Desde el pasado año 2010 se viene conmemorando el día 24 de noviembre como el día del Orgullo Primate. El motivo obedece a que ese día ocurrieron dos hechos puntuales y estratégicos para validar la teoría de la evolución, que resulta la explicación científica del origen del hombre y que no es admitida por los religiosos y creacionistas.
Estos dos acontecimientos son que un 24 de noviembre del año 1859 se dio a conocer el libro de Charles Darwin “El Origen de las especies”, y el descubrimiento el 24 de noviembre del año 1974 en territorio de Etiopía, de Lucy, una Australopithecus afarensis adulta de más de tres millones de años de antigüedad.
Según reseñó AFP, como esta conmemoración refuta ciertos dogmas religiosos que expresan que los humanos fuimos establecidos por una divinidad, muchos líderes y representantes religiosos se han dedicado a ridiculizar la idea de “descender de un mono”, y más grave aún, se han esforzado por subvalorar y tergiversar el conocimiento que se ha derivado a partir del registro fósil, valiéndose del analfabetismo acreditado y fomentándolo.
De este modo, se destaca la importancia de reivindicar la ciencia, un día en el que los biólogos, especialistas y paleontólogos puedan llamar la atención sobre nuestros orígenes, en alusión a los esfuerzo científicos para conocer nuestro lugar en la naturaleza, y para descubrir la pseudociencia creacionista.
Así, el etólogo, especialista, zoólogo, teórico evolutivo y divulgador científico británico, Richard Dawkins expuso en un macizo video de cerca de dos minutos de duración, la descendencia humana y la vinculación con los denominados “parientes” más cercanos.
Cabe destacar que el propósito de numerosas organizaciones científicas, laicas y librepensadoras es que este día biólogos, paleontólogos y racionalistas de modo general se acoplen a esta celebración e instalen un debate público sobre la teoría de la evolución de las especies.
P.