cerca de las 21:30 horas Kate fue a la habitación y encontró algo extraño: la puerta y la ventana del lugar estaban abiertos y la cama de Maddie vacía. Treinta minutos después, la policía ya había sido notificada de la desaparición y durante horas buscaron a la pequeña por todo el recinto localizado en la ciudad de Algarve, sin éxito alguno.

Su desaparición mantiene dos líneas de investigación paralelas abiertas, una de la Policía Judicial (PJ) portuguesa y otra en Reino Unido, dirigida por Scotland Yard. La PJ confirmó la semana pasada que la investigación sobre Madeleine sigue abierta en Portugal y que se desarrolla en coordinación con autoridades internacionales. Por el momento, las más de 2.000 hallanamientos policiales, 500 búsquedas en la zona y 12.000 páginas que deja el proceso no dieron luz sobre la noche que Madeleine desapareció.

La mayor hipótesis siempre fue que la pequeña fue secuestrada, particularmente por una red de pedofilia internacional. Esto es lo que apunta el investigador privado Julian Peribañez, quien incluso cree que la menor puede estar en cualquier lugar del mundo. Incluso en Sudamérica, “un destino bastante probable. Portugal tiene vínculos con Brasil que son conocidos. Y desde Brasil, podría estar en cualquier parte de Sudamérica», afirmó el investigador.

Al cumplirse 12 años de su desaparición, sus padres publicaron una carta en la que se comprometieron a seguir buscándola «el tiempo que sea necesario»: «Los mes y los años pasan muy rápido, Madeleine cumplirá 16 años este mes. Es imposible poner en palabras cómo eso nos hace sentir. Tenemos consuelo y tranqilidad porque sabemos que la investigación continúa y que muchas personas en todo el mundo permanecen vigilantes. Gracias a los que nos siguen apoyando por su continua esperanza», concluye la misiva.

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