Entendiendo el 23F y lo que viene. Por Leandro Rodríguez (@leandrotango)

El chavismo se ufana de haber evitado la ayuda humanitaria el pasado 23 de febrero, alardea su unión “cívico-militar”, ahora bien, bajo una perspectiva muy general podemos señalar que efectivamente se anotó una victoria… ¿Pero a qué precio?

 

Sí Maduro permitía la entrada de esa ayuda se anotaría una derrota política, además de demostrar debilidades en el control fronterizo y militar, sin embargo, a nivel internacional su percepción tiranezca no habría empeorado. Haber permitido esa ayuda, bajo los parámetros que él mismo podría haber impuesto, era su derrota menos traumática.

 

Pero eso no fue lo que ocurrió, Maduro evitó la ayuda humanitaria en un escenario muy habituado al comportamiento más granado del chavismo, con torbellinos militares, violencia atroz (así como la califica Padrino López), en un escenario donde apareció la controversial Iris Varela rodeada de los que muchos aseguran son pranes adiestrados por el régimen para defender la “revolución”. Sea cual sea la verdad verdadera, lo ocurrido agravó la percepción global sobre el chavismo, toda vez que hubo muertos, heridos, uso excesivo de la fuerza e incluso la quema de medicinas y alimentos tan requeridos en el país.

 

Posterior a ello, el lunes 25 de febrero se reunió de forma urgente el denominado “Grupo de Lima” donde lo llamativo fue el apersonamiento de Mike Pence, el vicepresidente de los Estados Unidos, la nación más poderosa del planeta. En paralelo, naciones europeas y de este lado del mundo anunciaron que, pese a lo ocurrido con la ayuda humanitaria, no apoyarían una acción militar en Venezuela. Otro relevante suceso fue que Estados Unidos convocó al consejo de seguridad de las Naciones Unidas para abordar inmediatamente el tema Venezuela.

 

¿Dónde estamos? En el ánimo del venezolano es donde probablemente los efectos se sientan mucho más, el país continúa radicalizado, con mismos dirigentes, mismo proyecto, sumergido en una confrontación cada vez más violenta, con secuelas cada vez peores. En el seno de la oposición el no haber materializado la ayuda humanitaria le significó un revés, aunque solo parcial, la forma como se podía suponer iba actuar el chavismo le agravó a éste su condición. Por el lado del remanente chavista elevaron un poco sus ánimos, pero saben a lo que se enfrentarán, los nervios continúan de puntas, están al tanto que continuarán pagando las facturas de sus procederes.

 

La comunidad internacional es lerda e insensible, Europa solo se desboca por temas inherentes a ellos, los países asiáticos en su mayoría solo solo comerciantes. Los países americanos guardan las formas, al final ceden a las presiones estadounidenses y ¡allí está el detalle! al final siempre Estado Unidos termina haciendo lo que cree conveniente, por encima de las opiniones de las distintas organizaciones mundiales, por encima de cualquier país u otro liderazgo.

 

Venezuela continúa su rumbo de empeoramiento de lo que ya es patéticamente grave, pero nada podrá evitar los cambios que se avecinan, principalmente, porque somos los venezolanos los que anhelamos con todas las fuerzas de nuestra existencia el país cambie, mejore, gire 180 grados…

 

Leandro Rodríguez / @leandrotango

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