Hombre murió desnutrido dentro de albergue de la misión Negra Hipólita, según denuncian sus familiares

Clara Teresa Reaño denunció que su hermano, Wuilliam Jesús Mendoza mediavilla, de 35 años, murió por un cuadro de desnutrición al no ser alimentado por las personas que lo cuidaban en el albergue de la Misión Negra Hipólita, ubicado en la parroquia San Bernardino de Caracas.

La víctima presentaba un trastorno mental generado luego que en el 2013 un tren lo arrollara tras una situación confusa generada en la estación Plaza Sucre del Metro de Caracas.

Desde ese momento empezó a cambiar su conducta y a mostrarse un poco agresivo. Su familia lo llevaba a un psiquiátrico ubicado en la urbanización Sebucán, pero al no mostrar mejorías lo tuvieron que recluir en la Comunidad Terapéutica Antonio Ricaurte, perteneciente a la Misión Negra Hipólita, ubicada en Valencia.

Allí permaneció durante un tiempo y mejoró su conducta, aumentó de peso y decidieron darle de alta, siempre y cuando recibiera sus medicamentos y fuera atendido periodicamente por especialistas.

La familia se lo llevó a su casa y su conducta volvió a empeorar. Esto ameritó que volviera a ser recluido. Fue entonces cuando lo internaron en la Misión Negra Hipólita de San Bernardino.

En ese albergue estuvo internado por varios meses, y cuando su familia lo iba a visitar notaba que era maltratado por sus cuidadores. Además él aseguraba que no le daban comida.

Un día lo fueron a visitar y se dieron cuenta que tenía las piernas y los brazos quemados. Al preguntarle que había pasado Mendoza les dijo que los trabajadores de la Misión Negra Hipólita lo habían quemado con agua caliente cuando intentó ingresar a la cocina a buscar un poco de comida.

Ante esta situación, lo sacaron de allí y lo pusieron en control en otro refugio ubicado en Quinta Crespo. Allí lo tuvieron por un tiempo, pero ameritaba mayores cuidados y les dijeron que se lo iban a llevar a la Misión Negra Hipólita ubicada en el terminal de Oriente.

La familia pensó que se lo habían llevado para allá pero era mentira, lo habían recluido nuevamente en el albergue de San Bernardino. Allí estuvo poco más de una semana, y cuando este martes su familia fue a visitarlo les dijeron que había muerto de un paro respiratorio.

En el albergue les dijeron que no ameritaba realizarle una autopsia porque había sido una muerte natural, incluso les dijeron que llevaran a la empresa funeraria a que buscara el cuerpo ese mismo día. La familia exige que al cuerpo se le haga autopsia para que se determine las causas de la muerte. Ellos creen que lo dejaron morir de hambre.

Caraota Digital