La diáspora venezolana busca camino. Por Paciano Padrón (@padronpaciano)

Una realidad no discutible: ya suman cuatro millones los venezolanos que, por una u otra razón, perseguidos políticos, desplazados en búsqueda de oportunidades o movidos por el hambre y las enfermedades, hoy se encuentran haciendo patria en otros pueblos, con el corazón, los recuerdos y los afectos sembrados en Venezuela. Esos compatriotas deben arraigarse donde están y contribuir al desarrollo de la sociedad que los recibe, y deben, con mirada compartida, ver a Venezuela y a los suyos, para ayudar al cambio hacia el desarrollo y el progreso, la alegría y la vida.

 

Otra realidad basada en hechos: el 70 % de los venezolanos hoy en diáspora por el mundo, no retornará a vivir a Venezuela, ese es el promedio mundial en otros casos semejantes, históricamente estudiados cuando ha finalizado la dictadura, hechos o circunstancias que han forzado el desplazamiento. Así como en el cien por ciento de los venezolanos -de los que estamos en Venezuela o afuera- tenemos la obligación de darle un giro al país, de contribuir desde nuestras posibilidades y escenarios a frenar el descenso abrupto y peligroso que nos lleva al colapso total, también el cien por ciento debe ayudar a construir el nuevo país cara al progreso. Escuché al profesor George Kastner afirmar y probar que Israel no sería el potente y pujante país que es hoy, sino fuera por su diáspora que de distintas formas contribuye desde más allá de sus fronteras a su crecimiento y desarrollo.

 

Se ha dicho, y con sobrada razón, que la diáspora venezolana está dividida, dispersa y fragmentada por el mundo, sin objetivo claro y destino definido. En Miami, por iniciativa de VenAmérica, de Florida International University -a través de su Escuela de Estudios Internacionales y de Asuntos Públicos- y del Observatorio Hannah Arendt, se efectuó hace unos días la “Jornada de Fraternidad del Liderazgo Venezolano en el sur de Florida”. A través de una dinámica japonesa que recomendó nuestro grupo de expertos metodológicos liderados por Eduardo Betancourt, solicitamos a todos los participantes responder previamente al encuentro un cuestionario sobre su percepción de la unión de la diáspora, y sobre para qué unirnos, cuál es la visión que tenemos de una diáspora unida, y cuáles los factores para reforzar la unión y los obstáculos a vencer. Por último preguntamos sobre las acciones a tomar. Las respuestas de los líderes sociales, políticos, religiosos, académicos, empresariales y de toda índole, nos brindaron un estupendo cuadro que sirvió de agenda al encuentro. Vistas las respuestas previas de todos, los entonces reunidos en mesas de trabajo, deliberaron sobre las acciones a tomar y los medios para lograrlo.

 

¿Para qué unirnos? Las respuestas atendieron a cuatro grandes temas: 1) Conocernos, apoyarnos, crear sinergia entre nosotros y preservar la venezolanidad; 2) Ser más efectivos en nuestras acciones para cambiar la situación actual; 3) Contribuir de manera más contundente a la recuperación de Venezuela, y 4) Demostrarle al mundo nuestra potencialidad y alcanzar más influencia en la comunidad internacional.

 

Las mesas acordaron establecer mecanismos de cooperación, planificación y ejecución de acciones conjuntas entre distintos líderes y organizaciones venezolanas de la diáspora, reconociéndose entre sí y ayudándose. Brindar apoyo a los venezolanos en la diáspora, y apoyar a los compatriotas que padecen necesidades en Venezuela. Crear sitios de encuentros físicos y virtuales para darnos oportunidad de comunicarnos. Coordinar acciones conjuntas ante la comunidad internacional para lograr apoyo en la defensa de los derechos humanos y en la restauración de la democracia.

 

Ahora nos corresponde activarnos, organizar grupos de trabajo por área y lograr el objetivo en el sur de Florida, que sirva de estímulo para la unidad de la diáspora venezolana en otros extremos del mundo, así como de acicate al encuentro del liderazgo político y social que está en el país. No olvidemos el reclamo de El Libertador: “Unidad, unidad, unidad”.

 

DC / Paciano Padron / Abogado UCV, Doctor en Derecho (La Sorbona, París) – Profesor universitario, autor del “Manual del Orador”/ pacianopadron@gmail.com / @padronpaciano

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